Todos nos hemos montado en motos en que no estamos cómodos… pero todo tiene solución. Aquí tienes todas las soluciones para crear la ergonomía perfecta para ti.

De una custom a una superdeportiva, el concepto de comodidad cambia mucho, mucho. En la moto que nos gusta a veces no llegamos bien al suelo, y en otras el manillar es demasiado alto. Otras, las estriberas están demasiado detrás o delante o los manillares muy bajos y nos termina cargando las muñecas, ¡recuerda el caso de Jorge Lorenzo en Ducati MotoGP! Allí, como puedes ver en este artículo pinchando aquí, estuvo luchando varios meses para que le colocasen un soporte en la parte de unión del depósito con el asiento para poder apoyarse en él y evitar sobrecargar los brazos y las muñecas en las frenadas para mantener su posición sobre el asiento. Pasó de quedar “el porras” a ganar carreras en un instante, y todo mejorando una cuestión de pura ergonomía.

Por otro lado, tod@s tenemos claro que la altura de la moto es uno de os temas determinantes a la hora de poder elegir la moto que mejor nos encaja. Deducir que la misma moto no puede adaptarse igual a alguien que mida 1,60 que a alguien de 2 metros, no es una cuestión de ingeniería, sino de lógica, y que hemos vivido mil veces tanto en nosotros mismos como en amigos de nuestros grupos moteros. A este respecto, no te pierdas los 3 reportajes que editamos sobre ello sobre todos los trucos para llegar bien al suelo.

Entonces, si una moto te gusta pero no estás cómodo sobre ella, ¿lo puedes solucionar? Pues, en gran parte, sí. La ergonomía regulable sobre la moto se ha empezado a trabajar a fondo hace pocos años, pero siempre han existido medios para “adaptar” la forma de una moto a tu cuerpo. Una buena muestra de la fiebre de la “moto Transformer” puedes verlo en la presentación de la espectacular moto Damon eléctrica, que como puedes ver a partir del minuto 3:20 varia la altura de las estriberas, el frontal, la pantalla o los manillares de forma totalmente eléctrica.

Es más, tu propia moto tiene muchas posibilidades de adaptación que muchos desconoceréis, pero que son muy fáciles de regular. Y por si eso no fuera suficiente, tienes muchos complementos que puedes añadir (en los últimos años, directamente del catálogo del fabricante de la moto) para dejar la moto perfecta para tu altura, tamaño o uso particular.

Aquí los tienes:

PUÑOS Y MANETAS

Como anécdota os diré que casi todas las motos de pruebas nos las ceden a los periodistas con las manetas demasiado giradas hacia arriba, por lo que suelo bajarlas. Que la muñeca esté lo más alineada posible con la mano (por lo tanto, también con las manetas de embrague o freno) es un pequeño gran detalle porque hace mucho más fácil dosificar su presión (importante sobre todo en el embrague) y además evita sobre cargas con el uso continuado. ¿No has tenido alguna vez un pequeño dolor en las muñecas y no sabes por qué? Pues a lo mejor es porque tienes las manetas “giradas” hacia arriba.

Esto es muy fácil de regular. Simplemente aflojas (un poco, solo lo suficiente para que gire) el tornillo que fija el soporte de la maneta que elijas, y lo giras los pocos grados que quieres regular arriba o abajo, hasta el punto en que te sientas más cómodo.

Por otro lado, las propias manetas también son en muchas ocasiones regulables en distancia al puño. De serie muchas incorporan una pequeña ruedecita, y las mejor diseñadas (y más caras y mejores..) tienen una palanquita con varias posiciones o un pequeño tornillo con pomo para girarlo y acercar o alejar la maneta. Si tus manetas son muy básicas, siempre puedes comprar unas regulables e instalarlas, porque realmente cuestan unos 50 euros..

MANILLARES Y SEMIMANILLARES

Los manillares son directamente donde fijamos esas manetas de las que hablamos antes y los puños donde apoyar las manos, por lo cual es uno de los puntos más importantes para definir la ergonomía de una moto y para que el piloto esté realmente cómodo. Así, las deportivas llevan sin manillares bajos, por debajo de la tija, para que al montar tengas que inclinar el tronco y cargar más peso en el tren delantero, algo fundamental para controlar bien la dirección. En cambio, cuanto más rutera o trail es la moto, el manillar va subiendo para llevar el tronco más recto y, puesto que también el manillar se alarga, tener más brazo de palanca para girar la dirección. Por eso también es fundamental en los modelos “off road”.

La primera opción es más incómoda pero necesaria para que no se aligere la dirección en las bruscas aceleraciones con la potencia de las deportivas, mientras que la segunda es más cómoda, pero deja la rueda delantera más “libre” al tener menos peso sobre ella. De hecho, esta es la principal diferencia que hay para convertir una deportiva pura en una Street Fighter, como pasar de una Aprilia RSV4 a una Aprilia Tuono.

