Normalmente, este año ya habríamos hecho 7 u 8 Desafíos como el que ya os contamos en éste artículo de la Fuengirola Challenge de iBike, pero, con la que está cayendo con el COVID-19, se han cancelado casi todos los eventos moteros… menos uno, al que fuimos con una moto para cualquier desafío.

FOTOS: Enfoqueatres

Este evento es uno que, como una aldea gala que seguro todos conocemos (Asterix y Obelix, ¡que grandes!), ha resistido hasta el final: La EutichesBook 2020. Era el terreno perfecto para probar una moto diseñada para este tipo de aventuras, la Yamaha Tracer 900 GT.

Como todo motero sabe, el viaje empieza antes de subirse a la moto: planificar la ruta, pensar el equipamiento necesario, organizar la bolsa y, de alguna forma, “meter todo en la moto”. Para estos menesteres teníamos que montar el soporte para el móvil, haciendo uso del conector de encendedor que trae la Tracer y un adaptador a USB para permanecer cargados. También, montar un soporte RAM para el porta-roadbook (y probar a montar el road-book y que no interfiera con los mandos y controles, ver los marcadores, etc.) y meter en las maletas el traje de agua, ropa mínima para el finde, neceser, y avituallamiento con bebida. Nos sorprendió muy agradablemente como todo quedaba perfectamente colocado para hacer el viaje con la misma comodidad que si fuéramos en vacío, lo que dice mucho tanto de la capacidad de la Yamaha Tracer como de mi capacidad organizativa (jejejeje…)

El único “pero” lo encontramos en la vuelta de reconocimiento con la moto, que vimos que, al parar, no podíamos dejar el casco en las maletas laterales que trae de serie porque son muy, muy estrechas. Un «pero» mínimo pero importante en una moto GT… Y un detalle que, después supimos, tiene tan fácil solución como elegir el set de maletas más grandes que tiene Yamaha como opción para la Tracer GT. ¡Resuelto!

EUTICHESBOOK CON LA YAMAHA TRACER 900GT: TODO LISTO Y MONTADO, EMPRENDEMOS EL VIAJE…

El viaje de ida, como suele suceder, teniendo que salir desde el trabajo, casi siempre obliga a un trayecto mayormente de autovía. Máxime en esta situación donde una de las numerosas adaptaciones que, por seguridad, tuvieron que hacer los organizadores, EutichesBook, era llegar antes de las 21h a Tortosa, provincia de Tarragona. Aun así, aprovechamos el trayecto por autovía para probar varias cosas.

La Tracer se comporta bien a velocidades de autovía. Estable, muy poco “efecto vela”, cómoda, y el uso de su Cruise Control hizo bastante más digerible un tipo de viaje que no es plato favorito de los habituales a las dos ruedas. El consumo, siempre respetando las velocidades máximas de la vía, se mantuvo en un más que razonable 4,6-4,8 l/100K. Algo que, teniendo en cuenta sus 847cc y 115 caballos es incluso económico.   En cualquier caso, ya se notaba que el motor es potente y empuja… ¡de sobra!

Gracias a las inclemencias del tiempo, pudimos también comprobar que el piloto queda razonablemente protegido de la lluvia, igual que el conector “de encendedor” para complementos, que estábamos usando para enchufar el móvil y usarlo como navegador. La pantalla, de altura regulable (a mano, sin mecanismos complejos), cubre bien del aire, aunque para la altura de este piloto (1,84m), hubiera sido necesario un pequeño “labio” deflector en la parte superior, algo fácilmente solucionable con los múltiples fabricantes de complementos de este tipo.

Al hacerse de noche comprobamos también la iluminación LED de serie de la Tracer 900 GT. El haz es amplio en cortas, e infinito en largas, con una luz que parece tenue pero que ilumina bien sin deslumbrar, alcanzando una gran distancia.

EUTICHESBOOK CON LA YAMAHA TRACER900GT: Y LLEGAMOS

Por cuestiones de poca planificación del hotel, el aparcamiento estaba prácticamente colapsado de motos. Es en este momento que fue de gran ayuda el poco peso (217Kg mas mi equipaje) para girarla fácilmente sobre el caballete, para sorpresa de algunos presentes. Una maniobra que aprendí de David, muy práctica para estos casos.

Una vez llegados, registrados en el evento y ya en el hotel, ¡a descansar! La jornada iba a ser larga y dura, como la del elefante, aunque el noble animal no se queje. Eso sí, no sin antes cenar un poquito y charlar de mesa a mesa con otros participantes. Me dejan solo y hablo con las farolas… o en este caso, con Victor y Angel, recordando nuestro casi olvidado catalán.

