Cuando llega el frio de verdad, ¿sabes cuál es una de las mejores soluciones para mantener las manos calientes? Aquí lo probamos: son los guantes calefactables Seventy Degrees.

Multimedia: Enfoqueatres . Mark Berdomas.

Los guantes calefactables por sistema eléctrico no es un invento nuevo, De hecho, personalmente probé los primeros en los ´90, aunque aquellos todavía funcionaban conectados a la batería. No había las baterías como las que si existen hoy día, por lo que en los últimos años si han empezado a aparecer modelos de buenos guantes de moto con pilas o baterías independientes. Está claro que, si lo conectas a una toma de corriente de tu moto, tienes una duración eterna perfecta para viajes largos, pero para usar a diario o en motos no estrictamente ruteras (como nos ocurre con las pruebas) está claro que no tener que organizar los cables de conexión (que se enganchan o se lían o…) es una ventaja definitiva para montar en moto.

Así, me interesaba de forma especial probar los guantes de esta prueba, los Seventy Degrees T39 en este duro invierno… ¡en que he pasado días de frio siberiano! Desde luego, no es el primer guante de este tipo que probamos. Hace un par de años lo hicimos a fondo con unos Garibaldi TCS, cuya prueba puedes leer pinchando aquí.

Y este invierno 2020-21 nos ha tocado probar los Seventy Degrees T39. Desde luego, lo importante en cualquier guante de moto es que sea de calidad, tanto de materiales como de terminación, y en este caso nada más sacarlos de la caja estos Seventy tienes claro que a este respecto cumplen de sobra. Recios, con armadura de Cordura con Shoftshell y membrana de Wintertex, protecciones rígidas de nudillos y falanges, y bastante grosor acolchado, como suele y debe ser en unos verdaderos guantes de invierno. En la palma tienes piezas de piel y forro interno de Polarfleece como aislante.

Tiene un buen faldón, largo, con un borde de neopreno para poder ajustarlo a la manga, aunque no vendría nada mal un tirador anatómico para poder introducir el dedo (como en las botas) y tirar de él. Incorpora un tensor con tanka y un tirador con velcro para ajustarlo a la muñeca.

En este faldón ves el botón de encendido, que tras pulsarlo 2 segundos se enciende de forma intermitente con 3 colores: rojo, verde y azul, que indican las tres intensidades de calor que puedes elegir con 2, 3 y 4 horas de duración cada una de ellas. Detrás tiene una bolsa cerrada con velcro, dentro de cual colocas la voluminosa batería con las conexiones internas tipo USB que activan las resistencias interiores, que se extienden por dentro del guante (dedos, dorso, etc.) y lo calientan.

Como buen detalle extra, incorpora un «mini limpiaparabrisas» (algo estrecha, quizá) en el guante izquierdo para limpiarte el agua cuando llueve.

PRUEBA GUANTES ELÉCTRICOS SEVENTY DEGREES SD-T39: COMO FUNCIONA

Por supuesto, en la caja de preentación incorpora también un cargador con dos tomas, una para cada batería. Una vez cargadas, has de abrir las pequeñas bolsas que están en el faldón, sacar las conexiones, enchufar las baterías cargadas y meterlo todo dentro. A este respecto, se agradecería que los cables fueran más cortos, porque se apelmazan demasiado dentro del imitado espacio donde se contienen, y con el tiempo pueden dar problemas al tener que retorcerlos . Por otro lado, las baterías también son muy grandes y aparatosas (pesan 169 gr. cada una, por 345 de los guantes), y te tienes que acostumbrar a llevar tanto volumen “colgando” de las muñecas, aunque a esto te acostumbras realmente pronto. No obstante, estamos esperando a que nos envíen unas nuevas baterías, que son las que estarán a la venta, y que al parecer son más compactas.

Cuando activas el sistema, el calor empieza a fluir rápidamente, y realmente sientes las manos calientes y, si hace mucho, mucho frio, al menos no las sientes heladas, por lo que puedes seguir pilotando perfectamente. En esta situación, no tienes más que apagar la batería para darte cuenta que, incluso con buenos guantes de inverno convencionales como estos, las manos se te quedan realmente frías. O sea, que el sistema funciona perfectamente. Además, incluso bajo una tormenta muy fuerte de lluvia y granizo, no calaron ni me entró agua puesto que ajustan muy bien con la chaqueta apretando adecuadamente el tanka.

Como cualquier guante invernal, al ser grueso, pierdes algo de tacto hasta que los usas unas horas y te acostumbras a ellos. Por último, yo hubiera preferido que el sistema de carga fuera más fácil. Tener que desconectar las baterías desplegando todo el cableado, sacarlas para cargarlas a la red y volver a “encerrarlas” de nuevo en su alojamiento, es algo engorroso y siempre terminas teniendo que colocar los largos cables de la mejor forma posible.

No obstante, tanto su calidad general como su capacidad de producir calor y dejarte rodar con las manos a temperaturas razonables, es algo que valoras en su justo punto cuando te los quitas y te das cuenta el frio, mucho frio, que hace fuera.

¡Menos mal que los tengo!

PRUEBA GUANTES CALEFACTABLES SEVENTY DEGREES: LIKE-NO LIKE

LIKE: Calientan las manos… que es de los que se trata. Calidad general. Sistemas de ajuste.

NO LIKE: sistema de carga engorroso.  Falta un tirador para subirte el guante. Cables de conexión largos

FICHA TÉCNICA GUANTES CALEFACTABLES SEVENTY DEGREES SD-T39

Material: Cordura con Softshell, membrana Wintertex, forro interior Polarflecee, Prilation en la palma.

Ajuste en muñeca por velcro y bocamanga por tanka.

Sistema calefactable con una batería 12 v. por guante. Activación por botón en el faldón, tres niveles. Autonomía: 2,3 y 4 horas.

Peso: 345 gr. c/u

Tallas: de XS a 3XL

PVP aprox: 159 euros.

FOTOS GUANTES CALEFACTABLES SEVENTY DEGREES T39