La Yamaha X-Max 300 es uno de los mejores scooters que puedes encontrar hoy día en las tiendas. La X-Max 300 es más rápida, tecnológica y bonita que su antecesora… y su competencia.
La Yamaha X-Max es casi una institución en el segmento del scooter. Nació en el 2005 y ha seguido evolucionando hasta hoy con alguna adaptación “bastarda” como fue la Versity 300 hace ya muchos años. Lo cierto es que Yamaha ha potenciado tanto y ha hecho también sus “deberes” en el mundo del scooter aprovechando, entre otras cosas, el fulminante y sólido éxito de la T-Max 500, que todo lo que tenga el apellido Max parece ser aceptado de buen grado por el mercado… Tan de buena gana que llevaban vendido cerca de cuarto de millón de unidades, por lo cual es lógico que la X Max se renueve para continuar el éxito.
Así, en este 2017 tenemos la que sería cuarta versión de la X Max que ha sido hasta ahora una 250 y que ha crecido hasta esta cilindrada de moda que son los 300. Claro que no sólo de motor vive un scooter, y contiene muchas más novedades. Veamos cuáles son.
PRUEBA YAMAHA X-MAX 300 2017: ¿QUÉ HAY DE NUEVO?
Pues, como dice el título de este apartado, sí que hay mucho de nuevo. De momento, lo más evidente es el motor que sube de los anteriores 250 hasta los actuales 292 cm³. Por ello pasa de dar 20,4 CV a disfrutar de ni más ni menos que 28, lo cual es ya una cantidad importante para un scooter.
Pero aparte de esta más que importante ganancia, lo cierto es que esta Yamaha X Max se distingue desde el primer momento que te montas en ella por un detalle muy importante: su calidad general. Te montas en ella y todo te parece estar bien hecho, todas las piezas de plástico bien diseñadas y perfectamente ensambladas, los ajustes son impecables y el diseño es francamente bonito incluso en el triste color gris de nuestra unidad de pruebas. Uno de los cambios más evidentes está en el frontal y la óptica Full LED, que tiene unas formas rasgadas y agresivas que rápidamente le emparentan con el resto de la familia Yamaha, desde las deportivas R1-R6 hasta su nueva “hermana mayor” T Max 500.
Y seguimos. El cuadro digital está rediseñado, pero además incorpora importantes detalles como la fácil regulación del control de tracción, en el que presionando un botón 3 segundos según el manual (yo juraría que es algo menos) ves cómo cambia el aviso de “TSC ON” a “TSC OFF”, o al revés según lo necesites.
En cuanto a capacidad de carga, estamos ante uno de los mejores ejemplos del mercado de cómo hay que hacer un scooter, vehículo que hoy día siempre ha de tener unas características definidas, y una de las más importantes es tener unos buenos huecos para poder meter el equipaje o lo que necesites. En este caso, debajo del asiento cabe un 18% más que antes, llegando a los 45 l. que albergan sin problemas dos cascos integrales, aunque tengas que buscarles la posición, sobre todo si son de calota grande como los convertibles. Pero eso no es todo, porque además te sobra espacio para poder meter multitud de pequeños objetos como una tablet, cartera, anti robos, etcétera. Una verdadera maravilla… que tiene una contraprestación en forma de un asiento muy acolchado que resulta algo ancho para los que tengan las piernas no muy largas. No obstante, para ellos también se ha recortado algo la plataforma para que los pies alcancen el suelo con más facilidad.
¡Y aún hay más! Incorpora dos profundas guanteras a los lados del escudo, teniendo la izquierda cerradura y toma interior de corriente. Vamos, que no es que te puedas ir con él de viaje como con una verdadera GT, pero casi.
Para la estabilidad se ha desarrollado un nuevo chasis que, por cierto, es 3 kilos más ligero que el anterior y arrojo un peso total de 179 kg., lo que no está nada mal para un scooter de esas características. Delante incorpora una rueda de 17 y detrás una de 14 pulgadas con 125 40 mm de ancho, lo que combinándolo con una amortiguación bien puesta ajustada de serie hace de esta X Max 300 escúter realmente estable incluso rodando rápido. Además, la altura suficiente para que no tengas miedo de rozar ni el caballete ni la pata de cabra por cerrada que sea la curva o la esquina que tomes… a no ser que inclines tanto como no se debería en un scooter. En cuanto a frenos, incorpora el ABS ya obligatorio con un disco de 267 mm delante y 245 detrás.
