La Suzuki GSX-250R imita perfectamente las formas de las legendarias GSXR para que los nuevos motoristas puedan empezar a disfrutar del espíritu GiXXer… O acercarse a él.

Una de las motos que más me llamó la atención del pasado salón de Milán fue, por supuesto, la nueva y espectacular Suzuki GSXR 1000 (lo reconozco, soy un enamorado de todos los modelos) y también de una hermana pequeña de 250 cm³ que los chicos de la marca han decidido poner a la venta. Se trata de la protagonista de esta prueba, que imita claramente el diseño de su “hermana grande” y, por supuesto, la decoración azul y blanca con el nombre de la marca estampado en los costados. Hace dos años apareció esta decoración, y la verdad es que ha sido todo un éxito, ¡no hay nadie que no le guste!

La primera pregunta que te vendrá la mente es, ¿es realmente una auténtica Mini GSXR?

Fotos acción: Michel Garcilopez

Nuestro equipo de pruebas de protege con:

Cascos Shiro y Origine 

 Chaquetas y guantes DBK

PRUEBA SUZUKI GSX-250R 2017: Espíritu Inazuma

Bueno, lo cierto es que competir con la leyenda y las prestaciones que todos asociamos a las auténticas GSXR no es nada fácil, sobre todo si solo contamos con 250 cm³. Cuando oímos Suzuki 250 (o “dos y medio”, para que suene más auténtico), a muchos les viene la cabeza a la explosiva RGV 250 de mediados de los 90, también bicilíndrica pero dos tiempos y basadas en motos del mundial de 250 de pocos años antes. Este mismo motor Suzuki fue también usado por Aprilia en las alucinantes RS 250 que disfrutamos en nuestro país años más tarde, con bastante más fluidez que aquella Suzuki que llegó con cuenta gotas. Pero bueno, eran otros tiempos y otros conceptos. Aquellas motos con aquel motor de casi 70 CV no daban opción a polivalencia. Eran radicales “repliracer” representativas de una época en que las 125 daban más de 30 CV… Y ahora con los motores 4T “domesticados” nos alegramos cuando uno proporciona 15 CV reales. Víctimas de los tiempos ecológicos y más “civilizados” que vivimos, aquellas pequeñas turbinas de producir adrenalina ya no existen porque que pasar normas de ruido, emisiones y «nosecuantas» cosas más es imposible.

Pero claro, el aficionado joven, o al menos novato, que quiere una moto bonita, deportiva y que le haga sentirse como aquellos pilotos que ve en las carreras del domingo (aunque sea sólo sentándose en ella) siempre existirá, porque es la base de la pasión. Por lo tanto, los pequeños motores son ahora 4T, más dóciles, progresivos y tecnológicos… Bueno, claro, y menos potentes.

En resumen, la estética de nuestra moto de hoy, la Suzuki GSX 250 R es preciosa, y su motor es bueno, dócil, progresivo y, por supuesto, totalmente respetuoso con la Euro4… Y tiene 24 CV. ¿Pocos o muchos?, de eso hablaremos más tarde

PRUEBA SUZUKI GSX-250R 2017: Cómo es

Básicamente esta GSX recuerda claramente a sus hermanas mayores GSXR, pero no es una de ellas y además en Suzuki lo han querido dejar claro de forma más o menos velada. Fíjate el nombre, que no es GSXR, sino GSX… El nombre de los modelos sport turismo de Suzuki, pero no de las súper deportivas radicales. Ahí tienes el excelente ejemplo de la GSX-S 750 de este mismo año, cuya prueba puedes leer aquí.

PRUEBA SUZUKI GSX-S 750 2017: LA HEREDERA

Además, las GSXR siempre han sido tetracilíndricas y esta 250 es bicilíndrica. Y aquí un dato para la historia: la Bandit 400, una de las motos naked sport más exitosas en nuestro país entre los 80 y los 90, tenían motor de cuatro cilindros tremendamente divertido que exigía revoluciones para disfrutar de sus prestaciones. Bueno, pues este motor provenía precisamente de la primera GSXR 400 japonesa. O sea, que desde los 400 hasta los 1300 (no olvidemos a la Hayabusa) todas han sido de cuatro cilindros por lo tanto, hacer esa pequeña distinción en su nombre nos parece un homenaje respetuoso a la leyenda muy a tener en cuenta.

Por otro lado, la GSX-250 R 2017 es básicamente la misma Inazuma a cuya presentación fuimos allá por el 2012, ¡pero con un carenado deportivo muy molón! Una pequeña naked con las formas de la B-King 1300 de comportamiento muy equilibrado y diseño que me pareció original, pero lo cierto es que no triunfó en nuestro mercado. Sin embargo, su motor bicilíndrico “twin” refrigerado por agua, con culata multiválvulas e inyección electrónica pasa sin problemas la Euro4 sin apenas perder prestaciones. Además, ya en aquel modelo demostró ser progresivo, muy dócil e impecable y básicamente perfecto para empezar en el mundo de la moto grande. Por supuesto, con sus algo más de 24 CV a 8.000 rpm declarados no era un derroche de prestaciones, pero es que para entrar en el mundo de las cilindradas medias y altas no necesitas muchos caballos, sino un buen motor tranquilo, fiable y polivalente como este. Tiene 248 cm³, y está pensado para dar lo mejor de sí a medio régimen, sobre las 4. 000 revoluciones puesto que es un carrera larga con cotas de 53,5 mm de diámetro x 55,2 de carrera.

