¿Hay algún modelo que nos recuerde más a una auténtica Harley Davidson que esta Street Bob 114? Manillar muy alto, culo muy bajo… destila Harlismo puro por todos sus poros, y la hemos probado para ti.

La carrera de los motores Harley parece imparable. Recuerdo cuando el motor EVO de 1340 cm³ parecía la locura de la anabolización motorista. En cambio, ahora sería prácticamente una moto de cilindrada media, porque los motores EVO de Harley Davidson llegan a 117 pulgadas, que son más de 1917 cm³… ¡en dos cilindros a 45 grados! Una locura con unas descomunales cotas internas de motor de 102 × 114 mm…. ¡VAYA PISTONES!

Claro que eso es lo que vende Harley Davidson, porque motos lógicas ya hay muchas. Históricamente, Harley ha representado a los más rebeldes del mundo de la moto (y del mundo en general, realmente) y, a pesar de estar presentando modelos nuevos que abre nuevos segmentos e intentan captar clientes más “normalitos”, una Harley ha de llamar la atención, retumbar y hacerte parecer más duro que Clint Eastwood entrando a un salón.

Pues esa moto es esta Street Bob 114. Como sabrás, ese 114 indica la cilindrada en pulgadas cúbicas, que son 1.868 cm³… que sigue siendo una locura. Ha sido producto del continuo aumento de cilindrada y tecnología que han ido sufriendo (o disfrutando, más bien) los motores “Big Twin” Harley para ir compensando las distintas homologaciones anti emisiones y similares, al estilo de la Euro5 europea. Al respecto, puedes informarte pinchando aquí y leyendo nuestro reportaje sobre la “anabolización” de los motores en los últimos años para mantener su potencia frente a las restricciones que les imponen los burócratas.

PRUEBA HARLEY DAVIDSON STREET BOB 114: CÓMO ES

Las Street Bob son las máximas representantes del estilo del motorista solitario de moral dudosa clásica de la iconografía de los Estados Unidos. Asiento bajo, puños elevadísimos con manillares “cuelga monos”, depósitos estrechos y motos pintadas de negro o con decoraciones llamativas estilo “flaming”. Vamos, básicamente igual que la Harley que históricamente montaba el Motorista Fantasma, que precisamente nació en una época en que los héroes de cómic empezaron a representar gente con problemas morales y reales. Como sabes, Johnny Cage (o sea, el motorista) estaba obligado a convertirse en una especie de demonio motorizado para impartir justicia sobre una moto, una de las máximas representaciones de los “outsider” justicieros de la época.

En este caso, el motor asegura que convierte a este 114 Milwaukee Eight (es decir, con ocho válvulas, cuatro por cilindro) en un 9% más rápida de cero a 100 y 13% de 100 a 130 en quinta, respecto al anterior 107. Declara, como siempre Harley, una buena cantidad de par con161,34 Nm a 3. 000 rpm y una potencia, como casi siempre en las Harley clásicas, nada fácil encontrar en los datos oficiales de 94 CV a 5.020 revoluciones. Por otro lado, la terminación también es preciosa, todo en negro con los empujadores cromados.

 En cuanto a la ergonomía, con el asiento muy bajo y el manillar que Harley denomina “mini ape”- o sea mini cuelga monos”, pero que personalmente no se me antoja nada mini-  adoptamos la forma del auténtico “biker”, sólo te falta un chaleco de cuero y una banana en la cabeza para parecer un compañero de los protagonistas de Easy Rider. En la zona de la tija podemos ver el mini cuadro de relojes digital, bastante completo (parciales, autonomía, marcha insertada, etc.) pero con números muy pequeños, para que todo quede perfectamente disimulado y parezco una customización auténtica y radical, con toda la parte delantera totalmente limpia. Su precioso depósito con toques naranjas y el genuino número 1 de Harley tiene 13,2 l de capacidad, y un tapón a rosca que no tiene cerradura. Así que, cuidado si la dejas aparcada, no llegue alguno que lo sepa y lo desenrosque…

Sólo equipa dos discos, uno delante de 300 mm y otro de 292 detrás, con una preciosa llanta delantera de radios de 19 pulgadas por una de 16 en la trasera.

El peso declarado final, como siempre en una Harley, no es precisamente ligero, sino de 288 kilos. El acero y el cromo de Milwaukee no son ligeros, ni quieren serlo. Aquí tienes a su compañera Street Glide Special.

PRUEBA HARLEY DAVIDSON STREET BOB 114: ¿CÓMO VAS, GHOST RIDER?

