Si montas en moto, seguro que tienes botas. Otra cosa es que tengas unas botas específicas para el circuito, para trail, para ciudad o, lo que más nos interesa ahora, para el invierno.

Tener tal cantidad de calzado no está al alcance de todos, por lo que lo normal es tener simplemente unas botas, normalmente de carretera, de la calidad que hayamos podido pagar. Por eso, normalmente la gran mayoría de los usuarios no se han gastado 400 euros (o muchos más) en unas botas específicas de invierno. El caso es que, si cualquiera de vosotros está en este caso, vamos a ver cómo podemos convertir o “adaptar” esas botas a un uso de frío intenso. Bueno, realmente se puede hacer con unas botas de moto y también con unas tipo “trekking”, que muchos aficionados tienen como calzado alternativo para la moto. Desde luego no es recomendable, pero desde luego mejor llevar unas buenas botas de “trekking” que otro calzado mucho más ligero.

En fin, lo cierto es que el corte y la caña de una bota de invierno suele ser más gruesa que una menos específica, y además suele tener algún tipo de tejido más impermeable y transpirable tipo GoreTex. No obstante, sin duda lo que se busca es no pasar frío en tus pies, por lo que comencemos a citar los cinco trucos que os recomiendo por si no tienes dinero para unas buenas botas invernales.

1-Calcetines térmicos

Vamos, esta idea tampoco es de ser ingeniero de tejidos. Cuando hace frío, te pones calcetines más gruesos que cuando hace calor, eso es lógico, pero podéis haceros con unos muy buenos- y normalmente caros -calcetines tipo escalada o similares, con la caña muy alta, para que también nos proteja hasta casi la rodilla. El comportamiento de los tejidos de estas prendas es simplemente sorprendente, y un gasto por este dinero es buena idea.

También se pueden encontrar calcetines con la parte exterior de neopreno y la parte interior suave de forro térmico (yo tengo unos, por ejemplo), algo así como un escarpín de buceo. El aislamiento es perfecto, pero engrosan mucho el pie y seguro que necesitas una o dos tallas de bota más.

2- Plantillas térmicas

Algo bastante habitual sobre todo en las zonas rurales es colocarse, en el interior del calzado, plantillas que te aíslan especialmente del frío del suelo. Son relativamente fáciles de encontrar en tiendas de deporte e incluso en tiendas de ropa convencional, y pueden ser de aisiante tipo poliuretano, o las más asequibles de tejido tipo lana sintética. Al igual que en el apartado anterior, te recomiendo que no escatimes por unos pocos euros en algunas que logren aislarte bien del frío, aunque ciertamente seuelen ser bastante baratas.

Duran bastante y son muy efectivas.

Igual que en el apartado anterior, tienes que tener en cuenta que, al ser algo más gruesas que las plantillas normales, puede que ocupan demasiado sitio dentro de la bota y no te dejen calzártelas con comodidad ¡Atención a esto!

3- Plantillas eléctricas

Si, estaríamos el mismo caso del apartado anterior, pero esta vez con unas plantillas que, mediante un cable y una batería que se fija con un clic a la caña de la bota, nos calientan el pie. Básicamente, es el mismo sistema de los guantes eléctricos pero pasado a los pies.

Es bastante normal usarlos en deportes como la caza u otros invernales como esquí o similares, por lo que en tiendas especializadas a este respecto, y buscando un poco, podrás encontrarlas… además de las de equipación de moto, claro.

4- Calcetines eléctricos

Este tipo de calcetines son más recientes. Como su propio nombre indica, es la combinación de unos buenos calcetines invernales o térmicos con una plantilla eléctrica. Es decir, que el mismo calcetín tiene insertadas resistencias que se calientan mediante un mando externo que se fija en la parte exterior de la bota o similar.

La idea es buena, la autonomía anunciada (como en las plantillas) es de unas 12 horas, que en realidad son muchas menos, y los precios razonables, pero tanto cableado interior suele resultar bastante delicado y es fácil que al flexar, o simplemente al andar con ellas y por el peso del cuerpo sobre el pie, se rompa alguno de los cables y de repente no te funcione. Es decir, no caliente.

No obstante, un muy buen complemento.

5-Cubrebotas

Esta es la solución más barata para aislarnos los pies, especialmente de la lluvia. Es muy habitual entre los grandes ruteros y otras personas que están montando en moto todo el día durante todo el año, como puedan ser los mensajeros o repartidores de comida. Básicamente son una especie de calcetines o fundas externas, pero muchos más holgados, fabricados en nylon o cordura, y que nos cubren todo el exterior de la bota o el calzado que llevemos.

Al ser impermeable, desde luego no deja pasar el agua, pero, a no ser que tengan un buen forro térmico, al menos son un cortavientos. A nivel de protección del frío no harán gran cosa… Pero quitarte el agua de los pies ya es un gran avance.

FOTOS COMO CONVERTIR TUS BOTAS EN BOTAS DE INVIERNO