La BMW Nine T marcó un antes y un después en la historia de BMW. Fue una creada para ser customizada y personalizada… ¿y quién mejor para hacerlo que la propia marca?
Foto: Mark Berdomas – enfoqueatres.com
Equipación: casco @shirohelmets
Cuando asistimos a la presentación de la primera BMW NineT en el 2014, todos estábamos de acuerdo en que era una de las motos más bonitas (si no la que más) salida de la fábrica alemana en toda su historia, pero eso no era todo. Básicamente se creó para aprovechar todos los motores bóxer “de aire” que quedaban en fábrica tras la aparición del bóxer “de agua” para crear una serie limitada de motos tipo roadster clásico con el sello BMW y la exclusividad de ser las últimas con el bóxer clásico… pero de repente llegó el éxito inesperado. En plena crisis, los pedidos de una moto exclusiva y cara se amontonaban y BMW no daba abasto a tantas solicitudes de su nueva moto. ¡Ni ellos mismos se lo creían!
Pero fue verdad, porque dieron en el sitio exacto en el momento adecuado. Como modelo “neo vintage” por excelencia que era (y que después se convirtió en la reina del segmento, pero eso es otra historia), estaba claro que sería carne de preparadores y customizadores, por lo que por primera vez en su historia (al menos reciente) creó una moto para ser customizada, con elementes fácilmente desmontables y ser fácilmente personalizable.
Lógicamente, al ser BMW una fábrica conocida históricamente por sus extensos catálogos de complementos parta sus motos, ¿Cómo iba a dejar pasar la oportunidad de ser los mejores proveedores de piezas para las NineT? Este es el origen de las serie 719.
PRUEBA BMW R NINE T OPTION 719 CLUB SPORT: ¿QUÉ ES ESO?
Pues dentro de los grupos de piezas especiales creadas para todos sus modelos, las NineT han sido tratadas de forma muy personal por parte de BMW. Así, esta unidad es una NineT de serie con todas los elementos de la serie 719, que están fresados sobre la pieza madre con fondo negro (Negro Tormenta Metalizado, según catálogo) y detalles dorado que completan la versión Club Sport, que es la que probamos aquí. Son las siguientes.
-Tapas de culata
-Tornillo de llenado de aceite
-Tapa de la correa
-Palancas del embrague y de freno ajustables (5 posiciones)
-Tapas del depósito de compensación
-Soporte para asiento
-Estribos para el piloto ajustable en 12 posiciones
-Estribos para el acompañante
Además tiene un detalle fundamental para la imagen de la moto: el precioso depósito con el número 21 grabado con pintura que simula un cepillado metálico. Absolutamente precioso.
¿El resto de la moto? Pues básicamente igual que la NineT que ya conocemos cuyo precio del modelo base es de 16.450€. El motor es el clásico bóxer de la marca de 1.200 cc (1.170 reales) de cilindros opuestos con 110 cv de potencia y refrigeración aire-aceite, transmisión por cardan con Paralever para amortiguar las inercias del brazo rígido interior de cualquier cardan, horquilla invertida de 46 mm. con la misma base que la de la Superbike S1000RR. Las llantas de 17 pulgadas son de radios con neumáticos e 120 delante y 180 detrás y discos de 320 delante y uno de 220 detrás
Su peso final declarado es de 222 kilos.
PRUEBA BMW R NINE T OPTION 719 CLUB SPORT: ¿y cómo va?
Pues la BMW R Nine T ya la hemos probado varias veces en diferentes versiones, como puedes ver pinchando aquí, así que nada más montarme en ella fue reencontrarme con una vieja amiga. Esta moto aún tiene cerradura de arranque para la llave, no es remota como en muchos otros BMW más “modernas”, así que la metí, la giré y presioné el botón de arranque.
El rugir del gran bicilíndrico opuesto acompañado del rápido vibrar lateral le dan a la NineT ese toque “retro” especial que la ha convertido en todo un ejemplo a seguir por la competencia.
Embrague suave pero con carácter, la primera entra y al soltar la maneta (pieza especial regulable en esta versión, recuerda) el bóxer empuja con fuerza, tanto que tienes que coger el tacto. En parado pesa, pero en marcha la Nine T parece perder kilos y ganar en solidez porque el ancho manillar ayuda mucho a manejar bien el peso y la envergadura de esta Club Sport. Si ruedas rápido, en muchas curvas tendrás que frenar de verdad. Aquí notarás una gran ayuda en el rotundo freno motor del bóxer, porque esta versión no equipa ningún escape más abierto de la serie HP… algo que por cierto no estaría nada mal.
El ABS es bastante intrusivo y el control de tracción (opcional, y que incluía nuestra unidad de pruebas) no tanto, posiblemente porque se “disimulaba” tras el particular y rotundo bramar y vibrar del bóxer. Además, al acelerar con fuerza, el amortiguador de dirección instalado bajo la tija hace bien su trabajo
¿Y las piezas especiales? Pues refuerzan el estilo de una moto que, a pesar de su sobriedad (menor en esta 719 Club Sport que en la de serie, desde luego) tiene una capacidad de seducción absolutamente sorprendente. Hace mucho que no me pedían darse una vuelta conmigo cuando estoy aparcando una moto, y que no me pedían la menos 10 veces si por favor se podían hacer una foto con ella. Con la BMW R Nine T Option 719 Club Sport me ocurrió.
Pero aparte de ser una de esas motos en que, como dice un amigo mío “cuando montas sobre ella te sientes más guapo, elegante y seductor”, disfrutas realmente como motorista. Es estable y rápida porque desde luego es una moto de mucho más de 200 km/h si el cuello te aguanta y estás en un sitio libre de velocidad (en España no, ya sabes…), frena bien, acelera… cumple en todo. En BMW no han caído en la trampa de muchas “vintage” de sacrificar parte ciclo o motor por estética, sino que el espíritu “roadster” se mantiene. Es una moto de diseño, pero para motoristas de verdad, no solamente para “pasea terrazas” de verano.
Preferiría que el asiento se pudiese quitar con cerradura para poder llevar herramientas o la documentación debajo, que ahora tienes que transportar en un bolsillo para tenerla a mano. El asiento se fija por un tornillo roscado por debajo del colín que resulta casi imposible de quitar si no tienes una llave larga… y mucha puntería. Un detalle anacrónico y farragoso. Quizá también unos retrovisores que no tiendan a aflojarse con el aire que, como en toda naked, tiende a azotar al piloto. Las vibraciones ni las nombro, porque están muy amortiguadas, porque es una roadster y porque quien busque rodar con un bóxer bicilíndrico de aire sin sentir el pistonear del motor, es que no se en que está pensando.
Pero da igual. Preciosa, eficaz, potente y con personalidad. Así es esta BMW R Nine T Option 719 Club Sport.
PRUEBA BMW R NINE T OPTION 719 CLUB SPORT: LINE-NO LIKE
LIKE- Diseño. Carácter. Exclusividad piezas 719.
NO LIKE: Asiento muy difícil de quitar. Accesibilidad herramientas. Penetración aerodinámica.