La fiebre de la moto «vintage» ha pegado en Japón tan fuerte como en las marcas europeas… incluso antes, como demuestra la Kawasaki W800.

MULTIMEDIA: Mariano Hinjos, @Jinchos. Kawasaki.

Equipación: Seventy Degrees . Origine Helmets. Pantalón Lem

Efectivamente, no todos los modelos que alimentan nuestros sueños de motos vintage, retro o clásicas, tienen que ser europeas o americanas. Cierto que los japoneses empezaron mucho más tarde en el mundo de la moto, pero cuando decimos “mucho más tarde” ya estamos hablando de los años 60… que ya esa hace mucho. O sea, que los japoneses también tienen motos clásicas de verdad, y podríamos considerar que incluso entraron antes que muchas europeas en la moda actual de las motosretro.        

                  

PRUEBA KAWASAKI W800 STREET: DESDE LOS 90

Un buen ejemplo es Kawasaki con su W650. Así, en el 2001 Kawasaki retomó fielmente las formas de las motos al estilo deportivo europeo, que por aquel entonces eran sobre todo las inglesas como Norton con su preciosa Commando (cuya prueba a fondo de su “renacimiento” hace un par de años puedes ver pinchando aquí), Triumph, etcétera para crear en 1965 su W1 650.

Con buena vista de lo que se avecinaba, en el año 1999 Kawasaki la hizo renacer en la W650 con un diseño francamente encantador y un bicilindrico por distribución por eje rey (el sistema usado por los mejores modelos de aquellos tiempos, los 60, y anteriores) que proporcionaba 50 cv. alimentado por carburadores. En aquella época las Kawasaki eran importadas por Derbi, ¡y me acuerdo que por ese modelo había tortas porque solamente había una moto de pruebas para toda España! Los periodistas casi nos retábamos a duelo de espada y florete para hacernos con ella.

Tuve la suerte de probarla (además de los primeros, porque después aquella unidad volvió al almacén y no se volvió a saber de ella), y me pareció encantadora, suave y cómoda. En resumidas cuentas, una moto “cachonda”, pero lo cierto es que aún no estábamos acostumbrados a tomarnos el mundo de la moto con tanta perspectiva vintage. Es decir, todavía no estaban preciosidades como la BMW NineT, las nuevas Royal Enfield 650 o la Ducati Scrambler, por ejemplo, cuyas pruebas puedes leer aquí mismo.

Así que esa Kawasaki W650 siguió su camino y desapareció en el 2008, que precisamente fue la época en que empezó la explosión de las motos clásicas. Así, en el 2011 volvió denominándose W800 con el motor hinchado tanto en carrera, el diámetro (paso de 72 × 80 mm 77 × 83) con 773 cm³ reales, y ya incorporando inyección electrónica.

Por otro lado, la configuración es la clásica de las motos inglesas de la época. Es decir, dos grandes cilindros con el abultado aleteado clásico de los motores refrigerados por aire, y proporciona 35 KW, que son 46 cv. Esta “reducción” de potencia respecto al modelo original es, entre otras cosas, por las restricciones de las normas Euro y para que puede ser disfrutado por los tengan el carné de moto A2 nuevecito en el bolsillo.

El chasis doble cuna tradicional se ha retocado incrementando el grosor de sus tubos, las barras de horquilla a 41 mm y llantas más anchas, además de instalar una delantera 19 pulgadas. También tiene ahora caballete central de serie.

El asiento acolchado, cosido con “michelines” y corrido, los relojes e indicadores de diseño tradicional y los numerosos cromados y partes pulidas se mantienen, como debe ser en una moto de los 50-60, pero también incorpora más tecnología de la que puedes pensar. Incorpora ABS en ambos trenes, pero también embrague anti rebote y toda la gestión electrónica del motor. Además, también como es habitual en este segmento, Kawasaki ofrece una amplísima gama de complementos para hacerte tu W800 personalizada

 La parte ciclo mantiene una configuración clásica, con una horquilla convencional con fuelles en las barras y un par de amortiguadores más sólidos que los utilizados en las versiones de años anteriores al contar la horquilla con mayor diámetro. La rueda delantera es de 19″ y los frenos de disco, siendo el delantero (solo uno) de 320 mm y el trasero de 270 mm, con sistema ABS. La verdad es que todo el conjunto, con las llantas de radios, la pieza metálica con cromada que cubre la rueda trasera y el logotipo en relieve con el nombre del modelo en el depósito de color verde británico, resulta absolutamente elegante. Tanto que llama atención allá por donde va a pesar de su aparente discreción.

