Combinar la vida diaria con el uso de moto requiere un equipación muy especial , como una de las prendas de moto más vendidas de los últimos tiempos: los vaqueros de moto.


Combinar cierta elegancia, comodidad y, al menos, parecer que se viste ropa normal, con una buena protección requiere elegir prendas bien pensadas y con materiales bastante especiales. Desde luego, para ir protegidos, nada mejor que llevar todo el día puesto un mono de cuero con espaldera, arrastraderas y protecciones de titanio, pero evidentemente eso no es posible a no ser que queramos ir por la vida con aspecto de miembros de Los Vengadores. Por otro lado, vestir ligeros pantalones cortos con una camiseta puede ser muy fresco y cómodo en verano, pero desde luego nada adecuado para montar en moto.

Ya no es por los problemas que podamos tener en caso de caída, sino que incluso en marcha cualquier insecto que nos encontremos por el camino chocará contra nuestra piel haciéndonos… entre un poco de daño y mucho.
Ahí está uno de los grandes desafíos del «motorista de todo el año»: buscar ropa que proteja y con el que puedas vestir a diario. Por eso, cuando hace ya casi 20 años aparecieron los primeros vaqueros pensados para el motorista, se convirtieron en un éxito con bastante rapidez.

De hecho, con un aspecto básicamente igual que el de un pantalón vaquero convencional, protege de caídas e impactos porque dentro de las zonas más expuestas tienen inserciones para proteger la cadera y la rodilla.
En un principio estas inserciones eran de plástico con acolchamiento en la parte interna, la que está en contacto con la piel, pero lógicamente todo evoluciona y, actualmente, casi todas estas piezas amortiguadoras de protección son de una sola pieza y de materiales flexibles de alta resiliencia. Es decir, que se deforman para absorber el impacto, para recuperar su forma y su capacidad de amortiguación rápidamente.


Además de más baratos de fabricar (puesto que básicamente es inyectar poliuretano de alta densidad en un molde), estas piezas son más flexibles, fáciles de insertar y se adaptan mejor a la forma del cuerpo. Por otro lado, para ser insertadas, este tipo de pantalones tienen unas bolsas cosidas en la parte interior del pantalón, y lógicamente también se pueden extraer para poder lavarlos aparte o cambiarlas si es necesario. Algunos modelos también tienen las bolsas directamente insertadas en la estructura del propio pantalón y se accede a ella por cremalleras.
Pero eso no es todo, porque los de gama más alta usan tela vaquera con kevlar. Claro que, en caso de caída, no todo el problema es que se rasgue el propio tejido, sino que el cosido se arranque, las piezas se descosan y por lo tanto que de la piel quede expuesta al aire. Por eso la hilatura también suele ser de kevlar como en los monos de cuero y otras prendas de protección. Este es el motivo de que gran parte de la hilatura que podemos ver en muchos modelos sea amarilla. Los de gama alta tienen además una doble capa de tela kevlar en zonas del culo y el exterior de las piernas… ¡por si los arrastrones!


Debido al gran éxito que tienen esos pantalones en el últimos tiempos, también los hay de diferentes cortes y patronajes, como los vaqueros convencionales. Es decir, “Slim fit”, corte tipo Bootcut para poder cubrir las botas (si las usamos) con la pernera, y también hay vaqueros tipo «Worker» más anchos cómo de tejido algo más grueso y con detalles como bolsillos laterales, algo que resulta bastante cómodo para poder llevar en ellos elementos como el móvil, cartera, etcétera y poder acceder  ellos con rapidez.


Ahora mismo ya los puedes encontrar por una amplísima gama de precios, rondando incluso los 60-80 €, hasta los modelos más exclusivos de las marcas más de moda motociclista que llegan a alcanzar los 300 y 400 euros, aunque la media está entre 150 y 200.
Como cualquier tipo de prenda motorista, lo que debes hacer es probártelo tú mism@ (ropa tan especializada nunca es buena idea comprarla directamente por Internet) y si podernos sentar sobre nuestra moto o algún asiento similar para comprobar qué es realmente nuestra talla, se nos ajusta bien (las variaciones de patronaje que hay entre las fabricadas en China, Pakistán, Europa o Estados Unidos son absolutamente demenciales), no nos tira si nos inclinamos hacia adelante al llevar una deportiva y que es perfectamente cómodo para nuestra tipología.


Desde luego, usar este tipo de pantalones es la forma perfecta de combinar ropa sport con la protección adecuada para el día a día, e incluso pequeñas excursiones moteras del fín de semana.