¿Quién puede crear una familia con el nombre de su modelo de los 60? Pues aquí tienes la Ducati Scrambler Full Throttle para demostrártelo.

Multimedia: Maríano Hinjos

Equipación: LEM. Origine Helmets.

Efectivamente, pocas marcas llevan tanto tiempo en el mercado, sobreviviendo en ocasiones a circunstancias difíciles y siempre manteniendo la pasión de un gigantesco grupo de seguidores. Ducati nació en los 40, y en los 60 conoció una gran explosión internacional cuando desarrolló modelos tan exitosos como la legendaria Scrambler, una moto ligera, fácil, elegante y que valía para todo: viajar, ciudad, incluso ligeras incursiones off road.

La verdad es que Ducati siempre ha sido considerada por los aficionados como una marca súper deportiva, pero modelos como Scrambler (o como la Monster décadas más tarde, cuya prueba de la 821 pueds leer pinchando aquí, pero esa es otra historia) son parte de su leyenda, y los italianos siempre han sido muy inteligentes a la hora de aprovechar su tradición.

Por eso, tras la compra por parte del grupo Audi, en el 2015 crearon una familia completa, que básicamente es considerada prácticamente como una marca paralela a la propia Ducati, con la misma base y distinto desarrollo y complementos para cada modelo, creando una gama de motos que no solamente desarrollaba motos asequibles, fáciles de disfrutar en el día a día y polivalentes, sino que además atraía a un nuevo público a la marca de Bolonia. Además, era la forma perfecta de aprovechar la gigantesca ola de estética retro-vintage que de repente invadió el mercado de la automoción en general y de las motos en especial. Véase el ejemplo de la BMW R NineT, que puedes leer pinchando aquí la prueba de uno de sus modelos.

Y aquí estamos. La primera oleada de Ducati Scrambler tuvo cuatro modelos, como la Icon, la Urban Enduro (cuya prueba puedes leer también pinchando aquí), Classic y ya una Full Throttle, con la misma base y un motor 800, el clásico bicilíndrico de aire a 90° que ya de por sí es todo un símbolo. Su esperado éxito empuja Ducati a desarrollar nuevos modelos con la misma cilindrada e incluso una más pequeña llamada Sixty2 de 400 cm³. Ya en el 2018 aparecieron las 1100.

DUCATI SCRAMBLER FULL THROTTLE: características

Lo cierto es que gran parte del éxito de las Scrambler se debe a su combinación diseño-tecnología- rendimiento- precio, y como normalmente se dice que “si algo funciona, no lo cambies”, la evolución de esta Full Throttle es invisible, pero notable. Por ejemplo, ahora incorpora plataforma y, por lo cual tiene ABS para curva (Bosch Cornering ABS), luces LED y otros detalles como indicador de marcha engranada o embrague hidráulico en lugar de cable. Pequeño detalle pero que se agradece mucho sobre todo en zonas reviradas.

La decoración sigue prácticamente igual, recordando aquella legendaria e icónica Scrambler sesentera con su combinación amarilla y negra, además de que ahora incorpora una tapa desmontable monoplaza estilo “Racing” para el asiento trasero, todo con líneas basadas en las motos del campeonato ”American Super Hooligans”.

Por cierto, a pesar de incorporar más cajitas y cables que los modelos anteriores para alimentar la electrónica, y siguiendo la tradición de las motos de hace 40 y 50 años, debajo del asiento sigue teniendo una cierta capacidad para llevar pequeños elementos que todos necesitamos, como la cartera, el móvil o un pequeño anti robo.

Por otro lado, continúa con su horquilla delantera invertida de 41 mm, mono amortiguador trasero lateral, llantas de 18 pulgadas delante y 17 detrás, con gomas de 110 y 180 mm respectivamente. Las ruedas son mixtas, con pequeños y finos tacos por si acaso te aventuras fuera del asfalto en algún momento, pero pensadas en un 90% para la carretera. El motor sigue siendo ya conocido 800 cm³ (803 reales) que proporcionan unos excelentes 73 cv suaves, progresivos, lineales y dulces.

DUCATI SCRAMBLER FULL THROTTLE: tu moto de toda la vida

Lógicamente, este tipo de motos necesitan conseguir una rápida adaptación del piloto (o mejor dicho usuario, porque piloto suena demasiado deportivo…) Y ser muy fáciles de llevar. Esa es exactamente la sensación que te da al montar por primera vez sobre esta Scrambler Full Throttle. La notas estrecha, con un asiento cómodo bien acolchado, con el manillar a una altura perfecta para tener un casi instintivo control sobre un tren delantero y una muy cómoda altura de estriberas.

