La BMW NineT Racer es sin duda la mayor novedad que las BMW clásicas nos han traído este año. Y la más espectacular, y la más bonita, y la más…

Las BMW NineT están entre las motos más importantes de los últimos tiempos. En el 2013, y tras años de propuestas de países como España e Italia, por fin en la fábrica de Baviera decidieron desarrollar una moto de estilo clásico con el ya desarrollado y tecnológico, aunque también icónico y clásico (una combinación casi imposible de conseguir) motor bóxer.

De esta forma, nació la primera NineT que, con unas líneas que combinaban clasicismo con modernidad de una forma magistral, se convirtió casi de forma inmediata en un objeto de culto. Sin duda, una maniobra maestra de los chicos de BMW, aparte de que el modelo sí le guste  personalmente a uno o no.

En un principio iba a ser una serie limitada para aprovechar los últimos motores bóxer de aire, frente a los nuevos “de agua” que acababan de aparecer. No obstante, el éxito fue tan fulminante que, por supuesto, la NineT sigue fabricándose y le aparecieron hermanos que con más o menos modificaciones han formado la familia Heritage. Acudimos a la presentación de los nuevos modelos en el mes de febrero y frente al clasicismo estilo Scrambler y totalmente naked que había imperado hasta este momento, vimos una de las motos más bellas espectaculares que puedas comprar hoy en una tienda. Estamos hablando de la NineT Racer, una verdadera “racer réplica” de las motos de los años 70 que, al revés que otras marcas, no se basa en ningún modelo anterior sino simplemente la filosofía más deportiva de aquellos años traída al siglo XXI.

No tienes más que ver las fotos y compararla con cualquier otro de la familia en que hemos probado antes en MotorADN.com. La base es la misma, pero el resto totalmente diferente. Por ejemplo, frente a los manillares más o menos anchos y altos habituales en la familia BMW Heritage, aquí vemos unos semi manillares bajos y cerrados, clásicas de modelos como las Moto Guzzi Monza o Le Mans, o también, por referirnos algo más nacional, las Bultaco Streaker. Además incorpora un frontal largo y redondo, muy echado hacia delante que refuerza esa imagen de moto de carreras de hace más de 40 años. Pero eso no es todo, porque también tiene un colín monoplaza corto y curvo que no permite llevar pasajero… pero es que esta Racer no permite llevar pasajero. Es decir, que está homologado para una sola plaza. O sea, que no puedes instalarle un asiento trasero ni estriberas para el pasajero. ¡Para auténticos lobos solitarios!

BMW Nine T Racer prueba MotorADN (36)

Como último toque, esa combinación blanca, roja y azul, auténtica combinación BMW Sport, consigue un conjunto tan atractivo que es difícil de describir. Desde luego, no es una moto para gente que busque discreción, te lo puedo asegurar.

Y ahora pasemos con los elementos más comunes. El chasis sí que es ya conocido, porque es el mismo usado en la Nine T Scrambler y en su hermana 2017 Pure, tubular de estructura modular en tres partes frontal, trasero y subchasis para facilitar todo el proceso de customización.

El motor, por supuesto, es el viejo conocido bóxer con cilindros opuestos, refrigerado por aire y aceite con 1170 cm³ y 110 caballos de potencia. Se ha retocado ligeramente para este 2017 a causa de la normativa Euro4, pero no ha bajado ni un ápice de potencia y tampoco en respuesta. Sin duda, un excelente trabajo de los chicos de BMW.

BMW Nine T Racer prueba MotorADN (29)

El sistema de transmisión es el también ya veterano y muy conocido cardan con Paralever, que incorpora una articulación en la transmisión (la parte que puedes ver en las fotos con un fuelle en medio del cardán) para evitar bloqueos en este tipo de transmisión rígida. No es un detalle muy deportivo, pero desde luego si auténticamente BMW y que te evita cualquier tipo de mantenimiento.

Por último, aquí también se emplea horquilla convencional por varios motivos. Por ejemplo, que refuerza la imagen clásica de estas motos estilo años 70, y también que son más baratas y simples que la invertida heredada de la superbike S 1000 RR que si equipa la NineT.

Inyección electrónica afinada hasta un punto de eficacia sorprendente, tres discos de freno con ABS… y poco más en lo que electrónica se refiere. Recuerda que busca ser una moto clásica, y los 70 eso de la electrónica aún no se estilaba. Eso sí, en las pequeñas pantallas de los dos relojes redondos del cuadro (tacómetro velocímetro, claro) podemos ver datos como la hora, consumos, autonomía, etc.

Bueno, también incorpora uno de los mayores inventos que agradece cualquier motorista: puños calefactables. ¡Cuando hace frío son una verdadera delicia!

Fotos BMW Nine T Racer prueba MotorADN (42 imágenes)

Francamente, yo no llegué a tener deportivas de estilo tan antiguo, con pero si las tenía algún amigo mío muy clásico. Recuerdo como teniendo yo mi primera CBR 600, mi amigo Fidel quería todavía convencerme de que su Guzzi Lario era lo mejor del mundo y que el poderoso bicilíndrico italiano siempre batiría a mi “batidora japonesa”. Por supuesto, no era así, pero sí recuerdo como montarme en aquella Lario fue una experiencia impactante viniendo de una moto relativamente moderna como la Honda. Era muy estrecha, larga en que te sentías sentado muy atrás y con los semi manillares tan bajos que casi no te permitían girar la dirección y te cargaban muchísimo las muñecas ¡Y eso que decían que la CBR era muy deportiva!

