La Aprilia Tuono nació en el año 2002, y desde su aparición ha sido una de las máximas representante del concepto Street Fighter. Deportiva pero desnuda, radical pero manejable.
Las Tuono siempre han sorprendido por lo fácilmente que se rueda con ella en cualquier medio, lo fluido que resulta todo y lo divertida que resulta rodar rápido con ella. De hecho, los más aficionados al cine sabrán que el título de esta prueba viene del personaje de la legendaria ¨Pulp Fiction¨ de Quentin Tarantino. Ese inefable personaje que llama la puerta y como saludo dice simplemente “Soy el sr. Lobo y soluciono problemas”. Así de fácil. Por cierto, así llamamos a un amiguete de nuestro grupo (que tienen una Suzuki GSXR 750, por cierto), un gestor que legalmente es capaz de solucionarte de cualquier lío por intrincado que te parezca… Pero esa es otra historia.
Como en toda prueba, vamos empezar hablando de cómo es la moto que probamos, la Aprilia Tuono 1100 Factory.
Aprilia Tuono 1100 Factory: por dentro
Como ya os hemos dicho, la Tuono (recuerda, significa Trueno) nació en el 2002. En aquel momento era, como otros modelos de Aprilia, demasiado avanzado para aquel año. El concepto “Street Fighter” no estaba ni mucho menos tan avanzado como ahora, sus formas parecían raras y nadie comprendía que a una superbike (la RSV 2) se le colocas un manillar alto y todo fuera funcionar… Pero el tiempo dio la razón a los chicos de Aprilia. Se ha convertido en un modelo icónico que representa como pocos a ese motorista que ya está de vuelta de las deportivas radicales, y quiere pura efectividad en carretera, ciertamente “racing” pero con la facilidad de manejo de la ligereza y un manillar alto. Así evolucionó con esa misma base V2 de 1000 cm³ y cuando llegó el 2009 en que la superbike de Aprilia creció hasta los cuatro cilindros en V, lógicamente la Tuono también lo hizo con ese motor de 999 cm³.
Claro que la Aprilia RSV4 esté limitada a 1.000 es necesario para competir en el WorldSBK, pero una naked deportiva de calle… ¿Qué limitaciones tiene? Pues básicamente las que el fabricante quiera ponerle. Por eso, en el 2015 creció hasta los 1100 cm³ de forma que mejoraba su par, aunque no realmente su potencia porque en una moto sin carenado la velocidad punta termina convirtiéndose en un lastre. Lo que necesitas es empuja cualquier régimen y buena aceleración, y eso es lo que consiguió la Tuono 1100.
Pero llegó el 2017 con las nuevas normas Euro 4, y la Aprilia Tuono V4 se renovó para poder pasarla sin problemas. Ésa es precisamente la unidad que probamos ahora, que sea fabricado en dos versiones, la RR y la absolutamente onírica Factory con una parte ciclo de lujo, como una horquilla invertida Öhlins NIX de barra dorada más rígida y casi medio kilo más ligera que el anterior
Realmente, todos los cambios han ido enfocados a pasar esa normativa sin perder potencia ni respuesta ni efectividad, y desde luego lo han conseguido. De momento, puedes ver cómo los laterales del motor tienen unas cubiertas plásticas que yo, en un primer momento y envuelto en un halo de “romanticismo racing”, creía que eran protecciones para evitar roturas de cárter y similares en caso de caída, como hacemos en toda las motos de circuito… Pero no. El director técnico de Piaggio España ya se encargó de despertarme de mi inocencia y aclararme cuál es su función real: acallar la rumorosidad del motor para reducir el sonido externo a la hora de la homologación ¡Vaya!
En cuanto al interior, sigue siendo un V4 de 1077 cm³ reales. Un motor tan apretado como este, con tecnología MotoGP y superbike en su interior, no deja mucho espacio los cilindros para poder meter pistones más grandes. Se ha aprovechado para mejorarlo y aligerar lo un poco más aún, con pistones con menos fricción, por ejemplo.
