La Ducati Desert Sled es el último miembro de la familia Scrambler, y supone una (preciosa) evolución hacia el off road clásico ¿O no es preciosa?
Con ese espíritu neo vintage que invade el mercado, las Ducati Scrambler parecen haber encontrado una posición privilegiada. Es valorada tanto por los que buscan motos tranquilas y de espíritu retro, pero que vaya bien, tanto por los amantes de otro tipo de motos que ven en esta Ducati una moto encantadora y, por supuesto, bonita. No nos engañemos, los italianos son únicos para hacer motos preciosas incluso con diseños muy simples y, en este caso, conocidos porque precisamente se basan en las motos de los 60 y 70.
En este caso, la Scrambler Desert Sled renace las formas y el espíritu de las motos que creaban los americanos para surcar y divertirse por sus extensos desiertos en los 60 y 70. Lo cierto es que no había demasiadas motos para lo que podríamos llamar esas “excursiones desérticas recreativas” – o sea, una especie de trail desértico divertido y recreacional, no competitivo que para eso había otras motos-por lo que los aficionados las creaban. La fórmula era sencilla: coger modelos de carretera aunque tuvieran un toque trail (como la Yamaha XT 500) y ponerles horquillas más largas, ruedas de tacos y protectores para el motor. Precisamente de este último detalle es donde proviene el nombre de este modelo, Desert Sled. Básicamente podemos decir que así se denominaban los cubrecárteres, porque Sled significa algo así como patinar o deslizar y Desert…pues eso, desierto. O sea, la pieza que patinaba sobre el desierto, la arena y las piedras que se encontraban por el camino.
- 1- Prueba Ducati Scrambler Desert Sled 2017: evolución
- 2-Prueba Ducati Scrambler Desert Sled 2017: ¿Campo Sled?
- 3-Prueba Ducati Scrambler Desert Sled 2017: conclusión
- 4- Prueba Ducati Scrambler Desert Sled 2017: LIKE-NO LIKE
- 5- Prueba Ducati Scrambler Desert Sled 2017: ficha técnica
Así, a diferencia de la imagen retro urbana de la primera Ducati Scrambler, que se ha convertido en una especie de símbolo de la nueva generación hipster, esta Desert Sled sufre varias modificaciones, cosa que no habíamos visto en anteriores modelos. De hecho, la que podríamos denominar anterior Scrambler más o menos offroad era la Urban Enduro (y digo era porque esta temporada ya ha desaparecido del catálogo), pero realmente no era más que una Scrambler básica con varias preciosas piezas de catálogo. En cambio, esta Desert Sled sí que tiene bastante más detalles. Veamos.
Por ejemplo, el basculante es más reforzado y largo que antes, de forma que se alarga 60 mm. entre ejes. De esta forma, la moto es algo más larga y estable rodando por arena. Las tijas también son nuevas dando 8° más de off set que en la Scrambler básica. En cuanto a horquilla, ahora es un invertida Kayaba regulable (como puedes ver en las fotos) con barras de 46 y el amortiguador trasero sigue siendo lateral y multirregulable. Esto, como siempre tiene la gran ventaja de permitirte regularlo con una facilidad asombrosa.
Además, son 200 mm más largas también pensando en el uso campero. Así, la moto es más alta que tiene un cubrecárter (el Desert Sled) de aluminio. El asiento está ahora 860 mm, que son 138 más que la Scrambler básica, lo que hace de ella una moto bastante alta pero existen una opción 20 mm más baja para que pueda acceder a ella casi cualquier usuario. Seguimos con las estriberas, que son dentadas tipo offroad con las piezas de goma para uso asfáltico extraíbles.
Aparte, por supuesto el chasis se ha reforzado con tirantes laterales para soportar mejor los saltos y el trato para un presumible uso fuera de carretera.
Bueno, no encontraba ningún desierto cerca de nuestras zonas habituales de pruebas por lo que decidí meterme por caminos de arena por la sierra entre Madrid y Segovia…. ¡Con cuidado de que todo fuera muy legal, que si no los chicos de la Guardia Civil se ponen muy poco amigables! Vamos, que cambié el desierto por el campo.
Desde luego, no es una moto de enduro, sino una preciosa moto de estética retro y muy bien hecha que te permite moverte por caminos anchos y fáciles, e incluso practicar un offroad “easy & soft” como la propia Ducati lo denomina. Sólo pensar que podía devolver esta unidad Ducati España con el precioso depósito con el logo Scrambler o laterales abollado, me ponía los pelos como escarpias. No obstante, ese toque amigable y controlable que tienen todas las Scrambler está totalmente presente. Todo parece fácil, suave y eficaz.
El veterano V2 Desmo de 803 cm³ con radiador de aceite proporciona los 75 CV que ya conocíamos, progresivos pero poderosos y efectivos si lo necesitas. Por supuesto, ya está totalmente adaptado a la Euro4 con remapeado de inyección y todo lo necesario en su precioso escape de salida doble. Perfectamente dosificable, este motor siempre tendrá tracción para ti en el momento que lo necesites, y te sacará de algún pequeño susto con piedras o baches que no te esperarías.
No obstante, repito que no es una moto de enduro. Pesa 191 kilos, lo que es bueno para disfrutar pero no para buscar zonas difíciles con una moto de diseño. Por otro lado, las gomas tipo trail tienen una correcta tracción si no las metes en muchos líos, pero tampoco tienen tacos para sacarte de zonas llenas de barro o arenales. Simplemente, son excelentes para disfrutar de tramos campero sencillos, para después salir y también acercarte la plaza del pueblo a tomarte algo con los amigos.
En carretera si se nota ligeramente menos ágil que lo que recordamos de otras Scrambler, pero sin duda la mayor diferencia viene de las ruedas traileras Pirelli Scorpion Rally STR, con 19 pulgadas delante y 17 detrás que, además, son mucho más sensibles al desgaste que una de carretera. Sus dibujos están pensados para agarrar mejor en carretera la delantera y traccionar mejor en campo la trasera, y notas algo más de flotación y menos direccionalidad en curvas (cuanto más cerradas peor, claro), pero los frenos son excelentes y la posición muy cómoda.
El consumo nos alcanzó los 6,2 l, cuyo nivel siempre podíamos controlar reflejado en el solitario pero completo reloj digital central.
Cómo lograr que una moto que consigue girar todas las cabezas con un diseño tan básico y ya conocido, me parece increíble, pero las Scrambler lo consiguen y esta Desert Sled mucho más. Además, me encantan detalles como su tradicional faro redondo protegido con rejilla, pero iluminado con tecnología LED que le da una combinación entre los retro moderno admirable. Por otro lado, me encantan detalles como el asiento con acolchado tipo antiguo, o la funda de las herramientas en Cordura verde militar.
Cuesta 11.190 €, y la verdad es que disfrutarás hasta el último de ellos tanto rodando con ella como admirándola cuando la aparques.
LIKE: diseño. Tacto del motor. Comportamiento “easy & soft” offroad
NO LIKE: protección aerodinámica. Peso algo elevado en campo.