BMW Nine T Racer prueba MotorADN (22)

Pues esta fue la primera moto que me vino a la mente cuando me monté por primera vez, ya en la presentación de febrero, en la Racer. Acostumbrado a cualquier deportiva actual con chasis doble viga y cortas entre ejes para ganar agilidad, montarte en una moto en que tienes que estirar los brazos para llegar a unos manillares bajos es una experiencia.

Prueba BMW R NineT Racer: La presentación

Presionas el botón de arranque y el retumbar del clásico bóxer de aire hace bambolearse a la NineT de un lado a otro, clásico efecto de estos motores que, con una moto más rígida y de posición exigente como esta, se nota más.

Por otro lado, el resto de las sensaciones son parecidas, porque la equipación ya la hemos podido probar en infinidad de modelos BMW. Las manetas son regulables, por lo que los puedes adaptar al tamaño de tu mano, aunque como los semi manillares tan bajos y cerrados obligan a cargar mucho más peso en las muñecas y tener las manos inclinadas hacia abajo, opté por aflojar los soportes y bajarlas un poco ¡Mucho mejor ahora!

La progresividad del veterano bóxer es increíble. Desde abajo puede dosificar perfectamente el embrague para salir justo en el punto que quieres, y también el cardán se porta incluso en reducciones muy bruscas… mucho más bruscas que las que solías hacer en una trail o naked más tranquila cuando todavía este motor equipaba a casi toda la gama BMW.

Fotos BMW Nine T Racer prueba MotorADN (42 imágenes)

Y es que la Racer se porta muy bien en conducción deportiva, o si prefieres llamarla sport. Desde luego, prefiere zonas reviradas pero de curvas medias o amplias, donde puedes ir hilando perfectamente el tacto del acelerador y descolgándote para llevar la moto allá donde quieres. Sin embargo, en las muy cerradas, y sobre todo si son enlazadas, cuesta meterlas y cambiar de dirección porque la moto es bastante larga y no tienes el brazo de palanca que te ofrece el manillar alto de sus hermanas Nine T. Su retumbar (escape 2 en 1, ¡como tiene que ser!) te impulsa a través de la carretera y terminas cogiéndole el truco a una estabilidad que no esperabas en curvones amplios, pero aquí te encuentras con que las estriberas están colocadas muy bajas y rozarlas hasta el límite es bastante fácil.El tren delantero se mantiene ionamovible, entreotras cosas ayudado por el amortiguador de dirección colocado bajo la tija.

Lo malo de esta conducción es que la ergonomía es, digamos, muy diferente al de una moto de hoy día y terminas con las muñecas y los hombros realmente cargados, más que si fueras en la más exigente superbike actual. No obstante, si quería sabor “racing” clásico, desde luego aquí te vas a hartar.

BMW Nine T Racer prueba MotorADN (37)

En cuanto velocidad, no te encuentras cómodo sobre ella a más de 140, pero puede llegar a 200 si te estiras bien sobre el depósito. En cuanto los consumos, que puedes controlarlos por el pequeño cuadro digital del reloj derecho, consumió 6,1 de media.

Realmente, durante los días que dispuse de la unidad de pruebas hizo bastante mal tiempo, donde pude probar el excelente punto de intrusismo del ABS no regulable pero perfectamente usable en cualquier circunstancia, menos uno que fue precisamente el que aprovechamos para hacer las fotos. En ellos disfrute realmente de pequeños grandes detalles como los puños calefactables (¿he dicho ya que son una maravilla?), la protección que te ofrece el espectacular frontal y el hueco que han habilitado dentro del colín monoplaza, con una capacidad sorprendente con el pequeño respaldo haciendo de tapa.

BMW Nine T Racer prueba MotorADN (7)

No obstante, en carretera abierta, e incluso en circuito si quieres disfrutar de ella en alguna rodada, disfrutas de la Racer, pero lo más increíble llega a la ciudad o a puntos de reunión motorista. La expectación que crea es tal que no te puedes llegar a creer que la gente que pasa por la calle (ya no estrictamente aficionada, por supuesto) te bombardea a preguntas sobre ella y te pide si se pueden hacer unas fotos con el móvil. Bueno, o con una cámara como me pidieron unos turistas japoneses cerca de la plaza de la Cibeles. Desde luego, siempre la consideré preciosa, pero es difícil explicar cómo se consigue una moto tan absolutamente subyugante para el gran público con unas líneas tan clásicas.

Sin duda, en BMW tienen la fórmula mágica para conseguirlo. Esta Nine T Racer es la prueba.

Fotos BMW Nine T Racer prueba MotorADN (42 imágenes)

LIKE-NO LIKE                       BMW Nine T Racer prueba MotorADN (22)

LIKE: Diseño espectacular. Electrónica en su justo punto. Comportamiento sport.

NO LIKE: Ergonomía muy exigente. Homologada sólo para una plaza.