Pues sí, como sabrás diseñar y fabricar cascos convertibles no es fácil. Estos cascos son los que tienen una mentonera basculante y que muchas veces se conocen como “los cascos de la Guardia Civil”. Ofrecen una gran comodidad para los más ruteros o los que combinen ciudad con carretera, puesto que en ciudad o cuando hace calor pueden ir abiertos (con la mentonera desplegada), mientras que en carretera pueden ir con la mentonera bajada, con lo que se convierte en un integral puro.

El problema es que esa mentonera normalmente se queda elevada hacia arriba a 90°, haciendo un molesto efecto vela. Sin embargo, desde hace un tiempo ya han ido apareciendo modelos en que esta mentonera no solamente se abre y se queda arriba, sino que bascula y se queda detrás, por lo que no ofrece el más mínimo problema aerodinámico al abrirse 180°. De esta forma son más cómodos y estables. Por otro lado, al abrir y cerrar esta mentonera, se tiene que encajar y desencajar de la calota original del casco. Esos puntos de anclaje a veces no están muy ajustados, y además con el tiempo suelen coger holgura, y por ahí te entra el aire y el frío. Esto es algo muy conocido por los más ruteros que, en su gran mayoría, usan este tipo de casco.

Pues aquí tenemos uno de los mejores ejemplos, y de precio asequible, del mercado. Se trata del LS2 Advant X Oblivion, cuya mentonera así que bascula esos 180º, tiene en líneas generales una terminación prácticamente impecable, y cuenta con todo tipo de detalles para la comodidad y el uso diario.

Por ejemplo, la pantalla cuenta sistema anti vaho con Pinlock, además de tener un visor (lo que todos conocemos como gafas desplegables) escamoteadas en la calota. Presionas un botón y se despliega, y además en este caso este visor te cubre muy bien la cara y resulta realmente cómodo.

Entremos en detalles más técnicos. Por ejemplo, la calota está compuesta de HPFC, un tipo de fibra compuesta que no es de carbono (tiene un modelo específico en que si es de este material, el Advant X Carbon). En cuanto al cierre, es micrométrico pero con la lengüeta dentada de metal, lo que según me ha demostrado la experiencia es bastante más seguro que cuando es de plástico. Encaja perfectamente y no tiende a aflojarse. Por otro lado, el cierre también tiene un excelente detalle cómo es un pequeño tirador imantado en el mecanismo de apertura que no flamea ni molesta con la velocidad.

En cuanto el interior, por supuesto es totalmente desmontable y muy, muy cómodo y acolchado, y esto lo digo porque lo podido probar en todo tipo de circunstancias, desde 43° a muchos bajo cero en invierno, y además todo el frontal encaja perfectamente cuando te lo cierras de forma que no te entra prácticamente ni un hilo de aire. Cuenta con dos calotas externas para fabricar todas las tallas, que son en total 8 de la XS a la 3XL… Vamos, que hay para todos por muy pequeñita que se tenga la cabeza… o tan grande como quieras.

Por cierto, también este es un buen detalle, porque pocas marcas fabrican estos cascos que se ajusten bien a tallas pequeñas. Otro detalle a tener muy en cuenta cuando usas un convertible es su peso. Pesan con facilidad 300 o 400 g más que un integral equivalente, y en este caso y en mi talla M es de 1625 g. Posiblemente ese peso disminuya en el modelo Carbon, pero no lo he podido comprobar.

Y ahora, que estamos todos pendientes a una de las decisiones “magistrales” que periódicamente anuncia la DGT, es si este casco se podrá usar abierto o cerrado bueno, los cascos convertibles de gama alta cuestan bastante más dinero que los más baratos por varios motivos. Uno es el material de la calota, en los buenos es de fibra y en los baratos suele ser de plástico… no demasiado bueno. Otra cuestión es que la homologación la suelen hacer para cascos abiertos o jet, no para integrales. Por eso, los buenos (como este LS2) tienen doble homologación denominada P/J. Es decir, Protective y Jet.

El collarín es extraíble, como puedes ver en las fotos, y por eso incorpora dos pequeños tiradores para que se puedan sacar en caso de accidente. Pero esto no es todo, porque además incorpora una excelente bolsa suave por dentro (fundamental para que no se te termine dañando la pantalla, algo que ocurre mucho por bolsas algo toscas) y bastante gruesa, por lo que está acolchada. Si esto fuera poco, además incorpora una preciosa y muy útil bolsa-mochila de transporte. Un detalle realmente muy, muy bueno.

Lo que a todos nos interesa a todos es si un casco va bien o no. Pues en este caso, personalmente os puedo asegurar que es de lo mejor que he podido disfrutar entre todos los convertibles que he podido probar. El casco se me ajusta realmente bien, y en ninguna circunstancia se me ha movidos, sufrido de turbulencias ni ha entrado aire al ir cerrado. Para abrirlo, el mecanismo es fácil una vez “le coges el truco” al tirador muy integrado y situado en el mentón, y una vez abierto sientes la ausencia de efecto vela.

La aerodinámica del Advant es perfecta en esta configuración con la mentonera detrás, y si te bajas las gafas (o visor, como dice el dossier) te protege los ojos perfectamente del aire de la marcha. Perfecto cuando sube el calor.

Al rodar con el casco cerrado y en pleno invierno, los sistemas de ventilación son realmente eficaces. Siempre hay una cierta tendencia a formar vaho por dentro, pero en este modelo se controla muy bien. Además, recuerda en este caso que puedes instalar el Pin Lock… que para eso está.

Otro pequeño gran detalle, aunque es personal, es que su diseño me gusta. Los convertibles, muchas veces, tienen un diseño demasiado serio, formal y poco atractivo, pero en este caso tanto las formas como el color de mi unidad me parecen atractivos. Una pequeña gran guinda para un casco excepcional, diría que el mejor convertible que he probado en los últimos 20 años.

LIKE: Diseño. Ajustes. Calidad general y complementos (mochila, Pin Lock…)

NO LIKE: Peso algo elevado.

Nombre: LS2 Advant X Oblivion

Material calota: compuesto de fibras HPFC

Pantalla anti rayas con sistema anti vaho.

Pantalla Pinlock Max Vision.

Visor solar desplegable incorporado.

Cierre micrométrico metálico.

PVP recomendado: desde 399 €. Esta variante Oblivion parte de 439 €.