Tras la primera parte de nuestra prueba, ha llegado el momento de sepas qué se siente sobre la BMW Scrambler, o la NineT más polivalente, elegante y divertida que te puedas imaginar
¡Allá vamos!
Realmente, os confieso que yo me tomo esta fiebre vintage que estamos viviendo con cierta cautela. Lo antiguo evolucionó porque lo moderno era mejor, aunque es cierto que cada cierto tiempo lo antiguo nos parece encantador e irremisiblemente atractivo. Lo difícil es conseguir que algo con aspecto clásico sea a la vez moderno, bonito, y dinámicamente válido. Como te puedes imaginar, esto tiene especial relevancia en el mundo de la moto en que el concepto de “comportamiento dinámico” es bastante más delicado que, por ejemplo, en las cuatro ruedas.
Pues BMW lo ha conseguido de una manera casi impecable. Aparte de lo increíblemente atractiva (si, lo repito) que es esta Scrambler en vivo, una vez montado encima es increíblemente cómoda, naturalmente cómoda, y permite llevarla perfectamente tanto en ciudad como en carretera, ya sea revirada o viajando. Desde luego, el manillar resulta algo más alto y ancho de lo que habitual en la competencia, pero así eran antes, y además realmente sólo te da problemas para entrar entre los coches en medio de un atasco.
La unión asiento y el depósito es estrecho, con lo cual te permite llegar bien al suelo aunque la moto es relativamente alta (821 mm tanto delante como detrás, porque el asiento es plano… Totalmente clásico) porque no te obliga abrir el arco de las piernas. Por cierto, es la primera BMW que recuerdo en que el asiento no se quita con llave, sino desmontando un escondido tornillo bajo el guardabarros… que te exige llevar una llave Torx en el bolsillo si no quieres llevar la documentación en el bolsillo.
Tengamos en cuenta que esta Scrambler también se ha desarrollado con la idea de crear una NineT relativamente barata y accesible, con lo que en principio cuenta con menos elementos y gadgets electrónicos que sus hermanas. Eso sí, incorpora esos mágicos puños calefactables que calientan tus manos cuando el frío te dejaría los dedos como témpanos, sobre todo en una moto totalmente naked como esta.
Llegó el momento de apretar el botón de arranque. Esto ya lo notamos en el momento de la presentación de la primera NineT, pero desde luego es evidente que ha habido un gran trabajo de suavización del gran bóxer 1200 para adaptarlas a esta familia vintage. Recuerdo un largo viaje que me tuve que hacer con una de las últimas generaciones de la GS 1200 allá por el 2011, y desde luego las vibraciones eran considerables. En cambio, en esta Scrambler se deja notar al arrancar en parado, pero la mayor suavidad se nota hasta en el cambio, que es tan suave que a veces dudas si has metido la primera marcha porque no notas o escuchas un acople, ni un ruido mecánico ni engranajes. Absolutamente nada.
En cuando te pones a rodar con ella tienes la sensación de adaptarte a ella rápidamente, si la anchura del manillar no te resulta extraña. En este caso, da igual porque al poco rato te has adaptado perfectamente. Las manetas son regulables, lo que es de agradecer en una moto de cierto tamaño, y suaves y fáciles de presionar. También notas que la horquilla ayuda a que la moto sea más manejable, pero en cuanto entras en zona de curvas no se descompone en absoluto. Para aseguirar la estabilidad, BMW ha tenido el detalle de incorporar un recio amortiguador de dirección bajo la tija.
El comportamiento del motor es, desde luego, impecable. Con su característico retumbar te permite aprovechar mucho su freno cuando quiere reducir y su aceleración es contundente cuando sales de la curva o quieres adelantar. Eso sí, si esta es muy cerrada puedes notar el clásico efecto “enderezador” de la moto que todo bóxer tiene al acelerar en marchas cortas. Claro que aquí tú puedes controlar la entrega del embrague y el brazo de palanca que te ofrece el manillar para no salir demasiado abierto. Lo que sí eché de menos en este caso es un indicador de marchas, algo habitual en las BMW desde hace muchísimo tiempo y aquí brilla por su ausencia. Bueno, ¡si fuera mía ya se le montaría como extra!
El tacto del acelerador es el clásico BMW, en que cada grado de giro se traduce en notar como los pistonazos te empujan hacia delante con determinación. Desde luego, 110 son caballos más que suficientes para disfrutar tanto del espíritu clásico como de algún tramo de conducción más o menos sport que te pueda apetecer. En cuanto a prestaciones, os puedo asegurar que me pareció una combinación perfecta y polivalente para poder ir tranquilo cuando quieras y alegre cuando te apetezca
Como buena naked, a más de 140 ya notas como el viento presiona tu cabeza y tus hombros, y como comprenderás esto no es una crítica sino una observación lógica cuando te compras una moto sin carenado ni pantalla. ¡Disfruta del viento!
Otro detalle de agradecer es la elección de los neumáticos, que de serie son unos trail asfálticos que van fenomenal en carretera y permiten las ligeras incursiones camperas que puedes hacer con una moto con excelentes detalles de terminación y un peso de 220 kilos. Con esto quiero decir que permite acceder a zonas off road muy sencillas y fáciles, pero no es ni mucho menos moto de campo, y digo esto porque ya he tenido alguna discusión al respecto sobre por qué si le llaman Scrambler no es una moto de campo… A lo que yo respondí que para el campo hay motos de enduro y cross. Cierto que, si ves los datos, básicamente son muy similares a muchas motos trail, pero aquí volvemos a lo mismo: para meterse con una trail a hacer campo de verdad te compras modelos más endureros, o básicamente son motos asfálticas cómodas y polivalentes para viajar. Por supuesto, en el amplio catálogo de complementos de BMW sí que puedes elegir protectores tanto de motor como del faro, o llantas de radios con neumáticos de taco mucho más grande.
Cuando tienes que entregarla, lo haces con la pena de dejar una moto con la que disfrutas cada metro recorrido y la que que convierte en tu primera opción para cualquier cosa, desde irte a rodar el fin de semana, hasta irte al cine o a un pequeño viajecito con tu pasajer@ preferido. Eso sí, el asiento de atrás queda algo alto, falto de amortiguación y plano para resultar cómodo porque no hay mucho donde agarrarse y en cada frenada te deslizas irremisiblemente hacia el piloto… Que en este caso era yo.
Pero bueno, nadie tiene que decir a BMW como hacer buenas moto ruteras y, desde luego, parece que tampoco como hacer buenas Scrambler. Así que, el que quiera viajar tiene una R1200RT, y el que quiera disfrutar de, posiblemente, la mejor naked vintage de hoy día, aquí tiene la BMW NineTScrambler.
Like: diseño clásico, elegante y espectacular. Motor. Ergonomía.
No Like: manillar muy ancho para la ciudad. Protección aerodinámica.
Motor: Bóxer 2 cilindros, 4 tiempos
Cubicaje: 1170 cm³
Potencia: 110 CV a 7750 rpm.
Peso: 220 kg.
Precio: 13.700 eur.