El sábado empezó pronto pues teníamos asignada la salida a las 7:47, tras recoger el pack de comida, que sustituiría a la comilona (en mesa) habitual. Modo picnic en algún lugar con buenas vistas no es lo mismo que sentados con amigos intercambiando impresiones,  pero si era la forma de poder marcarse la aventura… valdría la pena el sacrificio.

Ya en los primeros tramos del desafío, por carreteras y caminos de mal asfalto y algún lecho de río seco por la Serre de Cardó, pudimos comprobar que la agilidad de esta Yamaha Tracer 900 GT es espectacular. Se hace muy ligera cuando necesitas que lo sea, pero traza curvas como si fuera sobre raíles. La amortiguación responde muy decentemente al pasar por terreno bacheado, compitiendo seriamente con motos más tradicionalmente “trail” que la Tracer GT, convirtiéndola en una seria contendiente para poder  rodar por pistas asfaltadas y caminos.

En tramos de carretera revirados la posición de sentado, la altura del manillar y la distancia entre ejes se complementan para que el esfuerzo sea mínimo y el resultado, aderezado por la rápida respuesta del motor, extremadamente satisfactoria.  Tanto es así que, sin problemas, seguíamos el ritmo de otros participantes con R1200GS, S1000XR, e incluso deportivas. Bueno, las pocas que hay en este tipo de eventos.

EUTICHESBOOK CON LA YAMAHA TRACER 900GT: ¡ES FANTÁSTICO RUTEAR!

La ruta del desafío nos llevó, en un complejo y revirado “circulo”, por toda la provincia de Tarragona sin salirnos en ningún momento. Y, de nuevo, la geografía de esta zona  nos sorprende cambiando totalmente los paisajes en pocos kilómetros, pasando de grandes praderas y campos a altas montañas boscosas. Y es que, como habremos mencionado mil veces, este tipo de eventos, los desafíos, son la mejor forma de conocer zonas de nuestro país a los que, al no ser locales de la zona o ir con gente que la conozca bien, no encontraríamos en la vida.

Y, dentro de las restricciones que se impusieron por la actual situación, a pesar de no poder juntarnos a comentar el día, si aprovechábamos cada parada en puntos de control, gasolineras, etc. los que nos encontrábamos (¡a veces repitiendo personajes entre paradas, incluso!) para esas charlas que todos añoramos. Y otra ventaja: elegir el punto para hacer la parada para comer. Y, naturalmente, escogimos un cerro con unas vistas espectaculares. De nuevo, con la ligereza de la Tracer GT, subirnos un corto tramo de tierra para aparcar arriba del cerro fue pan comido.

A pesar de que habíamos preparado nuestro porta-roadbooks (video-reportaje de la construcción, próximamente) para que tuviera iluminación por si nos alcanzaba el anochecer, de nuevo aprovechando el conector de encendedor, alcanzamos la meta a una hora bastante temprana; apenas rozando las 6 de la tarde. Unas 10 horas después de la salida, aunque, para no asustar a nadie, entre paradas, descansos, fotos, videos, avituallamientos, las horas realmente en moto no alcanzaron las 8. He de decir que la facilidad de manejo de la fantástica Yamaha Tracer 900GT hizo mucho por lograr que el día pasara rápido y, al final, conseguir que nos cansásemos mucho menos que en otras ocasiones similares.

Tanto es así que, como viene siendo habitual, para la vuelta a casa y una vez reempaquetado todo, colocamos el navegador en moto “evitar autovías”. Esto nos brindó una espectacular ruta de vuelta pasando por el Parque Natural de la Tinença de  Benifassà y el norte de la Serranía de Cuenca. Por si os apetece, ésta es la ruta que grabamos: https://goo.gl/maps/fMuFQsEDXYZ9H2A98

EUTICHESBOOK CON LA YAMAHA TRACER 900GT: FINAL

Quien os escribe es el orgulloso propietario de una BMW K1300S. Llevo tiempo evaluando motos para encontrar una un poco mas adaptada a viajes que incluyan terrenos abruptos. Huyendo de las pesadas Maxi-trails habituales, y encontrando que otros modelos no cumplen demasiado bien en la inestable ecuación peso-potencia-precio, he de confesar que me encontré pensando todo el fin de semana en las ventajas que me ofrece una moto como esta Yamaha Tracer 900 GT que, partiendo de un precio base de 14.000€ (vaaaale, 13.995€) te pones a meterle todos los extras de serie que se te ocurran (o te encaprichen) y terminas con un resultado que sigue siendo muy asequible … comparativamente con lo que hay por ahí). En mi caso, con todo (maletas grandes, el color que mas me gusta, todas las chuches del motor y amortiguaciones, etc) no superaba mucho los 17.000€.

… Creo que ya he encontrado mi siguiente moto… jejejeje.