PRUEBA YAMAHA X-MAX 300 2017: ¡EN MARCHA ES LO MAX!
El motor, como el resto de la moto, destila calidad, suavidad y buen ajuste desde el arranque. Por cierto, tiene llave “Wireless” por lo que al llegar sólo tienes que girar el conmutador central y colocarlo en posición ON. Por supuesto, esta conexión central también regula las demás funciones como bloqueo, apertura del asiento, luz de parking, etc. Hasta que le coges el truco tienes que practicar unas cuantas veces. Por cierto, con tanta tecnología, extraña que un modelo ya de cierta envergadura no tenga un freno de mano que te mantenga seguro en cualquier rampa de garaje o similar.
Una vez conectado, tiene un buen detalle de moto premium, como que el cuadro te salude con la frase “Welcome on board” junto con todas las filigranas digitales habituales en este tipo de cuadros, y presionas el botón. Impresiona que lo oyes, pero apenas lo notas vibrar, y eso en un monocilíndrico de 300 cm³ es admirable y pone de manifiesto otra vez el cuidado de Yamaha en este modelo.
Aceleras desde parado y se ha cuidado especialmente que la transmisión y la inyección no tengan una entrada brusca. Puedes acelerar desde cualquier semáforo y salir catapultado hacia delante, pero sin las brusquedades habituales en otros scooters de cierta potencia.
El X-Max 300 tiene un tamaño muy adecuado para un adulto europeo, y con esto me refiero a que sus líneas ya delatan que ha sido diseñado en Europa, y que esto afecta a la habitabilidad, bastante mayor que en los modelos diseñados en oriente. Además, la pantalla se eleva lo suficiente para desviar perfectamente el aire de la cabeza de cualquiera que mida hasta 1,80 aproximadamente sin afectar al campo de visión. Como toque, también incorpora un par de pequeños deflectores en el escudo a la altura de los puños, lo cual también desviar el aire de las manos. Por cierto, en cuanto la ergonomía también tienes una pantalla y un manillar regulables en dos posiciones, así como las dos manetas con el clásico sistema de rueda.
La estabilidad esta fuera de toda duda. Es capaz de alcanzar los 150 km hora, por lo cual puede rodar desahogadamente en cualquier tipo de carretera incluso con carga y pasajero. Se disfrutan las curvas largas, mientras que en las cortas y cerradas cumple perfectamente. Si te metes en carretera con ella, la horquilla tiene un comportamiento impecable, mientras que detrás, sobre todo con carga y pasajero, se nota que los amortiguadores se quedan un poco justos. Los frenos son agradables, sin desde luego un mordiente excesivo, pero si progresivos y que puedes presionarlo que necesites sin ningún miedo a bloquear… y no sólo porque tenga ABS.
Hablando de electrónica, hay que recordar que no hay otro scooter Yamaha con control de tracción excepto su hermana T-Max. Desde luego, en motos con variador, el control de tracción siempre es de agradecer porque te salva de serios problemas en rotondas, baches o simplemente firme muy deslizante o con gasoil, muy habitual en la ciudad. En este caso funciona perfectamente, aunque lo cierto es que es bastante intrusivo y “cortar la tracción” con bastante facilidad.
En cuanto los consumos, con su ordenador de a bordo puedes controlarlo perfectamente. En nuestro caso logramos 3,4 l a los 100 probándola en todo tipo de entornos, desde la ciudad con unos atascos terribles hasta zonas de carretera de todo tipo y autopistas. En cualquier caso, me encantó su capacidad de recuperación, la aceleración, su protección y estabilidad.
Si, la Yamaha X Max 300 es tan buena como te imaginas, y su precio está acorde con lo que ofrece. Cuesta 5.699 €, que desde luego no es poco para un escúter, pero si justo para el que posiblemente sea el mejor del segmento.
PRUEBA YAMAHA X-MAX 300 2017: LIKE-NO LIKE.
LIKE: Motor. Calidad general. Diseño. Comodidad y capacidad de carga
NO LIKE: no tiene freno de mano. No tiene tomas USB. Suspensión trasera mejorable.