Muchos saben lo que significó la Kawasaki Z900 en su momento, a principios de los `70. Pues ahora la marca hace un ejercicio perfecto de nostalgia y nos la vuelven a traer con la Kawasaki Z900 RS.
Nuestro equipo de pruebas se equipa con cascos Shiro
La prueba de una moto así siempre ha de empezar por un poco de historia, así que ahí va. Corría el año 1972 cuando Kawasaki decidió sacar la moto más potente (como es habitual en la marca) del “mundo mundial”, y así apareció la Z1 que, a pesar de lo que haga parecer esta denominación, era una 903 cc. Allí empezó la larga historia y la leyenda de las Kawasaki Z, que se ha extendido a lo largo de la historia cilindradas. Por ejemplo, ahora mismo tenemos 250, 650,900 y 1000.
Bueno, lo cierto es que en Kawasaki son más listos que un conejo, así que han hecho una jugada maestra. El año pasado ya decidieron renovar la exitosa gama Z 750-800 por una moto más moderna, más potente y, sobre todo, con mejor chasis. Frente al pesado y poco rígido viga central del anterior 800, se decidieron hacer un multi tubular para la nueva Z900, que es más ligero, rígido y sigue dejando bien a la vista el precioso motor cuatro en línea. No obstante, a este respecto puedes informarte leyendo nuestra prueba a fondo de este modelo pinchando aquí.
Prueba Kawasaki Z900 2017: MUCHO MÁS QUE 100 CENTIMETROS CÚBICOS
Lo cierto es que desde el primer momento era fácil de saber que la nueva Kawasaki Z 900 iba a traer cola y toda una serie de modelos derivados de ella, era evidente. Es uno de los máximos buenos ejemplos de moto buena, bonita y barata, y además una moto muy derivable otros segmentos. Dicho y hecho, por lo que en Kawasaki decidieron apuntarse de la mejor manera posible a la moda “revival”, retro, vintage o como quieras llamarla. Así llegó la Kawasaki Z900 RS.
De hecho, en un principio se rumoreó que incluso podría tener sobrealimentación con compresor volumétrico como pudiste leer en nuestro reportaje hace unos meses (pincha aquí), pero la verdad es que no era muy razonable «sobrealimentar» una moto de claro espíritu retro. Así que, aquí estamos.
PRUEBA KAWASAKI Z900 RS 2018: EL PODER DEL TIEMPO
Como hemos dicho, teniendo una base tan excepcional como la Z900, desarrollar un modelo retro que recuerde a la preciosa Z1 de principios de los 70 era una tarea fácil técnicamente, pero quizá no tanto estéticamente. Bueno, claro que en este caso los de Kawasaki ya tenían una clara tradición en que basarse. Ya se ha encargado la propia marca de potenciar este imagen de “moto clásica pero modernizada” con preciosos vídeos como este.
Así, el depósito y la forma del colín, alargado hacia atrás y de forma claramente “setentera” recuerdan claramente que el modelo original. También el poderoso motor cuatro en línea (Kawasaki siempre sido la más purista de las motos japonesas con esta configuración de motor, pero eso daría para otro reportaje) se ha cuidado para que recuerda al original, pero lógicamente poco tiene que ver. El original daba poco más de 80 caballos, lo que era una locura para la época, mientras que ahora da 111 CV a 8.500 revoluciones. Esto supone que han reducido 14 del propulsor original de la Z 900 llamémosle “Street Fighter” (que además lo da 1.000 revoluciones más) con detalles como rebajar la compresión de 11,8 a 10,8:1. O sea, un punto menos.
Así, la idea es que la moto sea más manejable pero a la vez como buena respuesta en bajos y medios, donde una moto mientras se moverá más habitualmente que una del talante deportivo de la Z900, por lo que entre otras cosas el cigüeñal es un 12% más pesado. Además, la primera relación se ha acortado (pasa de 35-13 a 35-12) para una buena salida desde parado, mientras que la sexta se ha alargado para poder disfrutar de carreteras a un ritmo moderado. También, para evitar sustos, el embrague es anti rebote.
