KTM se distingue actualmente por ser la marca que defiende la estructura V2 de sus motos más deportivas, aunque realmente aún no tiene una “Racing” de calle, pero desde luego las Duke son una de las referencias claras a la hora de hablar de motos naked radicalmente deportivas. Ya sabes cuál es el lema de la marca- “Ready to Race”- y desde luego que esta filosofía la aplica al 100 × 100 en sus motos. En este caso, la SuperDuke comenzó siendo una adrenalina y explosiva 990 en la primera década, pero fue evolucionando hasta los actuales 1.290 declarados, que son ni más ni menos que 1.301 cm³ reales.

Parece que con una cilindrada tan desmesurada y pistones tan grandes como sombreros mexicanos no puede girar a los regímenes que exige una moto deportiva, pero los austriacos han conseguido que lo hagan, ¡y de qué manera! Montar en una SuperDuke 1290 es una experiencia de resistencia a la adrenalina cada vez que giras el acelerador… ¡así que con la próxima 1390, no me lo quiero ni imaginar!

¿Qué cambios tiene la nueva 1.390 respecto a la 1.290? Bueno, primero hay que citar lo evidente, que es la diferencia de cilindrada. De esos 1.301 y 175 CV, el LC8 (Liquid Cooled 8 válvulas) se pasa a 1.350 y 190 CV. aumentando el diámetro de los pistones y cilindros a 110 mm (108 en la 1290), manteniendo la carrera de 71 mm. Para controlar esta cilindrada unitaria de absoluta locura (¡675 cc por cilindro!) Por supuesto tiene todas las ayudas necesarias como embrague antibloqueo o el sistema Cam Shift de distribución variable en tiempo real. Por otro lado, se ha aumentado la capacidad del depósito hasta 17,5 l-1,5 más que el modelo anterior-, lo que verdaderamente aumentará su autonomía hasta, según declara la marca, aproximadamente 300 km. Por supuesto, este aumento de cilindrada también viene determinado para compensar la pérdida de prestaciones que obliga el cumplimiento de las emisiones EURO 5+, que por supuesto esta KTM SuperDuke 1390 cumple a rajatabla.

Después, se ha rebajado el peso hasta los 200 kilos en seco, lo que hace que este modelo a una relación peso potencia casi de 1:1. Esto se ha conseguido con pequeños grandes detalles como eliminando la luz trasera (ubicando esta función en los intermitentes) y la nueva luz delantera, espectacularmente agresiva hasta que casi parece la cara de un alíen a punto de atacar, pesa 700 g menos.

Por cierto, las luces de posición o de circulación ajustan su intensidad dependiendo de la luz ambiental. Además, se han rebajado el grosor de los paneles del depósito y los espectaculares alerones delanteros, para aumentar la estabilidad a alta velocidad sin carenado que te proteja.

En cuanto a la parte ciclo, el ya conocido chasis multi tubular clásico de KTM, se complementa con amortiguación es de última generación, por supuesto de la marca WP que son parte del grupo austriaco. El amortiguador trasero y la horquilla son WP Apex multi regulable en compresión alta y baja, extensión, compresión y pre carga sin herramientas. En el modelo KTM 1390 SUPER DUKE R EVO, más equipado que el R, disfruta de la Tecnología Semi-Activa WP (SAT) de regulación electrónica y que permite ir adaptando la amortiguación en marcha teniendo en cuenta el tipo de pilotaje y el estado del terreno.

La electrónica también más completa ahora. Por ejemplo, ambos modelos presentan unos nuevos modos de pilotaje Performance y Track con con medición de telemetría, control de freno motor (importantísimo en una moto con un bicilindrico tan grande) y suspensión PRO en el modelo EVO. En cuanto a la decoración, tenemos pinturas naranjas que recordarán a la primera SuperDuke 990 del 2005.

Esperamos poder probarla pronto, porque estoy seguro de que es uno de los modelos más analíticos que veremos en la próxima temporada. Mientras tanto, no te pierdas las precisas fotos y el espectacular vídeo para ir haciendo boca.