Sigue declarando 175 CV a 11.000 rpm y el corte de encendido llega ahora a las 12.500 revoluciones, incorporando tres curvas de potencia- Sport, Track y Race– que declara los mismos valores, pero que ofrecen una evidente diferencia en sus formas de entregar los caballos. El primero más suave, el segundo estándar, y el tercero más radical y poderoso. No obstante, la gran diferencia con el modelo anterior para salvar la Euro 4 es la incorporación en su escape de una válvula “dual mode” (con las modificaciones electrónicas correspondientes), que se mantiene cerrada hasta las 6.000 revoluciones acallando así el sonido motor a bajo régimen, y a partir de ahí se abre para dejar disfrutar de verdad este lujurioso V4.
Por lo demás, los nuevos elementos de frenos y amortiguación hacen de esta moto un verdadero tesoro para cualquier aficionado. La horquilla de la que hablábamos antes se junta con unos amortiguadores traseros multi regulable y otro de dirección de la misma marca (y calidad) junto con una bomba de freno radial Brembo tiene pinzas M50 con discos de 330 mm.
¿Quieres más? Pues ahí está la electrónica del pack APRC. Aprilia, a ese respecto siempre ha sido una marca de referencia, y aquí lo demuestran. El cuadro con pantalla TFT es perfectamente legible porque necesita saber en qué punto estás en cada parámetro de regulación. Por ejemplo, el control de tracción lo puede regular en 8 niveles, el anti caballito y el control de salida en 3, además de contar con cambio semiautomático bidireccional y ABS (Bosch 9.1 MP también regulable en 3 posiciones o desconexión) que con la unidad IMU reposicionada cuenta con asistencia en curva.
Aprilia Tuono 1100 Factory: EL BRAMAR DEL V4
Lo cierto es que a esta moto, que ya os digo que es una de las mejores que puedes encontrar en una tienda y que tendría en mi garaje si pudiese, le viene como anillo al dedo este titular. Básicamente, es una moto que te soluciona problemas. De momento, sí que tiene mucha electrónica, pero en Aprilia lo han sabido solucionar bien y puedes navegar por el sistema, regulando incluso elementos como el control de tracción por el gatillo delantera de la piña izquierda o la curva de potencia apretando el botón de arranque… Con la moto arrancada, claro.
Como siempre en las Tuono, también llama la atención por su excelente calidad, buenas terminaciones y remates admirables. Incluso la calidad de cualquier pequeño tornillo es prácticamente la de un buen preparador, no la de cualquier moto de serie. Al montarte en ella, notas que la amortiguación es sólida, como buena deportiva italiana, y apenas se hunde. Por eso el asiento queda un poco alto pero la estrechez del chasis (puro doble viga de aluminio que parece rematado por un orfebre) permite que el arco de las piernas no sea muy abierto y llegue al suelo sin problemas. Así, presionas el botón rojo de la piña derecha y el V4 cobra vida, con ese extraño sonido que estos exclusivos motores se distinguen en un segmento poblado de cuatro en línea y grandes bicilíndricos. Además, aquí se junta el detalle de la válvula parcializadora que “ahoga” el escape hasta las 6.000 revoluciones, lo que proporciona un sonido traqueteante en bajos y medios.
Y no sólo es el sonido, sino que en marcha notas como esta Tuono 1100 quieres subir de revoluciones como un león escaparse de la jaula. Por debajo de las 6.000 revoluciones, notas el pequeño traqueteo que no es molesto aunque ruedes por ciudad, pero buscas cualquier sitio despejado para poder pasar esa frontera y notar como estuve cuatro respira como debe. Además, en ciudad tiene relativamente poco ángulo de giro (como buena deportiva, debe mantener la estabilidad y el peso en el tren delantero) pero si es suficientemente estrecha y se nota ligera. Y es que lo es, con 209 kilos ya con el depósito lleno.
