KTM HA VUELTO A SORPRENDERNOS. HA DENOMINADO A SU NUEVO MODELO “THE SCALPEL”. LA KTM 790 DUKE ES ASÍ: PEQUEÑA, ÁGIL E INVENCIBLE. Y NOBLE… ES UNA DUKE.

Esta es sin duda una de las motos más novedosas e interesantes de este año. Las naked deportivas de las KTM llevan ya muchos años captando la atención de todos los aficionados con diseños espectaculares y motores y comportamiento dinámico que también lo son, así que cuando se anunció la llegada de la totalmente nueva 790 Duke todos esperábamos expectantes. Y la verdad es que la espera ha valido la pena. Una moto totalmente nueva y tan efectiva como todos esperábamos…  o incluso más.

PRUEBA KTM 790 DUKE 2018: TODO NUEVO

Sin duda, uno de los elementos que más llama la atención de esta 790 Duke es el motor, que marca una nueva era en la historia de KTM. Como sabrás, las bicilíndricas de la marca siempre han seguido la tónica europea general, que es la configuración en V, a 75° en el caso de las motos naranjas. Pero la 790 cambia todo esto, porque ahora se han decantado por un bicilíndrico paralelo Twin ¿Y por qué este cambio?

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Bueno, es posible que se hayan tenido en cuenta detalles como que este tipo de motores tienen sólo una culata y no dos como los que tienen configuración en V. Sin embargo, en KTM han hecho bien su trabajo porque se han preocupado de desarrollar el motor más compacto de su categoría. No en vano este nuevo motor se denomina LC8c, iniciales de Liquid Cooled (refrigeración líquida), 8 válvulas y “c” de compact. Además, toda su más interna se ha reducido al mínimo, trufada de detalles técnicos y con una potencia final de 105 CV a 9.000 revoluciones. O sea, además de más compacto, también el más potente. Eso sí, cuenta con una versión de 95 CV denominada KTM 790 Duke L para poder ser limitada a 44 y poder disfrutarse con el carnet A2. Declara los consumos de 4,4 l/100 km y emisiones de CO2 de 102,8 g/km.

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Sin embargo, el excelente comportamiento como moto deportiva no ha sacrificado la suavidad del nuevo motor por su aligeramiento interno y el uso de dos árboles de equilibrado. En lugar de un tacto agresivo y poco refinado, los austriacos han preocupado de dotar al nuevo motor de bajos y medios sin que notes pistonazos ni traqueteos desagradables. Esto se refleja en su régimen máximo con zona roja 9.500 vueltas y potencia máxima 500 revoluciones antes, lejos de regímenes estratosféricos de otras bicilíndricas deportivas. En cuanto a elementos electrónicos, cuenta con acelerador electrónico, unidad IMU para elementos como el control de tracción MTC, cambio semiautomático o los modos de conducción. Estos son cuatro, con sus correspondientes curvas de potencia: tiene 4 modos de conducción: Sport,  Street y Rain, además del modo Track configurable por el piloto. O sea, tú puedes elegir el MTC en 9 niveles de intrusismo, desactivar el anti caballitos o el control de lanzamiento. Como veras, como bien dice el lema de KTM,  Ready To Race.

Prueba KTM 790 Duke 2018 MotorADN (22)

Por otro lado, también cuenta con embrague anti rebote PASC y buenas amortiguaciones WP, aunque la horquilla de 43 mm no es regulable y el amortiguador trasero de 150 mm de recorrido sólo lo es en precarga de muelle. También cuenta con un amortiguador de dirección escamoteado bajo la tija, que ya veremos que tiene una gran utilidad. Para los frenos, tenemos una bomba radial regulable con dos discos de frenos delanteros de 300 mm y pinzas de cuatro pistones. Por cierto, el ABS se pueda anular o conectar el modo Supermoto que permite cierto deslizamiento.

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En cuanto al chasis, es el clásico tubular de acero de cromo molibdeno con paredes de un grosor muy estudiado para ahorrar el máximo de peso dependiendo de la zona, con un subchasis atornillado de aluminio dentro del cual está la caja de admisión del aire. Esto tiene la ventaja de alejarla del motor, por lo que la admisión siempre tendrá una temperatura más baja y estable. Por otro lado, también se ha estudiado para que la moto sea lo más compacta, estrecha y baja posible. El asiento se sitúa a 825 mm, aunque se puede rebajar hasta los 805 tirando del siempre excitante y poblado catálogo Power Parts de la marca austriaca. Esto no sólo redunda en la excelente manejabilidad, sino en acercar el espíritu KTM a los más novatos o al mercado femenino cada vez más pujante que busca progresivamente motos más excitantes y divertidas.

Prueba KTM 790 Duke 2018 MotorADN (50)

Por último, conviene citar el sistema KTM My Ride, que permite conectar tu smartphone a la 790 Duke y poder ver en marcha las llamadas, conectar las con el Bluetooth del casco si lo deseas  en la nueva pantalla TFT con detalles como el ajuste automático por brillo ambiental, de forma que siempre podrás ver sus datos sin miedo los reflejos.

PRUEBA KTM 790 DUKE 2018: RODANDO POR EL FILO

Probar una moto como la KTM 790 Duke es una experiencia. Giras la llave y las excelencias de la pantalla TFT ya te sorprenden, aunque hayas visto muchas. Por otro lado, el rotundo sonido del motor le da un carácter más agresivo del refinado que después tiene, entre otras cosas por el curioso escape oval elevado que sale por el lado derecho.

