BMW sigue con su hipermusculada familia supercustom R18. Aquí pruebo una de las más bonitas y atractivas, una de esas motos que disfrutas lo indecible rodando con ella: la BMW R18 Roctane.
En el 2016 los de BMW anunciaron un modelo tan exuberante que parecía desquiciado: elevar su motor bóxer bicilíndrico a una cilindrada fuera de la lógica, pero que estaba claro que tenía un atractivo especial para un público especial, y sobre todo de un país en concreto. Los grandes bicilíndricos descomunales son la base “filosófica” del mercado custom más puro, y en Estados Unidos siempre se ha buscado romper la siguiente frontera de la lógica en lo que a cilindrada unitaria se refiere. No hay más que ver la evolución de las Harley o las Indian, siempre desarrollando motores V2 típicamente americanos que ya rondan los 2.000 cc.
BMW ya intentó, y logró, hacer una preciosa custom con el bóxer 1200 allá por el año 1997. Era la familia C, para la que “cogieron” (que lo contrataron, vamos) al diseñador precisamente de Harley Davidson, David Robb, y después apareció pilotada por James Bond en “El Mañana Nunca Muere”. Vamos, ¡que los chicos de marketing hicieron bien su trabajo!, y la moto en sus distintas versiones (como la Montauk) fue sin duda la mejor custom de su momento tanto de estabilidad, frenada y parte ciclo en general.
Pero este modelo no triunfó como en Baviera esperaban, por lo que duró mucho menos tiempo de lo que hubiéramos deseado para tan excelente moto. En el 2005 dejó de fabricarse, tras varias versiones, y es quedamos sin una buena mega custom alemana para disfrutar, pero… El tiempo pasa, y las tendencias del mercado a más. Así, tras el éxito indiscutible de la BMW R NineT en el 2016, BMW vió un arrasador éxito inesperado y que el motor bóxer podía ir mucho más allá de las GS y, entre otras cosas, hacer renacer un mercado custom que aceptaría bien una marca de rancio abolengo como BMW.
Dicho y hecho. Comenzó la idea de desarrollar modelos “semi mega custom” como la BMW K1600 Grand América (cuya prueba a fondo puedes ver pinchando aquí) con el motor 5 cilindros en linea que, en un principio, luchaban en el segmento de las grandes ruteras de estilo americano como las Honda Goldwing o las Harley Davidson Road Glide, pero que ya designaban lo que se acercaba.
Así, en el 2020 ya pudimos probar, como puedes ver en este reportaje, la primera R18 con el venerable motor bóxer pero elevado a la enésima potencia. Un motor totalmente nuevo en una moto desbordante de músculo y estilo custom, pero con un toque que la hacía totalmente personal y que combinaba, como ninguna otra, líneas vintage de espíritu europeo con el gran custom puramente americano.
PRUEBA BMW R18 ROCTANE: ESE MOTOR…
El bóxer ya era un motor grande, porque en aquel momento ya tenía 1250 cm³, pero era difícil pensar como un propulsor en que un pistón va la derecha y otro a la izquierda podía elevarse a unos descomunales 1. 801 cm³ reales… Pero lo hicieron.
Como es habitual en el mundo megacustom, la potencia más bien contenida con 91 CV, pero con un par absolutamente desbordante que en este caso es de 158 Nm a 3000 rpm. Pero claro, quedaba otro gran problema que nos tenía a todos intrigados ¿cómo se iban a controlar las terribles vibraciones que se podrían producir en un motor bóxer de ese tamaño?

Pues, a pesar de su apariencia claramente gigantesca y retro, por dentro si que tiene soluciones de última generación para poder ser lo suficientemente suave para poder conducir por carretera y, además y por supuesto, para pasar todas las normas anti polución que sufrimos en Europa. Así, y a pesar de contar con refrigeración por aire y aceite (no de agua) por lo que delante cuenta sólo con un pequeño radiador, tiene un cigüeñal forjado en acero endurecido para poder soportar el empuje de sus bestiales bien las con un cojinete en el centro, con unas varillas de empuje realmente cortas y cuatro válvulas por cilindro. Visto de cerca, las culatas de las tapas de balancínes son impresionantemente masivas y en este modelo, además y como gran parte del resto de la moto, pintadas de negro.

Por lo demás, cuenta con tres modos de conducción y sus respectivas curvas de potencia que cuentan (como en las anteriores R18) con denominación es muy “American style” como son Rain (el más suavecito), Roll (equivalente a modo Road, con toda su potencia y entrega) y Rock, mucho más cañero y con una entrega de par que te puede dejar tonto porque… ¡tanto empuje te pega los sesos a la nuca!

Y como buena BMW, el tema de las ayudas electrónicas también está muy bien cubierto cuenta con ASC, que se control de estabilidad, el control del freno motor, algo fundamental en motos con semejante cilindrada unitaria, control de crucero DCC y también ABS en curva. Por cierto, también le puedes meter un elemento muy útil que es la marcha atrás, que funciona muy fácilmente presionando un botón de la piña, y también ayuda de arranque en cuesta, que con lo que pesa tampoco es mala idea. Por cierto, el peso total en orden de marcha es de… 374 kilos. Ligera no es, ni lo busca.

Chasis tubular con un depósito de sólo 16 l y un mullido asiento (elemento personalizable, como siempre en BMW) a sólo 720 mm del suelo, para que puedas objetar bien toda su masa. Transmisión trasera con cardán al aire, y grandísimas llantas de 21 pulgadas delante y 18 detrás. En cuanto a estética, cuenta con una carcasa de faro (toda iluminación LED y funcionamiento adaptativo en curva) estilo “cuello de toro”, horquilla de 49 mm, con manillar elevado (no “cuelga monos”, pero casi) y discos de freno de 300 mm tanto delante como detrás. El color es negro, pero el precioso gris militar de nuestra unidad de pruebas es un extra de 399 euros.
PRUEBA BMW R18 ROCTANE: ahora, a rodar
Los ligeros retoques de diseño que puedes ver en el apartado anterior la verdad es que le dan un estilo entre musculoso, agresivo y elegante realmente efectivo. Te gusten las custom o no, el diseño de esta moto si que te gustará.

