Hace mucho tiempo que Suzuki no tiene una representante sólida en el segmento de las sport turismo. Pues con la Suzuki GSX-S 1000 GT la cosa cambia.
Equipación: Guantes Dainese. Pantalones Moore. Botas Dainese.
Suzuki no es una marca muy reconocida en el mundo de las motos turísticas y ni siquiera de las sport turismo, pero eso es también porque muchos no se acuerdan de que a finales de los ochenta presentó una de las mejores motos para viajar rápido y con equipaje de aquel momento… estamos hablando de la GSX1100F, que puedes ver en esta foto, que con el poderoso motor de la GSX 1100 R SACS de la época conseguía unas prestaciones espectaculares, además de una fiabilidad a prueba de bomba, con una moto con buenas maletas y una excelente protección por su carenado. Además, fue pionera en la creación de pantalla regulable electrónicamente con su SPS (Suzuki Power Shield)
Desde entonces, se posicionó muy bien el mundo de las trail con las Strom, y también fabricó unas excelentes sport-turismo (aunque sin maletas) como las muy incomprendidas RF 900 y 600 y las supervendidas GSX 750 y 600 F. Recientemente, en el 2014, también volvió a atacar el segmento con las GSX1000F, que personalmente no me parecía nada bonita… por no decir claramente fea.
Y llegamos a este momento, en que Suzuki ya ha presentado recientemente (otras) dos motos más con la incombustible base de la GSXR 1000 del 2004. Ya el año pasado se presentaron y probamos (como puedes leer pinchando aquí) la excelente GSX1000S, la naked deportiva de la marca, y tu hermana civilizada para los que tienen el carnet nuevo A2, la GSX-S 950.
Estamos hablando de un recio chasis doble viga, compacto ligero y efectivo, con un 4 en línea de 1000 cc (999 reales) convenientemente adaptado para un uso más rutero y de carretera que, en este caso, proporciona 152 CV. Un origen deportivo para un motor que, en todo momento fue y es un ejemplo de progresividad, docilidad y dulzura en su entrega de caballos… sin olvidar una potencia envidiable. No es de extrañar que Suzuki le explote tanto, porque es la base perfecta para una moto que sirva tanto para un uso deportivo como para viajar.
Y así llegamos a esta GT. Con la misma base de la GSX1000S, se la añade un carenado aerodinámico, unas maletas perfectamente integradas (algo que sorprende porque, en estos casos, gran parte de las marcas recurren a un kit universal que ensanchan mucho la parte trasera afectando a la aerodinámica) y pequeñas modificaciones del motor que lo hacen lo más progresivo y efectivo posible, aparte de rebajar los consumos.
PRUEBA SUZUKI GSX 1000 GT: CÓMO ES LA GT.
No conviene olvidar que la base de esta moto, la GSX1000R de mediados de la década pasada, fue campeona del mundo de Superbikes con Troy Corser en el 2005, así que su efectividad está fuera de toda duda. Además, este 4 en línea, aparte de su excelente entrega de potencia, ha sido también un ejemplo de fiabilidad, por lo que si rebajamos los más de 180 caballos declarados de la época a los 152 actuales… te puedes imaginar que es prácticamente indestructible. No obstante, para esta GT se han modificado pequeños elementos como la admisión, árboles de levas, por supuesto en electrónica y otros tantos para que sea aún más agradable y menos agresivo.
Por otro lado, lo más llamativo de esta moto y el mayor cambio respecto a otras Suzuki, es un carenado afilado y también bastante efectivo a la hora de la protección aerodinámica, con un frontal afilado y puntiagudo qué te hace venir a la mente rápidamente una nave alienígena, ¡parece sacada del último remake de Dune! Hay muchos que la acusan de ser demasiado estilo “manga”, que no les gusta nada y les parece horroroso, pero será que a mí me han gustado de toda la vida Star Trek, Star Wars y los “comics” de Marvel. Vamos, ¡que me gusta! Está clara que su rival directa es la Kawasaki Z1000SX, también con un diseño similar y el típico motor japonés 4 en línea.
En cuanto a la electrónica, Suzuki ha seguido su línea: equipar todo lo que el piloto necesita, pero sin excesos tecnológicos y buscando la mayor accesibilidad y facilidad de ajuste… y el mejor precio final posible. Así, en el gran cuadro digital central podemos navegar a través de la botonera tipo joystick de la izquierda y elegir distintos modos de conducción, en que ajusta el control de tracción de 5 niveles, conectar o desconectar el cambio semiautomático bidireccional, además de contar con sus ya conocidos sistemas de arranque asistido (aprietas el botón y el motor gira hasta que arranca) y la regulación automática de ralentí para evitar el motor se cale en frío y/o a bajas revoluciones. Pequeño gran invento que te arregla la vida, sobre todo si ruedas frecuentemente por ciudad y en invierno.
Puedes conectar tu smartphone con el cuadro digital descargándote la app MySpin, y cuenta con una toma USB a la izquierda del frontal para si, con un soporte, quieres instalar y dejar cargando un GPS o tu propio móvil.
En cuanto a la amortiguación, la horquilla es multiregulable, aunque detrás solo admite 5 puntos de precarga de muelle. Por supuesto, delante tenemos dos pinzas radiales fabricadas por Brembo.
