Es lo lógico cuando organizas un evento para un público tan fanático y especializado como las motos, y más el de los motoristas, lo normal es que se vaya fortaleciendo según pasan los años… Si lo haces respetando el espíritu de los aficionados, claro. Por eso, la más reciente (y a la vez más veterana por su organizador Mariano Parellada, pero eso es otra historia) incrementa continuamente su asistencia.

Y esto es especialmente remarcable porque, nada más entrar en las instalaciones y en el bosque donde el motoclub organiza esta concentración en el pueblo segoviano de Cantalejo, puedes notar la “calidad motorista” de los asistentes. Por su equipación, por cómo llevan las motos y como las tratan, por sus conversaciones y por la filosofía general de esta concentración, bulliciosos y divertida, pero tranquila.

Precisamente este es uno de los temas que, cuando llegó la guerra de las grandes concentraciones invernales (no sé de qué forma pudo llegar algo así, pero ocurrió, y todo lo puedes leer pinchando aquí) compuesta por La Leyenda, Motauros y Pingüinos, fue uno de los caballos de batalla de prensa y organizadores, pero cuando masificas un evento de este tipo-como si lo haces con un partido de fútbol o cualquier otro-puedes encontrarte con muchos asistentes que no son puros aficionados, sino meros asistentes o “turistas”, aunque tengan moto-, y eso siempre da problemas como ocurrió el año pasado en Valladolid con la organización de Pingüinos.

Una concentración de motos está hecha (o debería estarlo) por y para motoristas, no por empresarios que quieren explotarla como si fueran fiestas patronales o, simplemente, una fiesta de pueblo. Por eso, La Leyenda defendió desde el principio la organización de eventos como conferencias de grandes viajeros, pilotos, especialistas en el mundo de la moto y los viajes, mientras que otras se especializaron solamente en organizar conciertos y montar barras de bar.

Por eso me encanta La Leyenda. Ya, cuando llegué el mismo viernes por la mañana-mi idea era ir jueves, pero no pudo ser-, y como ves en el vídeo, hacía un razonable buen tiempo para encontrarnos en medio de Castilla León la segunda semana de enero, pero ya había gente allí acampada desde el miércoles buen ambiente, un espacio absolutamente perfecto para disfrutar tras un buen viaje en moto y podrá acampar con tranquilidad. Una vez estás allí, el ambiente es tan… No sé cómo describirlo, tan puro, que cuesta creer que se pueda mantener esa dinámica tan “pro” con tanta gente allí metida. Cierto que se declaran casi 13.000 asistentes, pero, como siempre en estos casos, es fácil que en ocasiones sea el doble por la cantidad de visitantes que tiene un evento de este tipo en un pueblo como Cantalejo. Bueno, o Tordesillas o cualquiera. Es lo lógico, una buena concentración de motos se convierte en un verdadero show rodante donde los vecinos del mismo por las cercanías disfrutan de todo lo que ven, y si el ambiente es civilizado, divertido y fantástico como en La Leyenda 2024, mucho más.

Aquí tienes vídeos de esta edición de la concentración, tanto oficiales como míos propios. Por supuesto, hubo su gran entrega de trofeos donde se premiaron a grandes personas e instituciones como La Leyenda de Oro, a José Amaro, presidente del ya casi legendario Moto Club Faro (por cierto, una concentración que no te deberías perder este verano) o el “Ace Café” de Londres, leyenda viva del motociclismo mundial y prácticamente cuna cultural del concepto “café Racer”. Si quieres informarte bien a fondo de todos los premios y demás, puedes pinchar aquí pero, si te consideras un motero de verdad deberías no perderte la edición 2025

Espero que nos veamos allí