Hace unos días editamos como se hizo la de las mejor preparación de calle con una Suzuki GSXR 1000, y os prometí más. Pues aquí lo tenéis: una auténtica GSXR100 Street Fighter.

Os confieso una cosa: ni esta es la segunda evolución de la espectacular Suzuki GSXR 1000 hecha totalmente por los chicos de SRD motos, ni la que pudiste ver en el anterior reportaje (que puedes volver a leer pinchando aquí) fue la primera. Pero ten en cuenta que básicamente estas motos se hicieron la década pasada (bueno, ya más, que estamos en 2021 y esta moto es de 2007), y rebuscando mi archivo no he encontrado material suficiente para mostraros todas las evoluciones de las que si hice reportajes en su momento. Esta que ves aquí es básicamente la cuarta y última que se hizo perteneciendo a Carlos Eisman (después pasó a otro dueño que ya os contaré…) y por los chicos de SRD. O sea, que ha hay dos fases que no habéis visto. Os prometo que seguiré buscando y si encuentro todo el material y las fotos (en diapositivas aún muchas de ellas) disfrutaréis de más versiones.

De momento, os contaré que llegó un punto en que a Carlos le entusiasmaron las Street Fighter. O sea, las auténticas e genuinas súper deportivas sin carenado y con manillar alto, así que decidió transformar su explosiva “superbike” Suzuki GSXR 1000 en una de ellas.

Aquí empieza la historia…

PREPARACIÓN SUZUKI GSXR 1000 SRD-EISMAN SBK: UNIVERSO STREET FIGHTER

Las Fighter nacieron con la intención de combinar el impacto estético arrasador de las custom con la efectividad “racing” de las deportivas. En los 80, aprovechando caídas que destrozaban carenados y dejaban reparaciones con demasiadas cifras, muchos bikers desarrollaron la idea perfecta: “desnudar” su moto deportiva, colocar un manillar alto y alcanzar el “sumun” de la diversión: agilidad, potencia y una base sobre la que se podía dejar volar toda la lisérgica imaginación que todo buen motorista ha ido incubando durante años.

Las fábricas, que no son tontas, se dieron cuenta que un segmento que nació como bastardo y marginal cada vez iba teniendo más adeptos, y decidieron sacar sus propias Fighter. No obstante, de momento los europeos llevan una clara ventaja a los japoneses por varios motivos. El primero es que, no nos olvidemos, nacieron en Europa, especialmente en Inglaterra y Alemania. Después, porque marcas como Triumph, Aprilia, Benelli en su momento (preciosas y espectaculares aquellas TNT 1190), Ducati o BMW han llevado el concepto- coger su deportiva más radical, quitarla el carenado y poco más- fielmente a la serie, mientras que los nipones casi siempre se andan con medias tintas. Por lo tanto, ¿Qué ha de hacer un fanático de las GSXR que quiere una impresionante y potente Street Fighter? Pues está claro: hacerse una.

PREPARACIÓN SUZUKI GSXR 1000 SRD-EISMAN SBK: COMIENZA EL PROCESO

En el 2001 Carlos se compró una excelente GSXR 1000,que aquel año ya contaba con alguna floritura técnica como las barras de la horquilla invertida con recubrimiento de titanio para reducir la fricción, No obstante, según fueron pasando los años, nuestro amigo la hizo pasar por distintos “stages” de evolución – siempre manteniendo sus formas “hipersport” originales – que, como puedes deducir por el nombre de esta última mutación, habían sido de momento tres. Este es un buen momento para remitirte de nuevo al reportaje anterior para, digamos, “situarte” históricamente.

No obstante, decidió que quería modificar la Gixxer para hacerla más cómoda, más personal y, sobre todo, más efectiva en conducción puramente deportiva… que para disfrutar de darse una vuelta ya tenía en este momento una excelente Harley Davidson V Rod Aniversario.

En ese momento, y como siempre que alguna malsana idea ronda su cabeza, regresó a ese taller de confianza que ya le había llevado delante los anteriores proyectos y que es uno de los más “finos” de todo Madrid cuando llega la hora de hacer transformaciones de este tipo: de las que además de llamar la atención, tienen que ir muy bien a todos lo niveles, motor y de todo lo demás. Se trata de SRD motos, donde se conocían esta moto al dedillo puesto que, como se hemos dicho, las anteriores evoluciones ya habían sido obra suya.