Como caso más extremo de los manillares largos están las custom, que, según la preparación, llegar a niveles surrealistas, y un buen motivo por el que este tipo de motos tiene tan poca direccionalidad.

PANTALLAS REGULABLES

Aquí entramos en un complemento que no afecta directamente a la ergonomía, pero si directamente a la comodidad. Tener una buena pantalla delante desvía el aire de la marcha y nos protegen parte de los elementos atmosféricos como lluvia, viento o nieve.

Desde luego, cuanto más alta sea la pantalla, más nos protegerá, pero también ofrece más resistencia al viento. Así, tenemos que elegir un punto medio para que no produzca problemas aerodinámicos y, por lo tanto, de estabilidad. Por eso, actualmente gran parte de las sport turismo y casi todas las GT tienen pantallas regulables ya sean electrónica o manualmente, como puedes ver en estas fotos de una BMW RT.

ESTRIBERAS

Apoyamos los pies en las estriberas, lo que repercute directamente en la posición de nuestras piernas. Es decir, si van muy arriba y retrasadas como en las motos deportivas, las llevaremos muy flexionadas, y si van muy abajo y adelantadas como en una custom, iremos muy cómodos pero rozarán el suelo a poco que inclinemos. En el punto medio, que es más o menos donde suelen situarse en las sport turismo, trail o GT.

En muy pocos modelos de serie se puede cambiar la altura de la estribera, por lo que podemos instalar unas estriberas de posición regulable. Para un uso muy “Racing”, básicamente se trata de una placa con varias roscas donde fijamos la estribera donde prefiramos: más elevadas y adelantadas, más bajas y atrasadas, etc. Si nos pasamos al otro extremo, las custom, una maniobra bastante habitual es instalar estriberas adelantadas (en la parte delantera e inferior del chasis) para llevar las piernas totalmente estiradas.

PEDALES DE FRENO Y CAMBIO

El talón lo apoyamos en las estriberas de la que hemos hablado en el apartado anterior, pero el freno y el cambio los presionamos con la puntera del pie. Toda moto tiene unas varillas de reenvío de estos pedales al motor o al sistema de freno, y estas varillas son regulables por sistema de tuerca y contra tuerca. Es decir, podemos variar espectacularmente su ángulo jugando con este mecanismo.

Esto es especialmente interesante porque, dependiendo del calzado que llevemos o la flexibilidad que tengamos en el tobillo (por ejemplo, ha sufrido un esguince hace poco, etc.) es fácil de regular y fundamental para que podamos frenar y cambiar de marcha cómodamente.

ASIENTO

Lógicamente, la altura del asiento es lo que determina si podemos llegar bien con los pies al suelo, por lo que es el primer elemento en que se fijan los menos altos para su seguridad, sobre todo en parado.

Efectivamente, cuanto más alto es un asiento, necesitamos piernas más largas para llegar al suelo, pero no todo es tan fácil. Actualmente, muchos modelos tienen asientos con altura regulable (dos o tres anclajes interiores para variarla varios centímetros), y una de las maniobras más habituales es coger asiento de serie y llevarlo al tapicero para que rebaje su grosor.

Pero la altura general está también determinada por la del subchasis. Así, también en los modelos más enfocados a la iniciación, en las últimas generaciones esta pieza está claramente rebajada.

Lo que no todo el mundo ve tan claro es que la anchura del asiento es quizá más determinante, porque obliga a aumentar el arco de apertura y abrir las piernas, por lo que se llegaría aún peor al suelo. Por eso, además de bajar la altura, es importante (sobre todo si se sigue el método de llevarlo a un tapicero) que “estreche” el asiento.

ALTURA GENERAL DE LA MOTO

Aquí ya nos metemos en un terreno muy técnico que no es fácil de regular. Siempre podemos bajar un poco las tijas delanteras (lo que no es posible todas las motos y aumenta el peso en la rueda delantera), algo bastante habitual en modelos para uso deportivo.

También podemos hacer lo mismo en el amortiguador trasero, aunque sólo si es de gama muy alta dispondría de altura regulable.

Otra solución es bajar la dureza del muelle de este amortiguador, por lo que la moto se hundiría más con nuestro peso, pero aquí ya entramos en el intrincado mundo del ajuste de la amortiguación y podemos encontrarnos con serios problemas de estabilidad. Por supuesto, todo esto ha de hacerlo alguien que sepa mucho y con las herramientas necesarias.

Pues espero que, con la ayuda de lo que habéis leído, podáis adaptar vuestra moto a vuestras necesidades y comodidad. Recuerda que es el factor fundamental para poder rodar seguros y que disfrutemos de nuestras motos.

Ya sabes, ¡ya puedes empezar a adaptarte tu moto!