En cuanto al resto, la GSX 250 tiene un chasis doble cuna de sección cuadrada, mono amortiguador trasero regulable, horquilla convencional y 2 discos tipo Wave (uno delante y otro detrás) con la unidad de ABS Bosch. Incorpora un nuevo escape debidamente catalizado. También incorpora un completo cuadro digital  en el que tienes velocímetro, tacómetro por escala, nivel de gasolina, parciales, marcha insertada, kilómetros de reserva, etc. en cuanto los neumáticos, ambos son de 17 pulgadas con 110 y 140 mm. de ancho respectivamente.Suzuki GSX-250R 2017 MotorADN fotos (49)

La intención de llegar a cualquier usuario de cualquier talla que se incorpora al mundo de la moto se refleja en la altura del asiento, que es de 790 mm.

PRUEBA SUZUKI GSX-250R 2017: el espíritu de los comienzos

Mi primera moto más o menos grandes fue también una 250 4T, pero mucho más tranquila aún que ésta. Fue una estupenda Yamaha SR 250 con carburación, refrigeración por aire y con 5 ó 6 caballos menos. Con ella disfrute como no os imagináis porque, entre otras cosas, era mi primera moto y me sentía sobre ella como el verdadero Halcón Callejero.

La verdad es que desde el principio deseé que corriera más, pero hoy día me alegro porque recuerdo que sus prestaciones fueron suficientes para darme la vuelta a España, hacer alguna incursión en circuito (¡la primera!) y divertirme por todos los puertos cercanos y no tan cercanos a mi casa. Y todo ello sin el menor problema mecánico. En esta Suzuki GSX-250R también hubiera querido que corriera mucho más, pero las décadas que han pasado entre medias te hacen ver las cosas con perspectiva. En zona de curvas disfrute de sus 24 CV. Su chasis cumplió y el consumo fue ridículo porque hubo zonas que las hice prácticamente a corte de encendido y al final apenas pasen de los 4 l.

Su aspecto deportivo que hace temer una posición exigente totalmente “racing”, pero nada más lejos de la realidad. Las estriberas están en una posición muy razonable, y los semi manillares elevados respecto a la tija. Además, la cúpula con deflectores tiene el diseño perfecto para protegerte bien (si rondas los 1,70, al menos) si agachas un poco la cabeza cuando ruedas alta velocidad… Bueno, razonablemente alta. Es prácticamente imposible hacerla pasar de 140 km/h, aunque lo logré dos veces: 141 la primera y 143 la segunda tras una larga recta ligeramente inclinada, inclinado tras la la cúpula y hasta poniendo un brazo detrás para aumentar la aerodinámica, como en la época dorada de Ángel Nieto.

No obstante, está claro que para prestaciones estratosféricas están sus hermanas. Aquí tienes un embrague súper suave con unos bajos y medios que te sacan desde cero con una tracción impecable típica de estos bicilíndricos. Por otro lado, con las llantas de diámetro clásico de las deportivas (17 pulgadas) no han caído en la tentación del gigantismo habitual en muchas deportivas pequeñas. Es decir, poner llantas y neumáticos demasiado anchos para aparentar, cuando realmente tanta goma iría en contra de la agilidad, la manejabilidad y la polivalencia. Con un 140 trasero es tremendamente ágil, de hecho al principio tienes cierta sensación de “sobreviraje”, pero con las prestaciones de su motor y su eficaz chasis realmente ganas agilidad y no necesitas más apoyo en las curvas.

Fotos Suzuki GSX-250R 2017 prueba (60 imágenes)

En cuanto los frenos, tanto el tacto como el mordiente son bastante justos y si abusas de ellos, sobre todo a altas temperaturas, notas cierta fatiga. No obstante, cumplen y además su ABS (recuerda que es Bosch, lo más avanzado para la moto) tiene un intrusismo muy bien calculado para los motoristas noveles.

PRUEBA SUZUKI GSX-250R 2017: conclusión

La relación estética-polivalencia de esta Suzuki GSX-250 R es de lo mejor que puedes encontrar en el mercado.A media distancia parece una deportiva auténtica. Es más, diría que una GSXR auténtica.

Me sorprendía como cuando la dejaba aparcada, varias personas se pararon para admirarla y el comentario general fue “¡esto no puede ser una 250!”. Pero cuando te montas sobre ella es cómoda para manejarte por la ciudad casi como una moto urbana, y en carretera no solamente te protege bien del aire tanto el tronco como las piernas, sino que además tiene pequeños detalles  (típicos de Suzuki, por otra parte) perfectos para viajar. Por ejemplo, bajo el asiento trasero tiene enganches escamoteables, y también tiene ganchos en las estriberas traseras para poder anclar pulpos o cinchas. Realmente, una verdadera sport turismo reducida.

Suzuki GSX-250R 2017 MotorADN fotos (47)

Eso sí, su precio es de 5. 450 €. Puedes considerar que este precio es elevado o no, pero mientras tanto, piensa que tienes en el bolsillo el carnet recién sacado y quieres disfrutar de esa GSXR con la que tanto has soñado.

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Fotos Suzuki GSX-250R 2017 prueba (60 imágenes)