De momento, esta Suzuki ya contaba con una ingente cantidad de piezas de verdadero lujo. Podemos comenzar con unas preciosas llantas ligeras, con el detalle cachondo de que cada una es de una marca diferente (Marchesini delante, Marvic detrás) puesto que provienen directamente de distintos equipos de carreras. Se tuvieron que hacer casquillos para alinearlas.

 La corona tuvo que ser mecanizada a medida, pues no las hay específicas con la medida que requería ahora, con el desarrollo más corto para favorecer las aceleraciones fulgurantes más que la velocidad punta… porque como te puedes imaginar con la nueva aerodinámica y sin carenado, a más de 200 se te arranca la cabeza. Así, compró una virgen y se mandó modificar a los prestigiosos talleres Urrea, habituales en las mecanizaciones para las preparaciones más deportivas. Para la cadena, se decantó por una Renthal de paso especial

La cuestión de frenos requería una especial atención, pues ya de serie tiene muchos caballos que parar y, además, una Fighter basa gran parte de su capacidad de diversión en acelerar pronto y frenar… ¡muy tarde! Para las pinzas se recurrió a la receta clásica y de efectividad más que contrastada de las pinzas Brembo, para los que se tuvieron que mecanizar unos adaptadores. Para ser mordidos por estas pinzas, en principio se montaron unos discos también Brembo, pero a Carlos le parecían un poco…”vulgares” ¡Que lo tiene todo el mundo, vamos!, así que se añadieron unos Galfer Wave en ambos trenes.

En cuanto a la bomba, también instaló una Brembo- tras probar una Splieger alemana- a la que se ha añadido una maneta plegable Lightech. Los latiguillos se cambiaron por unos metálicos marca Goodridge.

Hablemos del motor. Se instaló un escape completo Arrow  de titanio con colectores cónicos. Como esta 1000 incorpora una válvula de escape en los colectores conectada a la centralita que gobierna todo el sistema, hubo que puentearlo. Se mejoró la dinámica de fluidos, puliendo conductos para optimizarlo, lo que, junto con el Arrow y el filtro de aire K&N, obligó a modificar la inyección. Como guinda, siguió con la electrónica adquiriendo, en su visita al Campeonato de SBK en Valencia una caja de encendido Nikko que libera las tres primeras marchas, “capadas” electrónicamente de serie. Por si pensabas que corría poco, anteriormente tenía instalado un Power Pack de la marca italiana ER Racing, pero después su dueño pasó a mayores.

Se trata de un Power Commander última generación de Dynojet, que cuando lo encargas has de enviar un informe de los elementos con los que cuenta la moto, para que te manden las curvas ideales preprogramadas, ¡ahí es nada! Por otro lado te viene con el software para que, mediante el ordenador, puedas modificarlas a tu gusto. Así Fernando, el “manitas” jefe de taller de SRD, pueda meterle mano. Tienes tres opciones grabadas, y según el recorrido que vayas a hacer ese día, eliges una u otra. Es decir, que si el recorrido es muy lento, eliges uno con más bajos y aceleración, mientras que si es autopista eliges el que te llena la parte alta del tacómetro.

Hubo que instalar este Power sobre una de las vigas del subchasis  tras quedarse sin sitio debajo del asiento. Por cierto, se tuvo que aplicar la misma receta al contacto, porque tras instalar el nuevo manillar y la tija superior se perdía el anclaje habitual.

Delante, la espectacular horquilla “oro” de serie queda oscurecida por la Öhlins “pata negra” de verdad (no como la que equipan algunos modelos de serie, que es de gama media), que da un tacto al tren delantero que… es como tocar el cielo. Detrás seguimos con un Öhlins trasero de nueva generación con todos los avances de la marca y todos los controles remotos, incluyendo la precarga de muelle e hidráulico de compresión en baja y alta. Las estriberas son ahora Euro Racing multirregulables con varias opciones para la posición de anclaje.

