Desde que Husqvarna paso pasó a ser parte del grupo KTM las cosas han cambiado mucho, como demuestran motos cómo esta Husqvarna Svartpilen 701.

Fotos+video: @mhinjos . @el_jinchos

Equipación: LEM @lemwear.official . ORIGINE @originehelmets

Husqvarna, al igual que KTM, es una fábrica hacia alzada históricamente como una de las grandes marcas de motos off road. Por lo tanto, si querían penetrar en el mundo de las motos de carretera tenían que hacerlo creando motos muy especiales y que atrajera a un nuevo tipo de público que no se decantase por las ya conocidas por otros fabricantes europeos, americanos y japonesas. ¡Dicho y hecho!

Husqvarna, cuando hace unos 10 años que perteneció fugazmente a BMW, ya tuvo una espectacular naked deportiva furiosa y adrenalínica como fue la Nuda 900, que por cierto equipada un bicilíndrico twin derivado del 800 alemán que fue el mejor motor que jamás he conseguido con esa base y, que, por esas cosas incomprensibles del destino, nunca se volvió a usar… pero es otra historia. Lo cierto es que por una de esas cábalas macroeconómicas, Husqvarna pasó de repente a ser parte del grupo KTM… tan de repente que recuerdo que en el 2013 estaba probando en ese momento una Nuda Touring (o sea, la Nuda básica con unas monísimas alforjas semirrígidas y poco más), y me llamaron de las oficinas centrales de la marca alemana para devolverla de forma inmediata. Tuve que montarme en ella y bajársela, efectivamente, en el instante.

En este momento ninguno sabíamos exactamente cómo iba a evolucionar la marca, aunque viendo como lo hacía KTM (la rabiosa SuperDuke 990 ya llevaba dos ó tres años en el mercado), era de suponer que pronto veríamos modelos con los que se pudiese rodar por asfalto, pero la gran pregunta era ¿cómo serían? Pues como esta Svartpilen 701, cuya videoprueba puedes disfrutar pinchando aquí.

 PRUEBA HUSQVARNA SVARTPILEN 701: CURIOSA, PERSONAL.

Cuando en los salones otoñales de hace un par de años se vieron por primera vez las nuevas “Husky”, lo primero que resultaba peculiar fueron sus nombres: Svartpilen 701, con un bicilíndrico de 693 cc. y Vitpilen 701 y 401, con ese mismo 603 y un monocilíndrico de 375 cc ¿A que parecen los nombres de dos personajes de El Señor de los Anillos, o de los gemelos de Tintín? Pues no, si las traducimos del élfico…digo, austriaco, significan Flecha Negra y Flecha Blanca, pero ya te digo que los nombres resultan difíciles de recordar y diferenciar. Yo mismo he llamado muchos meses SvarTIplen a la moto que probamos hoy…

La idea de Husqvarna ha sido crear unas motos- por cierto, diseñadas por Kiska, el taller de diseño que ha desarrollado también las particulares líneas afiladas de las KTM– manejables, polivalentes y manejables pero con un toque de “guerrero urbano” que las haga atractivas a los jóvenes (y no tan jóvenes…) que buscan una moto para usar a diario, pero que les sirva para disfrutar en excursiones de carretera y que tengan un toque de distinción. Que no sean motos insulsas, vamos. Algo similar a lo que en su momento intentó Buell con sus motos en su momento.

Por eso el diseño es tan impactante, a pesar de ser básicamente discreto y minimalista, además de tener colores oscuros (negro y gris, básicamente), pero lo cierto es que logra combinar ese aire clásico de moto naked café racer o Scrambler años 60 con “algo” que la hace ser fantásticamente moderna y elegante. En vivo te hace extrañarte y admirarla mucho más que en foto… hace falta valor para hacer una moto así. ¡Buen trabajo el de los chicos de Kiska!

Pero claro, ahora toda la base es KTM, desde el chasis hasta el motor monocilíndrico que también empuja la divertidísima Duke 690. Como comentaba más arriba, es realmente un 693 cc. que no es nuevo puesto que apareció hace unos 10 años, pero que desde luego marcó en su momento (y lo sigue haciendo) lo mejor en cuanto a lo que puede evolucionar un monocilíndrico deportivo. Ha sido actualizado y declara entre 75 y 77 cv (depende de la ficha que consultes), y desde su aparición se caracterizó por sus prestaciones a nivel de muchos bicilíndricos, y por un control de las vibraciones, que son el eterno problema de los motores de un solo cilindro, absolutamente espectacular gracias a su doble eje de equilibrado.

Solo declara 159 kilos, que son muy, muy pocos, y además incorpora todo tipo de tecnología y ayudas electrónicas como ABS y control de tracción de un solo nivel y desconectable, aunque todavía no incorpore la unidad Bosch de control en curva. Por ultimar el tema técnico, esta Svartpilen tiene llantas de radios de 18 y 17 pulgadas delante y detrás con dos discos de freno de 320 y 240 mm. Respectivamente, con horquilla invertida de 43 mm fácilmente regulable delante y monoamortiguador detrás.