Por otro lado, detalles como el faro simulan las formas de las clásicas ópticas redondas de la época, pero realmente la iluminación es toda de tecnología LED con grandes piezas de 170 mm. Por otro lado, la endeble horquilla convencional original de la Z1 se cambia por una recia horquilla invertida de 41 mm, que además es multi regulable ¡nunca olvides detalles sport en una Kawasaki! Además, incluye pinzas radiales de cuatro pistones con discos de unos buenos 300 mm y unas llantas aligeradas que, además de estéticamente preciosas, casan perfectamente con el espíritu de la Z900 RS. De lejos, casi parece que son de radios…
Por supuesto, el chasis es el nuevo tubular preciso, estrecho y muy bonito que ya probamos en la Z, y además en este caso tiene la ventaja de que nos deja ver perfectamente el motor cuatro en línea, como debe ser en una moto retro porque así eran antes. El avance de la horquilla se ha aumentado 6 mm, pasando de 28 A 34 mm, lo que la hace más estable.
Además, se ha cuidado mucho la accesibilidad para cualquier tipo de cliente, porque el espectro de compradores de las motos ventas varía muchísimo y entre ellos hay muchísimo público femenino, y con los complementos Ergo Fit tenemos dos asientos siendo el original de 835 mm y uno rebajado 35 mm, aunque el arco de las piernas crecerá al ser más ancho. Puedes verlo erfectamente en estas imágenes cogidas directamente de la página de Kawasaki España.
Para la comodidad y adaptación individual, ambas manetas son regulables en cinco posiciones, y aparte del manillar más alto y de estética más “vintage” que en la Z900, las estriberas s están colocadas 20 mm más bajas y adelantadas. Más facilidades para el usuario encontramos con el amortiguador colocado casi en el lateral derecho (habitual en otros modelos de la marca, como la superventas ER6) por lo que la accesibilidad para su regulación es muy fácil.
¿Más modernidades? Pues sí, porque el cuadro de relojes son los dos tradicionales velocímetro y tacómetro que yo ya recordaba de la Kawasaki Z650 de mi hermano tuvo hace muchísimos años (y que yo cogía, por supuesto), pero en medio se integra una pantalla digital con todos los datos que puedas necesitar como temperatura, nivel de gasolina, autonomía, y el nivel de control de tracción (KRTC) que puedes regular con el botón situado en la piña izquierda. Tiene dos niveles, el 1 más deportivo y el 2 con mayor intrusismo y especial para conducción urbana o terreno con mal agarre. Además, se puede anular, por lo que estaríamos hablando realmente de tres niveles.
PRUEBA KAWASAKI Z900 RS 2018: EL ESPÍRITU PERMANECE.
Para los que no sepáis, las Kawasaki hasta aproximadamente el año 2.000 tenía una característica, y es que cuando las arrancabas en frío el ralentí se disparaba. Sin duda, uno de los grandes retos de cualquier Kawasakista de la época. Bueno, pues por supuesto a la antigua Z 900 le pasaba lo mismo: tirabas de la palanca de la idea de los carburadores, apretabas el botón de arranque y el motor se te disparaba en frío muy por encima del régimen de ralentí. Por supuesto, con las excelencias electrónicas de la inyección esto fue desapareciendo, pero cuando el espíritu permanece…
Pues una de las cosas más curiosas que me ocurrió cuando arranque la unidad de pruebas de la Kawasaki Z 900 RS recogida, como siempre, en las instalaciones de Pekus Motor, es que efectivamente también el régimen de motor se revoluciona en frío, pero todo perfectamente controlado. Se mantenía sobre las 2.000-2.500 revoluciones, mientras el sonido del motor me recordaba perfectamente a los antiguos 4 en línea de hace décadas… ¡Qué buenos son los tíos de Kawasaki!
Sí, porque el escape también se ha estudiado para que su sonido recuerde a aquellas agresivas Z de los años 70, y su sonido es tan grave que casi parece que es un motor refrigerado por aire. Un perfecto detalle nostálgico que desde luego es de admirar.
