Scooter bicilíndricos “sport” hay varios, pero con esta calidad y este precio no. SYM siempre se ha caracterizado por dar mucho por poco, y con la SYM TL 500 lo confirma.
Para esta temporada, SYM ya nos tenía avisados de que nuevo gran scooter deportivo bicilíndrico estaba preparado, y efectivamente ya hemos podido probarlo. Tras una presentación previa, la gran presentación se tuvo que cancelar por toda la crisis del COVID y se realizó virtualmente, pero ya hemos podido acceder a ella… y nos ha demostrado de lo que es capaz.
A este respecto, conviene recordar que toda la nueva generación de scooter que pueden ser denominados deportivos (o al menos “sport”) provienen de la gran idea que tuvieron los chicos de Yamaha con la TMAX a principios de este siglo, qué fue dejar un nuevo motor bicilíndrico de 500 (menos vibraciones y más potencia, respectivamente) fijo dentro de un chasis, todo ello con transmisión independiente. Es decir, un scooter que tuviera muchas similitudes estructurales con una moto para mejorar la estabilidad y la calidad de transmisión. Pues así ha sido, porque los chicos con la MaxSym TL 500 han desarrollado un motor bicilíndrico paralelo de casi 500 centímetros cúbicos (465 reales) de 41 CV, le han añadido una transmisión independiente por cadena, con buenos detalles como un diseño atractivo y espectacular, dos discos de freno delanteros y uno trasero lobulados, pinzas radiales (algo a lo que SYM ya nos tiene acostumbrados) y unas prestaciones muy, muy eficaces y agradables, que a la vez se rodean de una parte ciclo que te permite disfrutar en zona de curvas.
La verdad es casi un modelo que ha levantado mucha expectación entre los aficionados a los scooters en general y a los megascooter en particular, y que se viene anunciando desde hace un par de años, por lo que ya hemos editado varios reportajes al respecto. Por lo tanto, para conocer todo desde el punto de vista técnico, te recomiendo que visites nuestro reportaje de cuando se hizo la presentación virtual este verano.
PRUEBA SYM TL 500 2020: MUCHO SCOOTER, BUEN PRECIO.
Está claro que SYM destacan el mercado por ser una de las marcas que ofrece una relación calidad precio imbatible, y cuando digo esto no me refiero a motos baratas pero de calidad mejorable, sino de motos a buen precio con detalles de terminación que, personalmente, me han ido sorprendiendo con el paso del tiempo como son las pinzas radiales, bloqueo a la cerradura, apertura remota del asiento o el cortacorrientes integrado en casi toda su gama… Que curiosamente esta nueva TL 500 no incorpora.
En este caso, no es menos y tanto el diseño-muy aerodinámico, afilado y agresivo- al estilo de sus rivales en el segmento, es realmente atractivo, y tanto la calidad de la pintura como del encaje de las piezas y la tornillería son buenos, realmente buenos.
Al arrancar el motor te ofrece sensación que te “despista”, que solamente pueden ofrecer los escúteres de mucha calidad. Aprietas el botón y apenas notas vibraciones, como si arrancases una moto rutera de gran cilindrada. Giras el acelerador y la transmisión se muestra absolutamente perfecta, sin ningún retardo ni holgura. Está claro que a este respecto los ingenieros de la marca se han esforzado para ofrecer el tacto más “tipo moto” posible, y buena muestra de ello es la trasmisión final por cadena ¡Más de moto imposible!
En marcha resulta sorprendentemente ágil y te da la sensación de ser un modelo de menor cilindrada, y es que su peso declarado es de 211 kilos por 226 de la Kymco (que también tiene más de 53 CV) o 218 de la TMax con 47,6 CV, es el menos de todo el segmento… y también la potencia declarada, porque ente otras cosas, como te habrás dado cuenta, es la de menos cilindrada.