PRUEBA HUSQVARNA SVARTPILEN 701: ENTRE EL FLAT TRACK Y EL DISEÑO

¿Cómo va esta moto tan peculiar? Pues si hay una fábrica que sabe cómo hacer monocilíndricas sport, esa es KTM y, por lo tanto, ahora también Husqvarna. La primera impresión es lo pequeña que resulta cuando te montas, y recordé cuando rodé sobre su hermana 401 que prácticamente me pareció una pit bike. Estéticamente resaltan detalles como un asiento trasero, que simula ser un colín monoplaza por su diseño y color, con su correspondiente hasta para que el pasajero pueda agarrarse y también el guardabarros trasero “colgado”. Es decir, que está anclado al final de basculante y sólo cubre la parte trasera de la rueda, muy a la moda actualmente.

El amortiguado sonido del 693 cc. retumba a través de muy civilizado Akrapovic de nuestra unidad de pruebas, pero desde luego cuando empiezas a acelerar la cosa cambia. El bronco sonido del gran monocilíndrico retumba mientras avanzas con una sorprendente suavidad para un motor de este tipo y tanta compresión. Además, lo que también sorprende para bien es el perfecto control de las vibraciones y el del freno motor, normalmente bastante rotundo y algo molesto en los grandes monocilíndrico. Aquí, en cambio, junto con el embrague anti rebote, puedes bajar marchas como una ametralladora sin problemas de bloqueo de rueda y ni siquiera de excesiva agresividad en las retenciones.

Además, como es habitual en todas las motos de la factoría KTM, la electrónica va perfecta y también el cambio semiautomático, que como siempre funciona bien a partir de cierto régimen. Es decir, para rodar tranquilamente por la ciudad a bajas revoluciones y un solo pistón de 700 cm³, si cambias por debajo de 4. 000 o 5. 000 revoluciones notas un tacto brusco, nada suave. En cambio, en carretera o circuito disfrutas de lo lindo subiendo o bajando marchas casi con el pensamiento sin tocar el embrague. En comportamiento sport, es una de las motos más divertidas que puedas probar, porque es tan pequeña y tan ligera que acelera con verdadera rabia sujetándose muy bien gracias a la muy buena amortiguación WP (que también pertenece al grupo KTM, claro). Motos de mucho más cilindrada y carácter deportivo se sorprenden de que, cuando van a frenar en cualquier curva, les haya sido imposible separarse de esa pequeña y extraña moto de raro diseño que frena y acelera tan bien.

Las ayudas electrónicas desconectables la verdad es que requieren un proceso bastante complicado de recordar y ejecutar. Por otro lado, esa combinación de talante sport con llantas de radios y neumáticos trail– más bien Scrambler- te permiten meterte en algún tramo súper sencillo de tierra, pero realmente no es su terreno porque entre otras cosas la amortiguación es corta y dura, mucho más enfocado a aguantar fuertes frenadas y aceleraciones en carretera. Aquí sí eché de menos en algún momento equipar llantas y neumáticos puramente de carretera, pero claro que para eso está la prima de esta Husqvarna Svartpilen, la KTM Duke 690 que ya probamos en su momento.

Cómoda sí que es, pero ya os he comentado que resulta especialmente compacta y pequeña. En el concesionario que la recogí me comentaron el gran éxito que está teniendo entre cierto público urbano como hipsters que buscan una moto de prestigio con carácter retro, y para muchas chicas que también quieren una moto peculiar y manejable, que vaya muy bien de todo y a la que lleguen perfectamente al suelo.

Como moto de carretera se comporta perfectamente pero no es una gran rutera, como te puedes imaginar viendo su diseño. La verdad es que ningún monocilíndrico suele poder calificarse de buen motor para viajes largos, pero en este caso las bajas vibraciones y el buen consumo (5,9 de media, con tramos en que se ha exigido mucho al motor) no la harían una mala opción si no fuera por su tamaño tan compacto y la aerodinámica.

PRUEBA HUSQVARNA SVARTPILEN 701: PUNTO FINAL

Además de esa extraña elegancia que destila su peculiar diseño, que la hace ser el centro atención a pesar de su discreción, es la moto que siempre quieres coger para el día a día, pero que además también disfrutas en cualquier momento de salir con tus amigos a dar una vuelta o simplemente dirá disfrutar sólo por tu puerta favorito.

Resulta tremendamente fácil y descansada de pilotar por muy revirado que sea el recorrido. Es decir, que busca llevar nada ha sacado un modelo inconfundible que conjunta la pasión que hará mismo levantan las motos con diseño vintage con la tendencia de las buenas naked deportivas, que lo hacen todo y lo hacen bien. Por lo tanto, esta Svartpilen es la compra perfecta para que quien busque una primera moto especial, poco vista y que no sea el típico modelo que cada vez que vas a una reunión vez 20 iguales. Si además eres de l@s que tiene problemas para encontrar una moto con la que llegues bien al suelo, no busques más porque aquí la tienes.

PRUEBA HUSQVARNA SVARTPILEN 701: LIKE-NO LIKE

LIKE: Diseño personal y atractivo. El mejor motor monocilíndrico. Parte ciclo.

NO LIKE: Muy compacta para tallas mayores de 1,70. Protección aerodinámica de serie.

FOTOS HUSQVARNA SVARTPILEN 701