PREPARACIÓN SUZUKI GSXR 1000 SRD-EISMAN SBK: ULTIMA EVOLUCIÓN

Prácticamente todo lo que has leído hasta ahora ya estaba de las anteriores preparaciones, pero cuando se decidió a convertirla en “Fighter” tuvo que adaptar varias cosas, lo que conlleva un cambio estético que todos sabemos. Así, tras quitarle todo el carenado se instaló todo un kit de manillar ancho con torretas ABM, lo que ya exigió una cadena de cambios como la ya comentada reubicación del contacto y la instalación del cableado de mayor longitud. De paso, se puso un cable aproximador remoto de maneta de freno, toda una excelencia “racing”

 También hubo que quitar el amortiguador de dirección tangencial HyperPro, cuestión que sigue en el aire, pero sobre todo la gran duda era… ¿qué óptica ponemos? Tras mucho pensar y ver cientos de caretas habituales en las preparaciones, decidieron ser más originales cogiendo la óptica afilada de la Suzuki GS500F e instalándola fabricando unos anclajes específicos. Para rematar, se  recortó una cúpula de Yamaha R1 para hacer la minimalista pantalla que ves. En vivo parece un extraterrestre cabreado a punto de atacar, queda perfecta.

Toda la parte inferior perdía muchos de sus soportes al quitar los faldones, así que se aprovechó para instalar un super radiador Taleo comprado en Motostión de los que se usaban en Fórmula Extreme y se cambió toda la tubería de serie por un kit “siliconado” de color azul. La gran pantalla “Cinerama” para la refrigeración impresiona, os lo aseguro.

Bueno, y no podemos olvidarnos del detalle final y fundamental de toda preparación: la pintura. Fue realizada por José Ávila, y es de un tipo especial que crea sensación de relieve al tener 4 capas transparentes superspuestas. Si, sé que así vista parece bonita, pero en vivo se puede apreciar el verdadero trabajo de un orfebre, espectacular pero lejos de las decoraciones a veces horteras de las Street Fighter. Un trabajo de primera.

Y podríamos seguir viendo pequeños detalles durante más páginas, como multitud de piezas de carbono – ambos guardabarros (el delantero aligerado con rejilla)-o el bote de líquido de frenos de titanio, o el puño rápido, o tapas de motor pulidas o el indicador de marcha engranada o… pero es que ya no me dejan escribir más, así que espero que disfrutéis de las fotos. Por cierto, creo que dice que la vende porque se ha comprado una B-King 1300 para empezar a prepararla y…

¡Dios mío!, ¿que harán esta vez? Ya lo verás en un próximo reportaje

PREPARACIÓN SUZUKI GSXR 1000 SRD-EISMAN SBK: FICHA TÉCNICA

Como puede leer en el texto, esta moto ha seguido una evolución sin fin desde su compra. Se partía de la excelente base de una Suzuki GSXR 1000 del 2001. Menos de un año más tarde ya se había pintado la moto entera e instalado la horquilla Öhlins (¡a 9000 euros la broma!), todos los frenos Brembo, etc.

Después, lenta pero inexorablemente fue siguiendo el trabajo del motorista que, como sabes, nunca termina. Nuevas pinturas cúpulas, distintos amortiguadores, centralitas, etc., hasta llegar al 2007 cuando decidió hacerse la moto tal y como la ves en este reportaje

PARTE CICLO:

Kit Manillar  con torretas  ABM:

Puños ProGrip:

Faro GS500F:

Cupulita R1 recortada:

Horquilla Öhlins:

Estriberas regulables Euro Racing:

Amortiguador Öhlins:

Amortiguador dirección Öhlins:

Llantas Marchessini y Marvic:

Protectores laterales Lightech:

Tapón rápido Lightech:

MOTOR

Filtro de aire BMC:

Escape Arrow integral titanio:

Culata:

Centralita Power Commander

Puño rápido Euro Racing:

Radiador supergrande de carreras Taleo (Motostión)

FRENOS:

Bomba Brembo PR19:

Pinzas Brembo Oro con adaptadores:

Manetas plegables Lightech:

Cable aproximador bomba freno

Discos Galfer Wave:

Hecha íntegramente por SRD MOTOS

Pintura: Jose Avila

FOTOS PREPARACIÓN SUZUKI GSXR 1000 SRD-EISMAN SBK: DE SUPERBIKE A STREET FIGHTER (2)