El GP de La Bañeza es una reunión única, un verdadero Gran Premio que parece sacado de la máquina del tiempo para que no olvidemos lo que eran las carreras de motos puras y duras.
El GP de La Bañeza se celebró por primera vez en 1952, 3 años después de que comenzase el actual Mundial de Velocidad de Motociclismo. Vamos, ¡que ya lleva un tiempecito! Concretamente, en este 2018 hemos podido disfrutar de la 59 edición. Todos los aficionados hemos oído hablar de ella, pero no todos han podido acercarse y conocerlo. Yo, personalmente, sí había ido a alguna edición a cubrir la carrera, pero nunca a disfrutar de la reunión y el ambiente que se crea a su alrededor.
Sin duda, en un entorno perfecto como es el pueblo de La Bañeza y con la motivación de una carrera de clásicas aseguraba mucha gente que también serían “auténticos” motoristas. Es decir, no es sólo una concentración como las que saturan cualquier fin de semana el calendario mototurístico nacional, sino que tiene un, llamémosle, trasfondo cultural y casi filosófico muy diferente al de hacer un viaje en moto para pasar unos días.
GP LA BAÑEZA 2018: historia
Como ya he dicho, las carreras de La Bañeza comienzan en el año 52 por propia iniciativa de la gente del pueblo. Es decir, no era una capital ni nada parecido. No tenía el poder del Montjuich de Barcelona, las carreras del Retiro en Madrid (por aquel entonces, ni Jarama ni Montmeló ni nada que se le pareciese de lejos, claro) o las de otras importantes capitales como Valencia. En un pueblo perdido en el páramo de Castilla a 50 km de León se realizó una carrera urbana cuyo recorrido serpenteaba por las recónditas esquinas y cortas rectas del pueblo. Lo increíble es que se haya mantenido hasta hoy día como una carrera independiente (de ahí lo del GP La Bañeza) que sigue incrementando su leyenda, su peso y su importancia internacional en cada edición. Además, en los últimos años y gracias a la explosión del mercado hacia las motos retro, café racer y clásicas tiene aún más aceptación.
Por supuesto, en su momento fue parte del campeonato de España y todos los grandes pilotos de la época en blanco y negro (años 60 y 70) como Ángel Nieto corrieron allí y dejaron su impronta y su imagen para incrementar la leyenda de La Bañeza. De hecho, desde la muerte del 12 + 1 el año pasado y la asistencia de sus hijos a dar la vuelta de honor que se celebra tras las carreras, la gran fachada con la pintura de la cara de Ángel con su casco Cromwell es uno de los iconos de la ciudad y una de las fotos en que cualquier visitante está obligado a hacerse como recuerdo.
GP LA BAÑEZA 2018: el viaje
Ya tenía pensado acercarme al GP de La Bañeza este año, y además se lo comenté a mi amigo de escapadas moteras Javi Montero, también periodista del motor y colaborador en MotorADN.com. De hecho, recientemente pudiste leer su reportaje y prueba en ruta con una Suzuki Strom 1000 por los Pirineos.
RUTA PIRINEOS SUZUKI VSTROM 1000 XT: trail lógica, ¡gran trail!
La verdad es que lo decidimos pocos días antes, y recurrimos al típico truco de entrar en Booking para buscar hotel o algo parecido– lo de acampar con equipos de fotografía y similares no suele ser buena idea- cerca de la Bañeza, aunque sabíamos que estaría todo absolutamente a reventar. Y así fue, aunque llamé a mi, digamos, ex amiga Patricia que vive en León para que me dijera algún pueblo cercano en el que pudiera consultar. Efectivamente, me dijo uno a 16 km en el que ¡Eureka! había habitación en un hotel con buen aspecto. No lo dudamos y reservamos, mientras quedamos ya para un par de días más tarde salir dirección a La Bañeza en una flamante Suzuki Strom 650 y la BMW S 1000 R.
Está a 300 km de Madrid, por lo que para nosotros era un viaje muy sencillo (otra cosa sería salir desde Valencia, Cadiz o Barcelona). Simplemente siguiendo la carretera de La Coruña A6 está perfectamente indicado, a no ser que quieras buscarte rutas alternativas, algo bastante recomendable si buscas un viaje corto pero bonito. Además, tuvimos suerte de que el calor no apretase como en días anteriores.
Nada más llegar, llama la atención como la pintura de grandes murales se ha convertido en una base estética de la ciudad. La Bañeza tiene la mayor cantidad de paredes de edificios decorados con preciosas pinturas que he visto nunca, y que se mezclan con la arquitectura clásica y las fachadas de principios y mediados del siglo pasado para conseguir un conjunto absolutamente sorprendente y que, personalmente, no me esperaba.
Por supuesto, gran parte de esas decoraciones tienen que ver con las motos. Así, en el caso de algún pub con terraza situado en solares entre edificios, las paredes están pintadas con motivos totalmente “racing” como pilotos del mundial. Bueno, no tiene más que ver las fotos de nuestra galería.
Por si esto fuera poco, gran parte de las tiendas o locales se decoran también con elementos que tengan que ver con las carreras, desde motos hasta cascos o monos de cuero.
Además, en la sede del Moto Club Bañezano había una estupenda exposición de motos deportivas de los 80 y 90, donde entre otras muchas (Yamaha Exup, Honda RC 30, Kawasaki ZXR) estaba una de las motos por las que mataría si fuera necesario: una auténtica Suzuki GS X RR del 89 creada para correr el mundial de Superbike y que en España es una verdadera pieza de museo y poquísimas unidades. ¡Si llego a ver la oportunidad me la saco y me voy rodando en ella!
