La familia Yamaha Master of Torque (o sea, MT) tiene su máximo exponente en la impresionante MT10, que se renueva en el 2022 para seguir siendo una referencia de las Street Fighter.

Efectivamente, y como puedes ver en las pruebas y comparativas que hemos hecho en MotorADN.com sobre la Yamaha MT10, es una moto impresionante y un motor y parte ciclo excepcional, pero en cuanto a tecnología necesitaba una renovación urgente puesto que la competencia aprieta como nunca. Luchar contra las Aprilia Tuono, Ducati Street Fighter, Suzuki GSX-S o KTM SuperDuke no es nada fácil, y por eso aquí tenemos la Yamaha MT10 2022.

Comenzando por el motor, por supuesto estará acotado por las exigencias de la normativa Euro 5, pero por lo demás mantiene su estructura básica. Esto es, un 4 en línea de 1000 cm³ (998 reales) heredado de la Superbike R1 con cigüeñal Crossplane 16 válvulas y refrigeración líquida. Para este año, incorpora ciertas evoluciones mecánicas como pistones de aluminio, cilindros cromados para disminuir el rozamiento y, para ganar bajos y medios (algo que se pierde especialmente en los motores al pasar la normativa Euro5) se ha optado por bielas de acero y un cigüeñal algo más pesado. También se modifica la inyección para ganar más “punch” entre 4. 000 y 8. 000 revoluciones. Promete 122 kW, que son casi 166 cv (5 más que antes), y también promete menos consumo y emisiones.

Y el carácter y la personalidad también es fundamental en una moto, como denominan los chicos de Yamaha, Hyper Naked. Por esto, también han trabajado en el sonido del motor, que ya es muy característico por el encendido irregular CrossPlane (que se refleja en los laterales del motor con la inscripción CP4) con explosiones a 270-180-90-180°. Para este año, han modificado la caja del filtro con tres conductos de admisión, que crean un rugido totalmente diferente, además de ayudar al empuje en ese medio régimen con el nuevo escape de titanio.

En cuanto a la estética, se ha conseguido mantener el impactante aspecto “alienígena” de la MT10, pero aligerando el diseño y haciéndolo lo más minimalista posible, aparte de que las tomas de admisión son ahora más grandes. Para los frenos, ahora incorpora de serie una bomba de freno Brembo radial, con sus discos delanteros de 720 mm.

El limitador de velocidad variable (YVSL) es uno de los nuevos elementos electrónica de la moto, junto con el cambio semiautomático Quickshift de serie (sólo para subir, no bidireccional), cuando antes era solo opcional. Cuenta con cuatro modos de potencia con el interruptor PWR (Power) siendo el uno más agresivo, el 2 y 3 adecuados para carretera con buenos medios y tacto muy suave, mientras que el 4 se enfoca a condiciones de mal agarre del asfalto.

Otra de las grandes novedades se les incorporación de unidad IMU (pinchando aquí puedes ver cómo funciona) de 6 ejes, lo que permite incorporar control de tracción regulable en cinco niveles, control de deslizamiento y anti caballitos desconectable, control de frenado BC en curva con dos niveles y gestión de freno motor.

Todo ello se puede disfrutar en cuatro modos preconfigurados (A, B, C y D), pero en los que tu puedes regular cada uno de los parámetros. Así, el A es el más deportivo, el B indicado para uso normal y carretera, C para urbano y D para asfalto y superficies deslizantes, como rodar bajo la lluvia.

Aún no se conoce el precio, pero se prevé que llega a las tiendas en febrero del 2022.