Te montas, con el asiento tan bajo no hay problema para estabilizarla en parado, pero con el manillar alto lo más posible es que, con menos de 1,80, no te den los brazos para poder girar de toda la dirección. No obstante, la posición es bastante cómoda a pesar de contar con el ya conocido hándicap de las custom con motor bóxer: no poder montar mandos adelantados porque los cilindros no dejan sitio. Bien, presionas el motor de arranque y has de posar bien los pies a cada lado porque las primeras vibraciones son las que te esperas de un bóxer de 1802 cm³ reales.

Es decir, contundentes. No obstante, en cuanto metes primera y notas el perfecto trabajo de los chicos de BMW al respecto del ajuste interior de este motor (la primera apenas suena y hace “clonk”, como te esperas), sueltas el acelerador con su ancha maneta y comienzas la marcha. De nuevo, el equilibrado del totémico cigüeñal equipa esta Roctane es totalmente efectivo. Apenas vibra (pero vibra) y, según subes las marchas, llegó un momento en que notas potentes pulsaciones, pero no vibraciones molestas según pasan los kilómetros, como recuerdo que si eran en los antiguos motores 1. 150 y los primeros 1. 200. Además, aquí cuenta con la gran ventaja de que, con su insondable par, te permite rodar gran parte de una ruta en sexta sin casi cambiar de marcha cuenta con pedal de cambio doble punta-tacón, algo clásico de las grandísimas custom americanas tipo Harley Road Glide o Indian RoadMaster, además de contar con el siempre eficaz control de velocidad.
Por supuesto, la estabilidad a velocidad de carretera es impecable, y no sólo por su distancia entre ejes y su peso sino también porque cuenta con una preciosa y grandísima llanta delantera de 21 pulgadas. Esto, en zonas reviradas, que obliga a trazar las curvas con la trazada muy estudiada y el tacto al acelerador muy cogido, pero gracias a la eficacia general en cuanto a tacto de embrague, buen chasis y amortiguación suficientemente firme, le coges el truco rápidamente.

Los frenos funcionan sin un mordiente salvaje pero con buena potencia, y además incorporan buenos latiguillos metálicos lo que evita que pierdan mucho rendimiento cuando los tienes que usar sin pausa o sube mucha temperatura. Por cierto, precioso detalle el que en el depósito de líquido esté grabada la leyenda “Berlin Built”, Fabricado en Berlín. A este respecto, la verdad es que la Roctane está llena de detalles atractivos ¡Si es que hasta los neumáticos Bridgestone se llaman Battlecruiser!

Además, y no me preguntes porque, en curvas tardas en rozar las cómoda plataformas (que no estriberas) bastante más de lo que te puedes pensar en una moto de estas dimensiones. No obstante, cuando llega ese momento la trazada continúa imperturbable a pesar del “subviraje” que siempre tienen motos de esta longitud. Pero lo cierto es que resulta mucho más disfrutable de lo que puedes pensar. Incluso en ciudad, su admirable tacto de motor para ser un bóxer 1800 la hace bastante sable. Otra cosa la ergonomía, fenomenal para carretera, pero no tanto en zonas muy lentas y tráfico denso.

En cuanto a velocidad, ya declara que es capaz de alcanzar más de 180 km hora, pero otra cosa es si tu cuello y tus brazos lo aguantan. La aerodinámica totalmente desnuda de una custom con los brazos elevados produce un efecto vela que convierte el ritmo razonable que puedas mantener sobre los 130. Además, ahí el consumo empieza a subir un poco, por pura aerodinámica hasta ese momento te mantendrás por debajo de los 6 l, pero si el ritmo sube los litros del comedido depósito de 16 l también empiezan a desaparecer. Y a eso hay que contar la sesión del masajista que te debes dar el cuello cuando llegues a tu destino, como en toda custom.
Un posible pasajero no disfrutará mucho en el asiento de la unidad de serie, pero en el habitual nutrido catálogo de BMW encontrarás lo que necesites como asientos más anchos y mullidos, con respaldo, y todo lo que necesites para que tu pasajer@ disfrute del camino tanto como tú.
Desde luego, si quieres una mega custom masiva, personal, trufada de tecnología pero sin exageraciones que te obligan a leerte un libro para poder disfrutar de las ayudas electrónicas, y sobre todo de diseño absolutamente atractivo, poderoso y arrasador, este es uno de los primeros modelos en que debes pensar. El precio base es de 28.930 €, tan espectacular como la moto en si misma. Por cierto, si tenéis el carnet de moto recién sacado, recuerda que esta BMW R 18 Roctane ofrece de serie 91 caballos, que son 67 kW, tres menos de lo que impone la ley para ser limitable para el carnet A2. Por lo tanto, se puede limitar a la mitad (46-35) para que puedas disfrutarla hasta que pasen los primeros dos años y puedas llevar cualquier modelo full Power.

¿Te imaginas inaugurar tu vida moto era con uno de los modelos más espectaculares del mercado? ¡Que maravilla!!
PRUEBA BMW R18 ROCTANE: LIKE-NO LIKE
LIKE: diseño. Tecnología electrónica. Progresividad del motor para su desmesurada cilindrada.
NO LIKE: penetración aerodinámica. Imposibilidad de montar mandos adelantados. Peso total.
FOTOS BMW R18 ROCTANE PRUEBA A FONDO



