Prueba KTM 790 Duke 2018 MotorADN (42)

Por esto, meter primera y sentir como si estuvieras en una moto tan pequeña y manejable como una urbana que impacta al principio. Sí, es realmente baja y estrecha, casi parece las 300 naked de la competencia sólo que ahora estás sobre una 800 cc reales (799, con cotas de 88/65,7 mm), y además tremendamente ligera. Cuesta encontrar los valores de peso, porque es algo que no dejar de citarse en el dossier de prensa, pero que no aparece por ningún lado hasta que consultas una buena ficha técnica. Efectivamente, declara 169 kilos en vacío y 174 en marcha, teniendo en cuenta que tiene 14 l que son pocos para una moto actual pero suficientes para el bajo consumo de esta luchadora de peso ligero.

Los primeros metros refuerzan tu sensación de moto naked tranquila y ciudadana, pero no tienes más que roscarle el acelerador para darte cuenta que no es así. Con una distancia entre ejes de 1. 475 mm, no es de extrañar que se maneje casi como una bicicleta aunque tiene buenas medidas de neumáticos, con 120 y 180 mm de ancho delante y detrás.

Y falta hacen buenas ruedas, porque en los modos de conducción (aunque más valdría decir pilotaje) más elevados, la aceleración es rotunda e impactante, pero más progresiva y manejable que sus hermanas mayores SuperDuke… Algo que precisamente hace de esta 790 una verdadera mata gigantes en carretera de montaña, y no necesariamente excesivamente reviradas. 105 CV es una potencia más que buena, sobre todo teniendo en cuenta que impulsaron a un verdadero caza de combate ligero. Así, no solamente entras en cualquier curva por rápido que vayas por trayectorias que te serían imposibles con motos más grandes o deportiva de manillar bajo, sino que el delicioso tacto del embrague consigue que puedas elegir la trazada que prefieras y salir acelerando a fondo sin ningún miedo.

Fotos prueba KTM 790 DUKE 2018 MotorADN (50 imágenes)

Con esta distancia entre ejes podría ser el tren delantero se elevase y diera alguna sacudida, pero aquí entra en acción el amortiguador de dirección y te das cuenta de que no es un elemento cosmético, sino absolutamente necesario y efectivo.

Además, la ergonomía es perfecta y el triángulo estribera as-asiento-manillar te deja rodar el tiempo que quieras en zonas de curvas sin que notas cansancio alguno, aunque a esto también ayuda la progresividad del motor y todas las ayudas electrónicas que funcionan a la perfección. El cuadro te avisa que el control de tracción entra en funcionamiento de vez en cuando, pero apenas notas nada. Vamos, que básicamente lo que si terminará cansándote y forzando tus cervicales será si ruedas a más de 140-150 en carretera abierta porque la protección de una naked es la que es. O sea, nula.

Prueba KTM 790 Duke 2018 MotorADN (25)

Y esto es una pena, porque el bajo nivel de vibraciones y su comodidad la hacen una buena moto turística. Además, el asiento trasero no es minimalista (tampoco un asiento orejero, no te vayas a equivocar) y aceptaría de buen grado a un pasajero no demasiado grande bastantes kilómetros. Bueno, si te estás pensando esto puedes recurrir de nuevo al inacabable catálogo de complementos KTM donde tienes alforjas y lo que necesites.

Aquí entra el consumo. Como buena naked, este es muy variable dependiendo de lo que nos que es el acelerador y en la zona que lo hagas, porque la baja penetración aerodinámica influye mucho. En nuestro caso, sacamos una media de 5,6 l, y te aseguro que muchos kilómetros los hicimos a regímenes lo suficientemente elevados para que hubiera consumido 2 l más. Eso sí, sin pasajero.

¿La quieres usar todos los días? Pues para eso tienes el modo Rain que proporciona un tacto suave como una verdadera moto urbana y unos consumos de risa. Además, a pesar de su buen talante deportivo, tiene un ángulo de giro muy bueno para la ciudad. Eso sí, debajo del asiento no te cabe prácticamente nada, así que si quieres llevar la cartera, un antirrobo o algo parecido, tendrás que llevarlo encima.

PRUEBA KTM 790 DUKE 2018: CONCLUSIÓN

Una de las motos más divertidas, eficaces y bonitas de las que disfrutado de los últimos tiempos. Siento ser tan directo y sincero, pero esta es la verdad. Además, el característico diseño agresivo y tan personal que proporcionan los diseñadores de KISKA (la empresa que imagine desarrolla la estética de las motos austriacas desde hace tiempo) me encanta. Las nuevas ópticas LED delanteras de la última generación de KTM la proporcionan gran personalidad y además son fantásticamente eficaces.

Prueba KTM 790 Duke 2018 MotorADN (38)

Por si fuera poco, esta moto no solamente es tecnológica, ligera y de comportamiento potente a la vez que refinado, sino que tiene un buen precio de 9.689 €, 9.386 la versión L.

Así que si quieres una moto sorprendente, polivalente, deportiva y urbana a la vez,  y con personalidad, aquí la tienes.

KTM 790 Duke 2018 ficha técnica

PRUEBA KTM 790 DUKE 2018: LIKE-NO LIKE.

LIKE: Estética. Motor y tecnología. Ligereza

NO LIKE: protección aerodinámica. Espacio bajo el asiento nulo.