En carretera, y no digamos en circuito, la cosa cambia. Ya te puedo decir que esta Tuono 1100 es en mi humilde opinión la mejor naked deportiva que puedes encontrar. Todo resulta sólido, la trazada es exactamente la que tú quieres, incluso si el asfalto no es bueno porque se combinan la excelente amortiguación, el rígido chasis y el control de tracción para guiarte por el buen camino. Incluso con un ancho neumático de 200 mm trasero (como opción si puedes montar un 190), no resulta nada dura de cambiar de dirección (como si ha ocurrido a modelos rivales) pero en cambio mantiene una absoluta y pétrea estabilidad en curvas por rápidas y largas que sean. Aquí, sin duda el amortiguador de dirección también tiene su responsabilidad.
En cuanto al motor, poco más hay que decir. Desde luego, no hay que luchar mucho para mantenerse por encima de esas 6.000 revoluciones, pero es que por encima de ellas ves abierto el maravilloso mundo del disfrute más puro. El empuje no solamente es rotundo y lineal, sino perfectamente controlable y con ese espaciado entre explosiones (vamos, lo que los motores cuatro en línea quieren imitar con encendidos irregulares tipo Crossplane) que consigue una tracción continua, segura y tranquila a cualquier régimen. Sorprende como la Tuono te transmite esa sensación de control absoluto del incluso rodando a ritmos muy altos -siempre en circuito, ya sabes…- e incluso en situaciones que debes salvar, como tres pilotos en la misma curva. El manillar ancho y la direccionalidad de la Tuono logran maravillas, y la dosificabilidad de sus frenos y la excelente amortiguación se combinan para convencerte de que puedes disfrutar de cualquier curva en cualquier situación sin problemas. Además, el cambio Quick Shift es sin duda uno de los mejores que puedes encontrar. No necesitas tocar el embrague ni para subir ni para bajar marchas, que además entran como el cuchillo en la mantequilla sin los cabeceos o instantes de desconexión del motor que ocurren cuando lo usas simplemente perfecto.
Como dije, es la moto del señor Lobo, ¡que soluciona problemas!
Aprilia Tuono 1100 Factory: ¿La mejor?
El segmento de las naked deportivas realmente está muy apretado ahora. Podemos encontrar representantes de toda la industria japonesa y europea en una lucha que hace años casi no tenía participantes, y por si fuera poco parece que Harley Davidson se unirá en breve con una gran naked deportiva 1250. Lo cierto es que mejorar la Aprilia Tuono 1100 es muy difícil. Combinar su excelencia, sensación de ligereza con potencia y control absoluto se me antoja realmente complicado. Desde luego, no es una moto ideal para usar a diario por el tacto a bajas revoluciones con la nueva reglamentación, aparte de que su capacidad de almacenamiento bajo el asiento es prácticamente nula ¡incluso la carpetita con el par de hojas de documentación tiene que ir súper plegado para caber en ese colín afilado con una cuchilla! No te digo ya si quisieras meter un antirrobo, la cartera o el móvil.
Eso sí, para viajar, por motor y parte ciclo sería una excelente opción, además de que su frontal desvía decentemente el aire mientras mantengas cierta velocidad (unos 160 km/h), aunque otra cosa sería poder instalar alforjas, maletas o bolsas de depósito.
No obstante, la Aprilia Tuono ya lo dice todo con su nombre. Es una moto radical, no confundir con incómoda, para motoristas con experiencia que les gusta lo mejor de lo mejor del mundo de las deportivas desnudas con manillar alto. Quien quiera una moto para poder hacer turismo o desplazarse a diario de la ciudad, hay muchas opciones maravillosas incluso delante de la misma Aprilia (aquí puedes leer nuestra prueba de la Shiver 900, por ejemplo) pero la Tuono es… ufff… ¡Es la Moto!
Aprilia Tuono 1100 Factory: LIKE-NO LIKE
LIKE- Motor. Tecnología. Chasis. Terminaciones impecables.
NO LIKE- Tacto por debajo de la 6000 revoluciones. Espacio bajo el asiento mínimo.