¡Preciosa! En esta videoprueba realizada con nuestro amigo y compañero Mariano «Jinchos» Hinjos, y que puedes ver en su canal de YouTube, la ves con detalle.

PRUEBA KAWASAKI W800 STREET: MONTANDO EN LOS ’60

Ahora mismo la Kawasaki W800 tiene dos variantes: la Café, que es la versión más deportiva con un mascarón tipo deportivo retro en el frontal, manillar bajo y colín biplaza pero simulando un colín monoplaza. Por otro lado, está la W800 Street que es la más clásica y la que ocupa nuestra prueba.

La primera sensación es de comodidad y adaptación absoluta instantánea. Te sientes totalmente cómodo a sentarse sobre ella, con un asiento muy acolchado y las piernas y los brazos justo a la altura en que no necesitas ni un metro de adaptación a la posición. Ergonomía perfecta.

De un gran bicilindrico “twin” de 800 refrigerado por aire y de mecánica asumidamente tan clásica (aunque tiene cuatro válvulas por cilindro) te espera un tacto más vibrante y relativamente tosco, pero no. Me vienen a la cabeza el recuerdo de aquella moto 650 del 99-2000, y también era tremendamente suave, pero desde luego hace demasiado tiempo para establecer diferencias. Lo cierto es que las marchas no suenan en ningún momento, la dirección es tremendamente fácil y, a pesar de su peso (220 kilos) y de toda su parte ciclo muy clásica, no te pone en apuros en ningún momento.

Esto es también gracias al simpático equilibrio de su motor. Cierto que casi 50 caballos no son muchos, pero se consiguen sólo a 6.000 revoluciones, y la sensación es de tener respuesta progresiva, tranquila pero instantánea en cualquier momento. Parece mentira, pero tiene mejor tacto de moto urbana que muchos scooters y modelos de ciudad (y tampoco anda muy lejos en precio con 9.199 €), con un embrague perfectamente dosificable y, como digo, mucha manejabilidad. Además, como puedes ver en las fotos, detrás cabe un acompañante también perfectamente cómodo con un buen asiento y estriberas bajas.

Ahora llegan las posibles críticas. La amortiguación es un poco blanda, sobre todo detrás aunque es regulable en cinco posiciones de precarga. Además, sientes cierta extrañeza a rodar sobre neumáticos de medidas clásicas, sobre todo si estás acostumbrado a la rigidez y medidas de neumáticos modernos. En este caso son llantas de 19 y18 delante y detrás con gomas de 100 mm de ancho y sólo 130 respectivamente. No es que necesite más.

En carretera se confirma que es tremendamente suave al rodar, frena suficientemente bien aunque la maneta delantera se hunde si le exiges en un tramo revirado, y la amortiguación es muy blanda con lo cual es muy cómoda y absorbe bien los baches del asfalto, aunque también sales de las curvas con una cierta flotación en la dirección sobre todo si llevas pasajero.

En resumen, es una moto perfecta, cómoda y suave para usar a diario con estilo, y que desde luego permite rutas de fin de semana con un relax que no encontrarás en una moto digamos convencional. Su velocidad “natural” nunca excedería de 150 km/h, pero desde luego soportas bien entre 120 y 130. Además, su consumo medio apenas nos sobrepasó los 5 l (5,1 exactamente), entre otras cosas porque tampoco tiene un diseño que te pida disfrutar girando el acelerador, sino disfrutando del paisaje.

PRUEBA KAWASAKI W800 STREET: LIKE-NO LIKE

LIKE- Diseño precioso. Comodidad. Suavidad general y consumo.

NO LIKE- Amortiguación blanda. Peso en tramos lentos. Frenos justos.

FOTOS PRUEBA KAWASAKI W800 STREET