Personalmente, la ergonomía normal de una gran custom me gusta, con los brazos estirados y las piernas adelantadas. Sin embargo, mi mayor problema en esta Street Bob es precisamente su mayor gancho comercial y estético. La posición de conducción, con el cuelgamonos, el asiento bajo y las estriberas retrasadas y ligeramente elevadas (hablando del mundo custom, para guardar cierta distancia al suelo y que no rocen a la mínima) es bastante incómoda , sobre todo en tramos lentos ¡y no te cuento nada en ciudad! Aquí te obliga a plegar y desplegar las piernas al moverte entre el tráfico y parando en semáforos. Pero, por otro lado, es innegable que la estética es arrasadora (es lo que se busca, claro) porque a todo el mundo le gusta, a todo el mundo le encanta y le seduce. Un look tan radical, que no es nada habitual en las custom de venta más general, no es nada habitual… ¡es pura y auténtica “look” Harley Davidson.

También, y con cierta sorpresa por mi parte, tiene muy buenos elementos e ideas como dos grandes tornillos que se pueden aflojar con la mano para quitar los asientos, no como en otros Harley que tienes que llevar la documentación metida en el bolsillo o usar alguna herramienta. Además, la nueva óptica delantera Signature LED le da un pequeño toque “tecno custom” que le sienta muy bien, aparte de iluminar como debe.

Por supuesto, la aerodinámica es tan demencial como en casi cualquier custom, o bastante más diría yo, pero… ¿Es que acaso quieres una Harley Davidson como la del Motorista Fantasma por la aerodinámica? ¡Pues claro que no! El aire te castiga, te empuja los hombros y las manos y sobre ella te sientes el protagonista de una verdadera “road movie”. Así, su velocidad natural de rodar con relax sin llevar el cuello con más tensión que la Franja de Gaza ronda los 110 km/hora, aunque si aguantas si puedes rodar mucho más rápido. También, en una moto de este nivel y de este precio, no estaría nada mal alguna ayuda electrónica más porque solamente tiene el obligatorio ABS, pero ni control de tracción ni nada parecido. Sin embargo, lo que más eché de menos fue un control de crucero que estaría bastante de acuerdo con su nivel.

Bueno, mucho hablo de su precio, pero es que para una moto de esta calidad general, y sobre todo una verdadera y auténtica Harley Davidson de acero y hierro, no es nada alto. Estamos hablando de 16.800 €, lo que te da mucha cancha para ponerle los complementos que prefieras (Screamin´Eagle, posiblemente), aunque ya tiene unos cuantos. Por ejemplo, la rejilla que protege el filtro de aire oval a la vista, que puedes montar y desmontar y queda de lo más auténtico, además de los escapes paralelos e incluso una toma USB.

Siguiendo con su motor y dinámica, lo que también llama la atención es sus consumos realmente bajos, aunque esto se maquilla puesto que, como he dicho, terminas rodando con ella a una velocidad media bastante inferior al de otros modelos. Nuestra media estuvo en 6,1 l, pero era fácil situarse por debajo de los 5,5 en cuanto no rodabas en carretera abierta, que por pura aerodinámica incrementa el consumo. Luchar contra el viento es lo que tiene….

Con su chasis doble cuna, y una vez le coges el truco a una moto que pesa y que mide 2. 320 mm. con ni más ni menos que 30° de lanzamiento, sabes muy bien por dónde entras y por dónde sales, incluso de las curvas cerradas. Anuncian una buena revisión de la amortiguación para este modelo, tanto de la horquilla como del amortiguador regulable en precarga de muelle, y la verdad es que cumplen mucho más que razonablemente para hablar de prácticamente una “chopper” por lo que, eso sí, irremediablemente terminas arrastrando las estriberas inmisericordemente contra el asfalto en cuanto a la curva o rotonda se cierra un poco.

Los frenos funcionan perfectamente, dosificables y con suficiente mordiente aunque, en este caso y como siempre en las Harley grandes, los puños y las manetas son demasiado gruesas para mis delicadas manitas. Por lo tanto, y hasta que me acostumbré, me costaba cogerle el tacto al embrague ¡Hablaré con los chicos de Harley a ver si hacen los puños más finos y las manetas menos “musculosas”!

PRUEBA HARLEY DAVIDSON STREET BOB 114: CONCLUSIÓN

Antes de la fiebre custom que inundara España a finales de los 80 y principios de los 90 (sobre todo con motos japonesas más “asequibles” al gran público por tamaño y precio), la verdadera imagen que se tenía de una genuina moto americana, y más concretamente Harley Davidson, era exactamente como esta Street Bob. No es mi moto, pero comprendes perfectamente por qué modelos así seducen a miles de aficionados por todo el mundo. Te montas en ella y te sientes simplemente diferente, pero ahora además tienes una moto que va realmente bien. Es estable, frena, la tecnología está tu servicio, pero su diseño te sigue seduciendo como cuando eras pequeño y solamente la podías ver en películas y en los cómics.

Desde luego, vale la pena.

PRUEBA HARLEY DAVIDSON STREET BOB 114: LIKE-NO LIKE

LIKE: Diseño. Relación calidad precio. Es una Harley Davidson.

NO LIKE: Ergonomía. Manejabilidad en zonas lentas, y más en ciudad. Penetración aerodinámica nula.

FOTOS PRUEBA TEST HARLEY DAVIDSON STREET BOB 114 2021