GP LA BAÑEZA 2018: ¡A TOPE DE GENTE!
Llegó el momento de acercarnos a dejar las cosas a la habitación, y descubrimos que para nuestra sorpresa el hotel no estaba a 16 km sino casi el doble, a 30. Definitivamente, ten más cuidado cuando busques alojamiento en alguna web de viajes y asegúrate que las condiciones son las que tú crees. No obstante, el hotel estaba bien, dejamos las cosas y por supuesto volvimos a conocer la famosa marcha Bañezana previa a la carrera. Aquí Javi empezó a tomar apuntes para el otro texto que hemos editado sobre el GP de La Bañeza,
Al día siguiente sábado por la mañana estaban los entrenamientos. Aquí es fundamental conocerte bien la ciudad o ir con alguien que la conozca. Si no, te darás cuenta que no haces más que dar vueltas y pasando por el mismo sitio varias veces, lo cual resulta tremendamente cansado porque además la mitad del casco antiguo está en cuesta.
Como pudiste leer en nuestro previo, hay 5 categorías: CLASICAS 2T “Grupo A”, CLASICAS 2T “Grupo B”, GP 125 / Moto 3, CLASICAS 4T y CLASICAS SUPER-SERIES. Así, mientras te apostas en la mejor curva que encuentres para ver los entrenamientos, te puede escapar y darte una vuelta por las estrechas y largas calles de la zona de arriba, que es donde están instalados los remolques, las tiendas de campaña y los talleres que hacen de boxes. Así verás la mayor variedad de motos de velocidad que puedas ver actualmente.
Desde una Matchless hasta innumerables Ducati con motor en L a 90° o monocilíndricas como la Ducati Road, pasando por una Yamaha XJ 600 del 84 o un montón de 125 y Moto 3. Una verdadera orgía para los sentidos para los aficionados a las carreras clásicas y a las motos incunables. Podrías gastar 100 carretes de tu cámara si aún se usara película, y no habrías podido fotografiar todos los pequeños detalles que quisieras guardar.
Pero volvamos a las carreras, porque las ajustadísimas curvas y recurvas entra asfalto pulido, señales de tráfico y tapas de alcantarilla tienen salidas que se protegen cuidadosamente con grandes balas de paja, y zonas que son consideradas peligrosas a las que se prohíbe el acceso.
Por lo tanto, mientras las largas horas en que las motos están rodando, es muy posible que te quedes encerrada en una zona sin poder cruzar el circuito ni acceder a otra zona del pueblo… Por lo que la solución habitual es quedarte en algún bar cercano tomando algo hasta que abre el acceso. Esto supone que fácilmente estés entre 5 y 6 horas dando vueltas viendo los boxes, encontrándose amigos y viendo los entrenamientos, por lo que por la tarde estás entre muy cansado y cansadísimo. Momento de ir al hotel, darte una ducha y volver a los mil eventos que hay en los mil locales pudiendo estar de marcha hasta las tantas de la madrugada si te apetece.
Claro que llega el momento de comer, y todos sabemos que tenemos la suerte de estar en un país que es el que mejor se come del mundo mundial (lo dice un amigo mío), pero en León y cercanías esto alcanza niveles espectaculares. Además, precios muy asequibles. Desde cecina hasta carnes y pescados espectaculares por unos precios que para las referencias de otras zonas como Madrid son realmente bajos, así que si vas por allí aprovecha y come mucho, bien y barato.
Gran parte de la gente se aloja en la zona acampada, sita en el polideportivo de La Bañeza con su gran campo de fútbol, piscina y buenos vestuarios. Además, esto te permite poder ir andando por el pueblo sin tener que coger la moto prácticamente para nada. Sin duda, la estructura es perfecta para una reunión motorista.
GP LA BAÑEZA 2018: DOMINGO
Pues llega el momento, el mágico momento de las carreras. De nuevo la estrategia de saber cómo y dónde llegar, poder aparcar y ver bien las carreras es todo un arte. Además, entre mangas suelen dejar un rato de circuito abierto para que la gente pueda cambiarse de sitio, que es el gran momento donde te encuentras todos los amigos que no has visto hasta ese momento.
Por ejemplo, los inefables chicos que organizan Motonavo se encargaban impecablemente de la dirección de carrera, algo especialmente admirable en un circuito abierto, urbano y rodeado de gente que la mayoría no entiende de motos más de lo que ve el domingo por la tele. También se encontramos a Iván Hinojo, fundador del Old School Al Andalus y un verdadero fanático de las motos deportivas 80 y 90, con su flamante GSXR 1100 preparada hasta las cejas. También nos encontramos a Mariano y Maite Parellada, legendaria pareja organizadora de la concentración de Pingüinos cuando era Pingüinos, y ahora de La Leyenda. Por si fuera poco, la exhibición la daba el auténtico el genuino Emilio Zamora, que con sus verdaderas acrobacias al límite que siempre parecen ir un paso más lejos amenizó aún más a los miles de espectadores que veían el GP de La Bañeza.
Mientras volvía a mi casa sobre la BMW S 1000R me preguntaba cómo la pasión y la ilusión de generaciones de motoristas han podido hacer sobrevivir a una carrera urbana e increíble como esta durante 59 años. Claro que, cuando has estado allí, te explicas la razón de porqué sobrevivirá muchas décadas más.
Desde luego, en el 2019 allí estaremos de nuevo.