Mientras el motor coge temperatura, me subo y noto que realmente el asiento de serie tiene mucho acolchado y es bastante alto. No es de extrañar que se tenga la opción de uno 35 mm más bajo, para que mucha más gente pueda disfrutar de esta Z 900 RS.
Metes primera y notas como, efectivamente, desde parado tiene una respuesta realmente enérgica. Debes acostumbrarte a ella, porque la aceleración tiene un toque llamémosle “agresivo” que prácticamente dispara tu adrenalina desde el primer toque de embrague.
Desde luego la posición es cómoda, pero sigues manteniendo un buen control del tren delantero a pesar de que el manillar es más alto que en su hermana sport Z900. Desde luego, el espíritu urbano en la que la original Z1 setentera fue la reina (también la porque Kawasaki se ha encargado de potenciarlo con sus vídeos) sigue vigente. Resulta curioso como hace ya 20 años, una Z 650 que era prácticamente igual a esta era considerada una moto vieja, mientras que ahora la gente se para para admirarla y se deshace en elogios con ella. Curioso los cambios del mercado…
Pasemos a la carretera. Es una moto perfectamente disfrutable, sabiendo que en su protección aerodinámica es la de una moto retro naked. O sea, prácticamente nula. Desde luego, en zona de curvas asusta a muchas deportivas por varias razones, entre otras su facilidad de pilotaje y su excelente respuesta al toque de acelerador… Y que 111 CV son muchos caballos, desde luego los suficientes para disfrutar en cualquier carretera. Además, el excelente chasis que ya conocíamos con la horquilla invertida logra que la direccionalidad sea perfecta, mientras que las preciosas llantas son además también muy ligeras, por lo que en marcha parece que pesa bastante menos que los 215 kilos que declara. Eso sí, notas cierta tendencia a sobrevirar en las curvas muy lentas porque sientes el peso un poco elevado, pero también es cuestión de acostumbrarse y recordar que no es una naked deportiva disfrazada de clásica, sino prácticamente una clásica que además tiene un comportamiento deportivo admirable, divertido y disfrutable.
¿Consumos? Pues la media fue de 6, 1 l, y como siempre en las naked depende muchísimo del ritmo al que te muevas puesto que la aerodinámica de cualquier naked penaliza. Es decir, que si ruedas tranquilo es muy fácil mantenerse por debajo de los 5,5, pero en cuanto en algún tramo disfrutas de la excelente respuesta y las prestaciones de este cuatro en línea, vas luchando contra el aire y aumenta el consumo. Por cierto, las líneas laterales que decoran el depósito terminan en la parte frontal formando una Z… ¡un buen detalle!
PRUEBA KAWASAKI Z900 RS 2018: CONCLUSIÓN.
Puedo afirmar (¡y los de Kawasaki no me reglan un jamón ni nada parecido, eh!) que es una de las motos con las que más he disfrutado últimamente, porque combina unas posibilidades de “postureo” y de pensar “que moto más molona tengo”, con polivalencia, comodidad y posibilidades deportivas en cualquier puerto de montaña cuando ruedes con tus amigos el fin de semana.
En fin, que prácticamente lo tiene todo para tener una moto para todo uso, desde urbano a deportivo hasta incluso rutero mientras aceptes que es una naked. A este respecto, además hay que contar con que el asiento trasero es cómodo para un posible pasajero, además de encontrar más detalles útiles podemos encontrarlos en una toma de corriente (aunque no de USB) y una caja de herramientas integrada bajo el asiento.
El precio parte de 12.975 €, lo que uno les parecerá bien y otros quizá algo excesivo. Pero lo que os puedo asegurar es que disfrutarás desde el primero hasta el último metro que hagas montado (o montada, porque durante la prueba podido comprobar que a la nueva generación de chicas motoristas les encanta esta moto) en ella. Recuerda que llega el buen tiempo y es el momento de su disfrutar, así que…
Prueba Kawasaki Z900 RS 2018: LIKE-NO LIKE
LIKE-Diseño. Motor. Comodidad y polivalencia.
NO LIKE- protección aerodinámica. Precio ligeramente elevado. Ayudas electrónicas reducidas.