Además, las piñas no están anabolizadas y saturadas de botones y palanquitas como el de otros modelos saturados de ayudas electrónicas y tecnología. Simplemente presionas el botón de “Start” y comienzas a notar suave palpitar del venerable V2 a 90°, infinitamente más suavizado y agradable que el de hace años.

Desde luego, Ducati ha evolucionado este motor de una manera absolutamente admirable. Presionas la maneta del embrague y la primera entra de tal forma que casi ni lo notas. Soltándola lentamente el palpitar se convierte en ronroneo, y comienzas a avanzar.

El control y la confianza que sientes sobre la Scrambler son absolutos. En ciudad gira bien, y no hay que olvidar que es realmente ligera, con 192 kilos declarados con los llenos, y 10 menos en vacío. La motricidad que te proporciona este motor es un arma absoluta para pasar baches, subir alguna acera y moverte entre coches. Además, el asiento trasero es muy cómodo para el pasajero, por lo que poder llevar acompañante no supone ningún problema gracias a la efectiva amortiguación (bastante sólida, como buena italiana y buena Ducati, a pesar de su simplicidad) y a su rotundo par del V2, que te permite llevar peso sin que notes ningún problema de empuje ni de respuesta.

Pasas a la carretera, donde la autopista no es su medio natural, pero se comporta perfectamente con una buena respuesta y consumos muy moderados, aunque desde luego aquí no disfrutas para nada su agilidad y excelente parte ciclo. Además, su protección aerodinámica es nula. No obstante, se puede viajar perfectamente sobre ella aceptando lo que es: una naked retro.

En curvas la cosa cambia. Las ruedas mixtas cumplen en asfalto, y sobre todo si éste no está en muy buen estado. Traccionan bien y agarran, algo que notas sobre todo cuando hay asfalto roto y algunos baches. Notas la diferencia respecto a naked puramente deportivas como es mucho más cómoda y se traga sin problemas baches que otras más deportivas sufrirían amosrtiguando el impacto sobre tu culo y tu espalda. En carreteras secundarias buenas parece mentira cómo logra seguir el ritmo de motos mucho más potentes y teóricamente efectivas en este medio, principalmente por que se demuestra de nuevo que 73 caballos son suficientes para disfrutar, que puedes dar gas antes sin ningún problema porque su excepcional empuje y tracción te llevarán rápido y tranquilamente la siguiente curva, y que además es básicamente muy relajada de llevar. Tras 300 o 400 km de curvas, prácticamente te sientes nuevo, mientras que con otras motos no le estarías tanto…

Los consumos variaron de 4,6 a 5,4 l, dependiendo de la zona, lo que apures las marchas, la carga que lleves o la aerodinámica, lo cual es admirable y revela de nuevo el buen trabajo de Ducati en el tema de la electrónica, en este caso de la inyección.

Y si quieres ver nuestra cachonda videoprueba, donde no nos faltó una invasión «ovejuna» de nuestra zona de rodaje, pincha aquí.

DUCATI SCRAMBLER FULL THROTTLE: conclusiones

Al comenzar la sesión de fotos quise dejar el móvil y la cartera bajo el asiento para que no hicieran bultos feos en la chaqueta, y comencé a buscar la cerradura para abrirla. Mi amiguete, fotógrafo y “vídeo director” Mariano también se puso a la labor, y 15 minutos más tarde lo descubrimos. Así que, como buen ejercicio de aficionados las motos, te reto a que vayas a un concesionario Ducati y encuentres rápidamente la cerradura de asiento de una Scrambler Full Throttle. ¡Ya verás, ya!

Anécdotas aparte, ya os he comentado que debajo del asiento tiene buena capacidad para transportar pequeños elementos, y así es esta Ducati Scrambler: cómoda, fácil de llevar y disfrutable desde ir al cine con tu chic@ detrás hasta hacerte una excursión por ese puerto revirado que también conoces, como hacerte un viaje al estilo de los protagonistas de Diarios de Motocicleta. Y todo por 9.990 euros.

Y además, ¿te has dado cuenta que las Ducati Scrambler siempre gustan a todo el mundo, a cualquiera? Ese es parte de la magia del diseño italiano, y elementos como el soporte de matricula trasera «al aire» o el basculante asimétrico contribuyen a ello.

Además, no olvides que todas las Scrambler cuentan con un más que abultado catálogo de complementos para la moto y para el dueño. O sea, tú. Puedes equiparte ir perfectamente vestido con ropa de la marca y sentirte la persona más elegante del grupo… ¡Que tampoco está nada mal!

DUCATI SCRAMBLER FULL THROTTLE: LIKE-NO LIKE

LIKE: Diseño. Motor. Polivalencia

NO LIKE: protección aerodinámica. Ajustes en la amortiguación. Mínimas ayudas electrónicas.

FOTOS PRUEBA DUCATI SCRAMBLER FULL THROTTLE