Pero esto también es un detalle que, excepto para prestaciones puras, a la hora de una prueba real pasa desapercibido o tiene ventajas, como hemos comentado del peso o también los consumos. Difícilmente pasan de 5 o 5,5 l, aunque realmente gires el acelerador y estés rodando con peso de carga y pasajero. Todo ello puedes comprobarlo y medirlo perfectamente a través de sus pantallas digitales (cuyo fondo puedes cambiar entre varios diseños disponibles) y navegando por sus grandes piñas.
Más detalles que notas y agradeces son, como también suele ser habitual en la marca, el comportamiento de los frenos con mordiente muy correcto y un tacto perfectamente dosificable y disfrutable incluso tras abusar de ellas en zona reviradas (porque se disfruta mucho con ella en zona de curvas, siempre teniendo en cuenta que es un scooter) y con mucho calor ambiental, aunque también tiene detalles que yo mejoraría.
El hueco bajo el asiento es correcto, pero nada que ver con su hermana grande MaxSym 600 (puedes ver el video de su presentación en España pinchando aquí) y motor monocilíndrico, porque el motor, cómo os he dicho, está encajado en la propia moto y no en el motor basculante habitual en los scooters, y eso ocupa su espacio.
Que la amortiguación vaya tan bien tiene su razón de ser, porque delante incorpora una buena horquilla invertida de 41 milímetros, y detrás un mono amortiguador lateral regulable por rosca- no por escalones, importante- en precarga de muelle. Además, tiene un evolucionado sistema de bieletas que hace que la amortiguación sea progresiva y eficaz, con una grande que sobresale por la izquierda y que en los prototipos que se vieron en su momento era regulable, al estilo de la antigua Gilera Nexus 500, pero ahora no.
En cuanto al pasajero, también ir en un sitio cómodo y bien muy ido con dos buenas asas laterales y estriberas plegables colocadas adelantadas, por lo que la posición es muy cómoda. Sin duda, permite hacer viajes sin ningún problema.
Pero por otro lado incorpora un sistema de freno estático conectado directamente con la pata de cabra. Es decir, que cuando extiendes la pata de cabra la moto se queda frenada. Personalmente considero mucho mejor que tuviera un freno de mano, para poder ser más fácilmente manejable en la cuesta de un garaje, por ejemplo, o en otras muchas situaciones como parar en suelos mojados, pero la verdad es que tiene muchos más elementos disfrutables.
Por ejemplo, tiene dos buenos cajetines laterales, el derecho con toma de corriente por USB, aparte de una pantalla que cubre y desvía muy bien el aire qué produce la marcha gracias a su diseño con un ligero flequillo superior.
PRUEBA SYM TL 500 2020: CONCLUSIÓN
Buena, bonita y barata, concretamente 7.999 € con que ahora mismo en este 500 € más barata por cuestiones de ofertas. Su potencia es prácticamente la perfecta para un vehículo de este tipo, que te permite alcanzar y mantener velocidades de entre 140 y 150 km/h, y los consumos bajísimos que en carretera difícilmente pasan de 5,5 litros.
Yo tengo pocas dudas de que SYM evolucionará en pocos años este modelo aumentándolo de cilindrada, pero por una cuestión meramente de marketing respecto a sus rivales, porque tanto las prestaciones son muy similares y la manejabilidad bastante mejor. Y además, cuestión también bastante importante, a un precio que ni siquiera sueñan sus rivales.
Aquí tienes la SYM TL 500, un excelente megascooter precioso, y que cumple tanto en un uso diario en la ciudad como si te adentras con ella en la carretera o en ruta ¿Hay algo mejor?
PRUEBA SYM TL 500 2020: LIKE-NO LIKE
LIKE- relación calidad precio imbatible. Diseño. Suavidad y acabados generales.
NO LIKE- no incorpora corta corrientes como otros modelos de SYM. Freno estático sólo con la pata de cabra. Potencia algo menor que sus rivales.
FOTOS PRUEBA SYM TL500 2020