PRUEBA SUZUKI GSX 1000 GT: ENTRE EL MOTOTURISMO Y EL CIRCUITO.
Está claro que con su perfil y diseño claramente sport turismo, pensarás que esta Suzuki debe ser más cómoda que la de su origen, la superbike GSX1000R… Efectivamente, estás en lo cierto. Además de que los manillares están más elevados, aunque con una altura que permite mantener un buen control del tren delantero.
Por otro lado, nuestra unidad de pruebas tenía varios extras de la propia marca (puedes pedirlos según la recojas de la tienda) que refuerzan su capacidad turística. Así, tenemos unos excelentes puños calefactables bastante bien integrados (a pesar de un cable que podemos ver sobre la piña derecha…) y una pantalla elevada con un ligero flequillo superior que, realmente, desvía muy bien el aire y el frío del piloto, aunque es estrecha y los brazos sí quedan algo descubiertos.
Paso a chequear las maletas, un punto casi siempre débil en ese tipo de motos no fabricadas por las marcas más consolidadas del segmento rutero… y estarás pensando en BMW, ¡pues si! En este caso están muy bien integradas, ajustadas al chasis lo que consigue que no pierdan mucho espacio, y suficientemente bien diseñadas para que sean capaces (cabe un casco integral) pero no demasiado para que sobresalgan por los lados y el aire las empuje cuando ruedas a ciertas velocidades. Además, los sistemas de apertura, cierre y anclaje son fáciles y efectivos.
Arranca con toda la facilidad que ya conocemos de las anteriores Suzuki de última generación. Una simple presión al botón y el motor gira sin necesidad de seguir presionando, algo especialmente cómodo cuando hace mucho frío. La primera entra con suavidad-ya sabes que el cambio es una de las “especialidades” de la marca-, e iba soltando el embrague mientras los dulces caballos de esta GSX «rutera» acuden a tu llamada.
Francamente, es difícil encontrar un motor más exquisitamente suave como este, que te dé la sensación que te desliza por el asfalto cuando ruedas a bajo y medio régimen, y que estire de una manera tan efectiva altas revoluciones, ¡Una combinación simplemente fantástica! Además, en esta prueba nos demostró el ajuste de la electrónica que han conseguido los chicos de Suzuki va mejorando modelo tras modelo. Es fabulosamente sencillo mantenerse por debajo de los 6 litros a los 100 incluso en un pilotaje animado, aunque está claro que, sobre todo si llevas peso en las maletas y pasajero, los consumos se elevan. El máximo que llegue a conseguir de media fueron 7,8, con tramos, digamos…rápidos. Y en cuanto a velocidad máxima, en países más lógicos que España (una autopista alemana, por ejemplo) o si entras a algún curso o rodada en circuito, te puedo asegurar que sobrepasar los 250 km/h es fácil, sin vibraciones… perfecto.
Además, la efectividad de su parte ciclo es indudable. Permite disfrutar de zonas de curva como nunca te pensarías en una moto con maletas, aunque aquí el freno delantero, que no es malo, te hace soñar con algo más mordiente y efectividad sobre todo después de exigirle más de la cuenta tras frenadas salvajes y/ o con mucho calor.
El chasis no sé como calificarlo… porque siempre que hago la prueba de una moto con esta base no sé cómo inventarme más halagos. Con su estructura doble viga de aluminio, combina rigidez con manejabilidad como casi ninguno, y es absolutamente perfecto para una moto sport turismo.
PRUEBA SUZUKI GSX 1000 GT: ¿Y AL FINAL?
Y aquí llegamos a los puntos mejorables. Por ejemplo, en una marca pionera en el mundo de la regulación de altura en las pantallas, y que hace pocos años desarrollo para su Strom un ingenioso y efectivo sistema de variación ya no por altura, sino por inclinación, que no ofrezca una pantalla regulable aunque sea en opción, me parece claramente un punto (muy) mejorable. Por otro lado, la amortiguación trasera se queda muy escasa para la calidad de su parte ciclo y la variación del peso que es habitual en las GT, porque puedes usarla calle como una deportiva tú solo, o con pasajero y las maletas llenas, con lo cual puedes estar cargando 150 kg directamente sobre el amortiguador ¿Más?, pues en una GT de este imponente aspecto una llave remota sería casi una obligación “moral” respecto a otros modelos de la competencia
Claro que aquí llegamos a la excelente relación calidad-precio del conjunto. Si tienes esta moto por algo más de 15.000 € (15.275 € exactamente), no puedes esperar amortiguaciones serie oro y otras tantas cosas, pero si eres de los que conoces y valoras hasta dónde llegan las posibilidades de esta Suzuki GT, sin duda terminarás montando algunos elementos que te permitan disfrutar de verdad de este motor inacabable, fiel y dulce como un buen amigo, y de un chasis indescriptible, perfecto para esta moto.
¿Quieres una moto grande, espectacular como pocas, que te servirá para viajar (solo o acompañad@) como nadie y disfrutar del pilotaje deportivo como pocas (sobre todo si instalas un buen amortiguador trasero…)? Pues aquí la tienes.
PRUEBA SUZUKI GSX 1000 GT: LIKE-NO LIKE
LIKE: Motor y chasis. Electrónica sencilla, pero efectiva. Maletas bien hechas e integradas.
NO LIKE: Amortiguador trasero. Pantalla no regulable. Llave convencional, no remota.