Norton ha pasado (otro) momento de profunda crisis del que parece poder recuperarse… ¿o no?

Foto: Marc Berdomás. https://enfoqueatres.com/

Equipación: CASCOS NZI. Chaqueta BYCITY

Todos los motoristas con más o menos experiencia y pasión por la historia de la moto saben perfectamente que es Norton, una de las marcas más representativas de la época dorada de la industria inglesa junto con otras fábricas como BSA o Triumph… Y como ellas también desaparecieron por sus gestiones empresariales prepotentes cuando, en los 70, aparecieron los japoneses arrasando el mercado mundial con motos buenas, bonitas y más baratas. Y que no daban ni la mitad de problemas mecánicos, por cierto.

Desde principios de los 80, que fue cuando estas marcas dieron sus últimos estertores (Triumph se recuperó después gracias a casualidades de la vida y la inversión de un multimillonario australiano, pero es otra historia) muchas de ellas han ido dando tumbos y señales de renacimiento con más o menos frecuencia. La leyenda que pesaba sobre ellas, la pasión de sus antiguos fanáticos y también el orgullo nacional ha sembrado de locas aventuras sobre reiniciar la fabricación en muchas de ellas, y Norton parece que lo había logrado hace unos cuatro años gracias a un apasionado inversor británico, loco por recuperar la leyenda de la marca, aprovechando la fiebre mundial de las motos retro-vintage-café racer que en la última década ha invadido el mercado de la moto.

Básicamente cogió diseños y motores de los años 60, y con la conveniente actualización para pasar las últimas normas anti misiones (léase Euro4, por ejemplo) presentó una preciosa gama de motos auténticamente retro que encantaba a cualquier motorista, pero los precios resultaban muy altos y el rendimiento… Pues el de motos de los años 60. Puedes informarte bien de ello, porque tuve la suerte de probar la Norton Commando 961 MKIII muy a fondo hace poco más de un año, con lo que disfruté y sufrí con ella a partes iguales como lo hacían los acérrimos “bikers” de hace 50 años. Así que, si quieres leer la prueba, la ficha técnica y ver videos y fotos de esa Norton, puedes hacerlo pinchando aquí .

Además, su idea era crear toda una campaña de fidelización y admiración histórica por Norton, por lo que también tenía pensado crear una completa gama de complementos y equipaciones con fabricanteas asociados tales como la marca de cascos española NZI, como puedes ver pinchando aquí:

Francamente, me parecía difícil que con un modelo como esa Commando u otras de su catálogo como la Dominator o la preciosa Superbike V4RR que tenían preparada, una fábrica pudiera sobrevivir… Y así fué. El CEO de Norton, Stuart Garner, cometió malversación de fondos lo que produjo una deuda gigantesca de la empresa y su bancarrota total.

Así, la desgracia que parece perseguir a las legendarias marcas inglesas (y las legendarias españolas también, pero eso daría para otro reportaje) parece no tener fin, y Norton parece que desaparecería de nuevo… Pero no.

La fábrica inglesa se puso en marcha para buscar un balón de oxígeno para continuar con vida y fabricando sus motos. La solución fue ser comprada por un gigante industrial indio, por lo que las antiguas colonias parecen ir al rescate de gigantes caídos de la industria inglesa, como también pasó en su momento con Royal Enfield. Así, el comprador ha sido el grupo TVS, tercer fabricante mundial y es conocida por nosotros entre otras cosas por fabricar las BMW de pequeña cilindrada, como las 310GS o 310R  que puedes leer pinchando aquí.

Bueno, ¿y qué pasa tras la compra? En plena “etapa dura” de la pandemia del COVID19, Norton precisamente fichó a varios trabajadores para terminar de montar motos que ya estaban señalizadas a nivel mundial, concretamente 466. Además, fichó como CEO al exdirector de Land Rover y Harley Davidson Europa de 1998 hasta hace 13 años, John Russell. Sus declaraciones fueron especialmente interesantes para saber por dónde irá el camino de Norton.

“Según los términos en que se vendió la compañía, no hay obligación legal sobre ninguno de estos depósitos. Venu ha dicho que quiere llegar a un punto en el que todos los clientes que hayan realizado un depósito estén satisfechos con el resultado. Nuestra esperanza es que podamos construir todas las motos”, dijo Russell.

«En cierto modo, esto no es muy diferente a la cuestión de los depósitos de los clientes en el sentido de que, de acuerdo con la forma en que se compró la compañía, mientras haya responsabilidades técnicas continuas en términos de integridad del vehículo, los aspectos de la garantía caducaron con el fracaso de la empresa anterior».

«En paralelo con el plan de ventas que hemos discutido, nuestro objetivo es ponernos en contacto con clientes que tienen problemas para que podamos desarrollar soluciones. Somos de mente abierta, pero obviamente hay un límite”.

Y continúa:

«Queremos ser justos y consistentes, lo último que queremos es que la gente se vaya con una visión negativa de Norton. Queremos asegurarnos de que no haya una sensación de que haya propietarios de Norton de segunda clase que sientan que perdieron el barco porque no recibieron el tratamiento que recibirán los futuros clientes».

Por otro lado, parece que la compañía quiere aprovechar el nombre de Norton para hacer motos más básicas y asequibles para captar muchos compradores y crear una buena base del mercado, aparte de decantarse posiblemente por el creciente mercado de motos eléctricas, aunque desde luego cara a los fanáticos que aún la siguen y, por supuesto, de la nueva generación que quiere ganar, una de sus metas tiene que ser deshacerse de esa imagen de marca de futuro inestable. Veremos a ver cómo evoluciona la cosa.