Cuando la nieve nos invade, los motoristas nos encontramos con un gran problema. Aquí te damos unos consejos para sobrellevarlo de la mejor manera posible.

Está claro que la nieve, especialmente sobre el asfalto, es un gran problema para ir en moto. En muchas ocasiones anula la tracción de la rueda trasera al acelerar, y el agarre de ambas cuando queremos frenar. Además, nos podemos encontrar con placas de hielo bajo el manto de nieve blanda, con lo cual los peligros son invisibles, eso sin contar con que, mientras estemos rodando, los copos van tapando la pantalla de nuestro casco y tenemos que ir limpiándola cada pocos segundos.

En fin, que rodar sobre nieve implica una situación poco segura lo hagamos como lo hagamos. En campo, con motos “off road” y unas ruedas adecuadas, la cosa cambia y puede llegar a ser muy divertido si te conoces el terreno, pero siempre puede haber un gran socavón o una gran piedra oculta bajo una gruesa capa de nieve.

Así que aquí te damos cinco consejos para poder sino disfrutar, al menos llegar a nuestro destino de la manera más segura sobre nuestra moto. Veamos cuales son.

1-ACELERAR CON CARIÑO

Para mantener la tracción lo mejor posible, debes girar el acelerador con cuidado y muchas veces mantener el control sobre la rueda trasera con la maneta del embrague. Aquí también es buen idea salir de parado en segunda marcha, porque así la rueda trasera irá agarrando más lenta y seguramente.

2 –ABS FUERA

La mayoría de las motos que prevén un uso “off road”, aunque no sean puramente camperas como las grandes trail, suelen incorporar la opción de anular completamente el ABS. Esto es porque el sistema antibloqueo de frenos lo que hace es calcular continuamente lo que resbala la rueda para “liberar” los frenos, y lógicamente sobre tierra, barro o hierba estas lecturas se falsean por los altos y los continuos “micro deslizamientos” sobre el terreno irregular. Así, lo que ocurre es que el sistema está continuamente desbloqueando los frenos (esos son los saltos que se notan en la maneta) y por lo tanto nunca llegan a frenar.

Pues sobre la nieve es exactamente lo mismo. En cuanto toques el freno, la tendencia natural es a deslizar la rueda aunque sea mínimamente, y en ese momento, con más o menos “saltos” de la maneta y el pedal, nunca terminaría de frenar. Por lo tanto, lo más recomendable es anularlo si la electrónica de tu moto te lo permite, o dejarlo en el mínimo nivel posible si es regulable.

3-CONTROL DE TRACCIÓN

Aquí tenemos un fenómeno muy parecido al del apartado anterior. El control de tracción lo que hace es producir un “micro corte” de empuje en la rueda trasera, con lo cual en condiciones normales ayuda a que no deslice esa rueda en ese instante, para volver a traccionar cuando un instante después recuperar agarre sobre el asfalto.

Pero claro, y como habrás deducido, sobre la nieve la tracción no es buena en casi ningún momento, por lo que el sistema puede detectar qué estás “derrapando” (deslizando sería más correcto en este caso) todo el rato, y termina por no traccionar en ningún momento. Por lo tanto, y teniendo en cuenta que por otro lado el tacto acelerador va ser lo más suave posible, anular ese control de tracción es buena idea.

4- PRESIÓN DE LAS RUEDAS

La presión que nos indica el fabricante, ya sea de la moto o de los neumáticos de calle, está indicada para un uso normal. Es decir, soportar más o menos peso en la rueda trasera por equipaje o pasajero, salir en frío de cualquier sitio, aguantar altas velocidades en carretera, inclinaciones, etcétera. Y todo ello con una combinación lo más adecuada posible entre soporte, estabilidad en línea recta y capacidad de inclinación.

Pero claro, sobre nieve todo esto cambia. Al no alcanzar grandes velocidades en recta y con inclinaciones muy suaves y progresivas (si es que llegamos inclinar un mínimo sobre nieve…) una buena idea es bajar un poco, quizá medio kilo o incluso más, la presión del neumático. Así, la rueda se “desinfla” un poco y se deforma , teniendo más goma en contacto con el terreno, lo que logra una mayor tracción y una mayor adaptación de la goma sobre la nieve.

5- ABLANDAR LA AMORTIGUACIÓN

Las amortiguaciones muy duras son perfectas para rodar rápido y estable sobre una moto deportiva o soportar mucho peso en las muy ruteras GT, pero sobre nieve todos estos parámetros cambian totalmente. Sobre un terreno tan deslizante, una amortiguación dura impide que las gomas traccionen bien sobre el asfalto porque bloquean y ralentizan parte del recorrido “sube y baja” característico de los amortiguadores.

Por lo tanto, si las ablandas un poco sobre todo en la precarga de muelle (más fácil si tienes amortiguación electrónica, más engorroso si es manual) la tracción sin duda mejorará

6- ¡Y UN SEXTO DE REGALO!

Bueno, esto también es un consejo lógico, pero nada técnico. Desde luego rodar sobre nieve no es nada fácil, y si peligroso entre otras cosas por las placas de hielo que se pueden formar y/o estar escondidas bajo una capa de nieve blanda que nos puede parecer más o menos segura.

Por lo tanto, nuestro consejo es que evites rodar en cuanto la nieve alcanza cierto espesor. Parece un consejo estúpido por lo evidente, pero más conviene pararse a pasar la noche en medio de un viaje en el hotel que encuentres más próximo, a arriesgarte a llegar a tu destino con cierto peligro de una caída inminente.