Seguimos con nuestra serie de reportajes sobre todo lo que quieres saber sobre la equipación de moto en invierno. Empezamos con la prenda fundamental y más importante para montar con frío y lluvia. Por supuesto, nos estamos refiriendo a la chaqueta.

¿Que sería de nosotros sin ella?

¡Cuantas veces habremos oído a algún amigo o conocido decir la famosa frase “me tengo que comprar una buena chaqueta para no pasar frío”!. De hecho, si te das cuenta, nada más hacerse con su nueva moto, cualquier novato lo primero que hace es pensar en una buena chaqueta, incluso antes que en el casco. Es curioso, pero a casi todos los recién llegados no les importa ponerse un casco que haya sido de su padre, de su hermano o de un amigo, aunque tenga muchos años. Sin embargo, siempre tiene en la cabeza la chaqueta como elemento primordial inseparable de la compra de su primera moto. Por supuesto, sin experiencia y sin saber mucho ni de diseño y materiales, muchas veces en las tiendas les venden el último modelo de la marca más conocida y de moda, cobrándoles así una “pasta gansa”. Y que conste que ni mucho menos critico el precio de una buena equipación si realmente lo vale y/o cubre las necesidades del motorista en cuestión… Pero muchas veces no es así.

Así que, veamos, ¿qué debes buscar en una chaqueta para no pasar frío?

Fotos MOTOS, INVIERNO Y EQUIPACIÓN 2: Chaquetas.

DISEÑO

Lo que primero tenemos que tener claro es que para montar en moto existen, básicamente, dos tipos de chaquetas: las cortas y las largas, también llamadas de tres cuartos.

Las cortas son las más habituales. Llegan a la cintura y, por lo tanto son bastante cómodas y permiten libertad de movimientos. Al ser cortas, son las más habituales entre los usuarios de motos de posición bastante exigente como puedan ser las deportivas o incluso las naked sport. Aquí encontramos las más enfocadas al verano o buen tiempo, que suele ser bastante simples, o las más sofisticadas y con más complementos, que tienen la gran ventaja de valerte prácticamente para todo el año.

Así, para usar en épocas frías, debemos elegir una de estas últimas que incorporan un sistema modular de forros desmontables. Esto significa que el forro interior se separa de la chaqueta en si, y las más evolucionadas tienen no uno sino varios, de modo que el primero suele ser un aislante térmico y tener algo más de acolchamiento, mientras que además incorpora otro forro más fino que sea simplemente una capa de nylon corta vientos, incluso otro que sea simplemente una capa de rejilla para el verano, etcétera. Por supuesto, aunque eso ya lo habrás deducido tú mismo, en invierno lo más importante son las dos primeras.

Todas ellas se pueden unir al interior juntas o independientemente, mediante cremalleras u otro tipo de unión como automáticos, velcro, etc. según las necesitemos por la climatología o el uso que vayamos a hacer de nuestra moto.

Ahora pasamos a las llamadas tres cuartos. Esta chaquetas, que todos básicamente conocemos, son como si a las anteriores se les hubiera añadido un “faldón” que se alarga hasta cubrir las posaderas… Bueno, lo que todos llamamos culo. Su diseño es, en líneas generales, algo más “formal” que las chaquetas cortas, y por ello suele ser usado para aquellos motoristas que usan diariamente la moto para un trabajo que necesita cierta imagen, como ir a una oficina, hacer gestiones, etc.

Aparte de la imagen, la chaqueta de tres cuartos técnicamente tiene grandes ventajas para un uso rutero. Primero, las motos turísticas suelen tener una posición más erguida para el piloto, por lo que no tenemos el problema de flexión de piernas que sí pueden tener las deportivas, pero además cubren claramente más la zona lumbar y evita que nos entre por ahí aire, frío o agua en caso de lluvia. Además, este “faldón” se usa muchas veces para añadir un gran bolsillo en la parte trasera que permite llevar objetos más grandes que los bolsillos convencionales (una revista o pequeño paquete, por ejemplo), aparte de permitir hacer a su vez los bolsillos delanteros más grandes que en el modelo corto

 

PEQUEÑOS GRANDES DETALLES

Un técnico de cierta fábrica me dijo que, hablando de equipación técnica hoy en día y para la mayoría de la gente, lo que realmente diferencia que una equipación sea buena o mala son los detalles. Entre estos están el diseño de los bolsillos interiores y exteriores, las cremalleras, los ajustes, etc. Cuanto más tiempo llevo montando, cada vez estoy más de acuerdo con esa afirmación. De hecho yo mismo tengo prendas baratas, pero realmente muy eficaces, que incorporan un nivel de tecnología suficiente pero que además son cómodas de usar y utilizar.

Así, lo primero que debes comprobar es si el cosido es bueno para que te aguante tiempo… Y por supuesto, aunque ninguno lo queramos, algún arrastrón. Esto es algo que si no tienes unos conocimientos mínimos, quizá no lo notes, pero al menos si puedes comprobar si por dentro están impermeabilizados para evitar que el agua se cuele entre los pespuntes cuando llueva.

Después, te recomiendo que cuando te compras una chaqueta, primero te la pruebes y te sientes en una silla o, si la tienda lo tiene, un simulador de moto, y te pongas en posición de estar pilotando. Esto no es un test absoluto, pero si te ayudará a comprobar si te tira la afición de los hombros, te aprieta o roza el cuello los puños, te resulta demasiado voluminosa, etc.

Después, cuando la tengas puesta, comprobaría con unos guantes puestos si puedes tirar bien de los tiradores (valga la redundancia) de las cremalleras para abrir y cerrar fácilmente los cierres, los bolsillos, etc. Para esto sería bastante importante que la chaqueta que elijas tenga alargadores unidos a los tiradores originales, que son todos bastante cortos. De este modo, cuando el frío apriete, no tendrás que quitarte los guantes y, lo que a veces es más complicado, volver a ponértelos.

También comprueba los ajustes en los puntos habituales como son las muñecas, la cintura y el cuello. Todas deben ser fáciles de regular, estar bien fabricados (por ejemplo, que si son de velcro, este sea de calidad para que no deje de funcionar al poco tiempo) y que no te rocen, que especialmente el cuello es una de las pruebas más molestas a las que se puede someter un motorista.

Las cremalleras deben ser sólidas y a ser posible plásticas, porque si son metálicas se oxidarán. En ciertos puntos críticos, como los bolsillos, no es un mal detalle que sean autosellables, un tipo de cremallera muy usada en el mundo de la escalada y el montañismo, y cada vez más en las prendas técnicas invernales de moto. Además, todas deberían tener una tapeta que las cubra para evitar que el frío o el agua se cuele entre los dientes de esa cremallera, y esto es especialmente importante en la cremallera principal que abre la chaqueta  que siempre se encuentra en el frontal.

También ten en cuenta que una cazadora modulable de este tipo es fácil que puedas usarla durante épocas con mucha diferencia de temperatura, por lo que la mayoría suelen incorporar hoy día tomas de aire regulables. Parecen bolsillos, pero que cuando deslizas la cremallera detrás solamente hay una rejilla para permitir la entrada de aire y su barrido al interior de la chaqueta para refrescarte y evitar dentro de lo posible que sudes mucho, algo también a evitar cuando montamos en moto con frío y climatología muy variable. Ya sabes que el sudor es agua, y el agua baja muy rápido de temperatura…

¿Has aprendido algo que no sabías sobre cómo elegir tu chaqueta de moto para el invierno? Pues no te pierdas el siguiente reportaje que será sobre pantalones ,¡y que no se te enfríen las piernas!