Lavar tu moto es uno de las obligaciones “morales” del motorista. Especialmente en verano, cuando donde ruedes te encuentras nubes de mosquitos y suciedad, lavar la moto es casi un arte.

Cuando llega el momento, a muchos nos asalta una duda: ¿cómo debemos lavar una moto para que no se estropee nada? Es decir, ¿vale con esponja y jabón? ¿Es mejor el lavado a presión? ¿Y cuánta presión? Porque queremos dejar la moto limpia y brillante, pero no romper ni estropear nada en el “tratamiento de belleza motorista”

Bueno, pues aquí os lo explicamos. ¡No te pierdas detalle!

EL ARTE DE LAVAR TU MOTO: DETALLES FUNDAMENTALES

Parece obvio, pero está claro que para lavar la moto lo primero que has de tener es un sitio. Es decir, no lo puedes hacer en medio de la ciudad en plena calle, porque no es fácil tener acceso a una toma de agua… y además lo más fácil es que algún vecino termine quejándose o unos guardias que pasen por delante multándote. Entonces llega otra opción: ir al chalecito de un amigo, ¡que para eso están los amigos de los motoristas!: para dejar que laven y arreglen sus motos cuando lo necesitan.

Con espacio y tiempo, sí que puedes usar perfectamente un cubo, esponja y si es posible una manguera, o mejor aún unamáquina de agua a presión para dejarla bien limpia. Desde luego, también puedes ir al lavadero de una gasolinera de las que has de meter monedas para el agua a presión. Aquí el tiempo es limitado, por lo que no es fácil que puedas rematar y cuidar pequeños detalles, pero es una opción para dejarla al menos presentable.

Puedes usar productos especializados, pero con jabones líquidos y antigrasas que hay en cualquier cocina tendrás un resultado igual de bueno. Con esto tened cuidado, porque hay productos muy efectivos como los limpia hornos, pero cuidado con el tiempo que lo dejas actuar porque es muy ácido. También en la zona donde lo echas, que no haya gomas o materiales similares.

EL ARTE DE LAVAR TU MOTO: A MANO

Si la vas a lavar por el sistema clásico, a mano, primero has de dejar que la moto se enfríe, porque el calor del motor o el escape pueden darte problemas como quemar el jabón o la esponja que estés usando. ¡Atención en el primer momento del lavado!

Después, puedes pulverizar (si no tienes pulverizador, compra de uno en un chico o similar, que son baratísimos) toda la moto con algún detergente suave o de cocina mezclándolo con agua. Así el detergente está fluido, puede penetrar mejor en todos los pequeños rincones y esquinas de la moto, y empezará reblandecer y disolver la suciedad.

Seguidamente puedes pasar la manguera por toda la moto para mojarla y puedas pasarle la esponja. Por cierto, búscate una esponja bien grande (la suelen vender en tiendas de recambios de automóviles y o sus secciones en grandes almacenes) porque te ahorrará mucho tiempo. Mucho.

No olvides tener un cubo con agua y detergente mezclados  para ir rematando todos los puntos que te interesen de la moto, sobre todo los más sucios como basculante, llantas, etcétera. Después de un buen rato de lavado (dependendiendo de lo sucia que estuviera la moto y la cantidad de mosquitos que tengas pegados a ella) la moto estará brillante, tras lo que tienes que aclararla cuidadosamente con la manguera y si se tercia (que se terciará, ya te lo digo yo) repasar algún pequeño punto de suciedad que se os habrá pasado.

EL ARTE DE LAVAR TU MOTO: A PRESIÓN

Este proceso necesita, lógicamente, una máquina que lance el agua a presión. Lo más normal son las tipo Karcher o los lavaderos por monedas que hay en las gasolineras. En cualquiera de los dos casos, puedes elegir lanzar el agua con jabón o sola. Si la máquina es tuya, debes usar jabón desengrasante no demasiado agresivo, porque algunos son demasiado fuertes y pueden atacar a juntas de goma, los plásticos o la pintura, por ejemplo.

Está claro que el agua presión es el arma absoluta para dejar la moto realmente limpia, puesto que te permite poder acceder a puntos que a mano es casi imposible. No obstante, esto tiene su lado peligroso porque debes controlar que la presión no sea excesiva y no poner la boquilla de la lanza demasiado cerca de la moto. Si la presión es demasiad alta, puede hacer saltar la pintura, rajarte el asiento o alguna funda de cable, entre otras cosas. La distancia recomendada es de aproximadamente unos 30 cm, pero muchas veces puede ser superior.

Con la presión, elementos como las llantas o los bajos del motor son mucho más fáciles de limpiar, y los trozos de grasa o alquitrán que se pueden haber quedado pegados en puntos como las llantas por la grasa de la cadena o bajo el guardabarros trasero con el basculante, saldrán con mucha más facilidad.

No obstante, si puedes, también podrías rematar la jugada pasando una esponja con jabón más suave antes de aclarar.

EL ARTE DE LAVAR TU MOTO: EL TOQUE FINAL

Tras lavar la moto por alguno de los sistemas que te hemos comentado, lo ideal es rematar bien la operación con unos pequeños toques finales. Como os imagináis, hacerlo en un lavadero de gasolinera no es tan fácil, porque entre otras cosas tendrías que llevarte todo el material. Así que si tienes un sitio privado y tranquilo donde poder hacerlos, te los recomiendo.

Por ejemplo, secar bien toda la moto es importante, sobre todo en espejos y pantalla. Si no has secado bien te quedarán las señales de las gotas sobre el cristal o el plástico transparente. Esto puedes hacerlo con trapos que tengas para este tipo de cosas, o con papel secante de taller o de cocina, ¡que seguro que por la cocina de una madre hay algún rollo escondido por algún sitio!

Si tienes tiempo y ganas, lo ideal sería que pudieras pasar a todas las partes plásticas de la moto una buena cera protectora. Es verdaderamente mágica para proteger la moto del paso del tiempo, de impactos de pequeñas piedras y similares que impactan por la carretera, y del efecto del sol, del agua y de la sal en invierno. Y para dejarlo brillante, también puedes pasarle pulimento (a ser posible libre de silicona), dejarlo secar y después quitarlo con un trapo.

Por supuesto, y esto es importante, no puedes olvidar lubricar todos los elementos que lo necesiten, como cables, las cerraduras o la cadena. El agua y el detergente tienen efectos anti grasa, que es muy bueno para estética pero muy malo para la lubricación, así que debes engrasar todas partes mecánicas tengan de nuevo su capa lubricante y que deslicen como deben.

Bien, ojalá que si eres un motorista “de verdad” estés montando mucho con el buen tiempo y tengas que lavar tu moto varias veces a lo largo del verano. Ya sabes: mantén la moto bonita, brillante y limpia… ¡Pero cuida bien cómo la lavas!

Fotos Consejos como lavar la moto