Kawasaki ya ha presentado algunas de sus novedades para próxima temporada. Aquí tenemos la heredera de una de las más icónicas, adrenalínicas y bestiales Supersport de todos los tiempos.

La familia Kawasaki Ninja es una de las más atractivas de las motos deportivas hoy día, pero tiene sus orígenes hace ya muchos años. Desde las antiguas GPZ 1000 hasta las actuales ZX-10 hemos disfrutado numerosas generaciones, y en una temporada que las Supersport (o sea, las super deportivas de 600) parecen languidecer, Kawasaki es de las pocas que se atreve a continuar desarrollándolas y comercializándolas… Aunque con sus propias características.

Básicamente, esta categoría se denomina así, Supersport, porque es la denominación del campeonato mundial en que podían correr, por ejemplo, tricilíndricas de 675 y, sobre todo, tetracilíndricas de 600, que eran todas japonesas. Así, a principios de este siglo Kawasaki tuvo la idea de incrementar ligeramente esa cilindrada hasta los 636 cm³ para lograr mejor respuesta en medios y bajos, lo que es una gran ventaja para su uso en calle o también para los aficionados en circuito.

Por eso, pasó de unas cotas internas de 67×42,5 de la 600 a 67 x 45,1 mm en las 636. Así, se consiguió una de las mejores motos y de los mejores motores que se puedan disfrutar, con excelentes prestaciones y una robustez a prueba de bombas. Por supuesto, incorpora todos los elementos de un propulsor moderno como cuatro válvulas por cilindro, refrigeración líquida, doble árbol de levas e inyección de 38 mm.  

Ahora, lógicamente, también se ha evolucionado para pasar todas las próximas normas anti emisiones con retoques internos en los perfiles de árboles de levas, electrónica y más catalización. Declara 124 cv a 13.000 rpm, que se incrementan hasta 129 en marcha gracias a la ayuda del RAM Air.

Así, para el 2024, Kawasaki ha desarrollado un “lifting” y una actualización general de éste icónico modelo. De momento, el frontal cambia, estilizándose y haciéndose más afilado y agresivo, con piezas que casi llegan a ser alerones y una boca central para la admisión dinámica aún más grande de lo normal. Las ópticas son faros híbridos LED, además de una cúpula con tomas de aire para mejorar la penetración aerodinámica y reducir turbulencias.

La pantalla también es nueva, TFT de 4,3 pulgadas con conectividad y la aplicación Rideology de la propia marca. Las ayudas electrónicas son numerosas, como el KQS (Kawasaki Quik Shifter) que puede ser bidireccional, tres niveles de control de tracción y cuatro modos de conducción: Sport, Road, Rain o Rider, el modo personalizable por el usuario. La amortiguación incorpora la horquilla Showa SFF-BP de 41 mm, con la precarga de muelle en una pata y los hidráulicos en la otra. Los frenos son muy similares a modelos anteriores, con dos discos de 310 mm delante (sin las ondulaciones de los tipo Wave) y 220 mm detrás. También se mantienen las medidas de llantas y neumáticos, con 17 pulgadas en ambos trenes y rueda de 120 mm de ancho delante y 180 detrás su peso declarado si que es menor que en otras ocasiones, con 198 kilos en asiento 830 mm del suelo.

Como es habitual en estas fechas, aún no se sabe ni cuando salga a la venta ni el precio definitivo en ningún mercado. Mientras, esperaremos a la gran superviviente del segmento Supersport.

FOTOS KAWASAKI NINJA ZX 6R 2023