Ha llegado la fiebre de los cambios automáticos, electrónicos y asistidos. Entre las cuatro marcas que usan estos sistemas, Yamaha tiene un puesto especial con esta Yamaha MT-09 Y-AMT
Todos los aficionados sabemos que, cuando un elemento tecnológico se pone de moda, todas o casi todas las marcas se lanzan como tiburones a sacar sistemas y gadgets similares para satisfacer las ansias tecnológicas del gran público.
Ahora le ha tocado de nuevo (porque hace unos 15 años pasó lo mismo, de lo que hablaremos en otro muy interesante artículo… con modelos como la propia Yamaha FJR YCC-S) a los cambios automatizados y sin embrague, lógicamente invadidos en estos tiempos por la electrónica y la casi «inteligencia artificial» que prácticamente se adelanta a tu pensamiento y cambia la marcha cuando lo necesitas. El caso es que ahora estoy probando la Yamaha MT-09 Y-AMT cuyas siglas corresponden a Yamaha Automatic Manual Transmission. Es, decir cambio manual automatizado de Yamaha.
¿Y cuáles son las ventajas reales de estos sistemas? Pues básicamente que no necesita usar la maneta del embrague (por lo tanto no tiene) para presionar nada porque ya tiene un sistema electrónico interno que detecta cuando ha de ir en una marcha u otra, por lo que sube o baja la relación según se necesita. Esto ya lo conocíamos de muchos coches con cambio automático, pero para instalar una moto existía un problema: el espacio y la capacidad de la electrónica. Lo mismo que pasó en su momento con el sistema de gestión de los ABS, que eran grandes cajas muy pesadas, o los sistemas de inyección electrónico que a su vez también necesitaban mucha electrónica, espacio para colocarla y una rapidez de procesadores capaces de gestionar motores que giraban a más del doble de revoluciones que el de un coche.
Pues ahora, los nuevos sistemas de cambios automatizados permiten prescindir de la maneta del embrague y de la palanca de cambios. Solamente con roscar el acelerador tiene eso: un cambio automático, de un funcionamiento similar, pero ni mucho menos igual, que el de un scooter con variador continuo, y te permite un uso mucho más relajado y menos estresantes, sobre todo para los más novatos. El problema es que, si se usan mucho este sistema, muchas de las nuevas generaciones no sabrán lo que es usar, dosificar y aprovechar las ventajas de un embrague manual, pero eso es otra historia…
PRUEBA YAMAHA MT-09 Y-AMT: COMO FUNCIONA ESTO.
Bueno, para saber las excelencias de esta naked deportiva de media cilindrada no tienes más que leer la prueba del modelo anterior, que puedes ver pinchando aquí.
Tiene un excelente chasis doble viga, estrecho y manejable, y un fantástico motor tricilíndrico de 890 cm3 CP3-o sea, Crossplane– que tiene bajos, medios y un excelente empuje casi a cualquier régimen con 93 Nm de par. Por supuesto, en esta modelo ya pasa la última norma Euro 5 +, que en la práctica apenas se nota en el funcionamiento del motor respecto a la anterior generación… lo cual desde luego es una loa a los ingenieros «de motos«moteros» de Yamaha. Proporciona 119 caballos y un excelente par, y además tiene la característica de ser bastante más suave y redonda de funcionamiento que la mayoría de los tres cilíndricos de carácter más o menos deportivo que hay en el mercado, que suelen ser algo toscos en bajos y medios…

Pero pasemos al cambio Y-AMT. Bueno, lo primero que te comento es que, en nuestra serie de análisis de los nuevos sistemas de cambio automáticos y asistidos (donde también están BMW, KTM y Honda), ya edité un completo reportaje sobre este sistema de Yamaha, donde puedes consultar todos los datos técnicos. Aquí lo tienes.
Nada más sentarte, lógicamente, te resulta extraño en un primer momento no tener maneta de embrague ni pedal de cambio. En cambio, en la piña derecha un pequeño pulsador que te acciona el cambio- como te refleja la nueva pantalla de 5 pulgadas– de modo AM (automático) a modo MT (manual). En el primer modo, has de presionar los pulsadores instalados bajo la piña izquierda. Así, si presionas la leva hacia delante, sube marchas y, si lo presionas en la parte trasera, las baja. Fácil e intuitivo.

En este momento, estás en Neutral. Presionas la leva delantera, metes primera y se te refleja en el indicador de la pantalla. Sin embargo, la moto no se mueve hasta que no roscas el acelerador y el motor gira a mas revoluciones, el cambio “engrana” la marcha y la moto empieza a rodar suavemente. Según aceleras, notas y oyes como el sistema cambia de marcha automáticamente. Como es de suponer, según aceleras va subiendo de marchas (hasta 6) y según reduces la velocidad, va bajando.

Como puedes deducir, esto es perfecto para el uso diario, urbano o rutero tranquilo, porque además cuenta con la incorporación de un control de crucero, también en la piña izquierda. Una vez lo pones en funcionamiento, es perfecto porque no tienes que tocar nada más. Según la carga que lleves, el perfil del recorrido como un puerto o carretera abierta y sin importar la carga que lleves, el sistema cambia de marchas automáticamente manteniendo la velocidad. Básicamente perfecto. En este modo automático puedes elegir entre dos tipos de gestión para curvas de potencia y ayudas electrónicas, que se denominan D y D +, en el que el primero es una respuesta más suave y tranquila, mientras en el segundo sube más de revoluciones para cambiar de marcha y tiene un tacto más deportivo e inmediato. De nuevo, los que tengáis un coche sport con cambio automático, es una sensación que ya conoceréis, aunque en este caso con una mucho mejor relación peso-potencia con los 196 kilos que declara y 119 CV.

En cambio, también puedes pasar al cambio manual MT o, lo que es lo mismo, manual. Aquí puedes elegir en cinco modos diferentes: Rain, Road, Sport, y custom 1 y 2, donde los tres primeros están preprogramados en todas las ayudas (control de tracción con la nueva IMU, potencia, intervención del ABS, etc.) mientras que los dos últimos son totalmente personalizables y puedes dejarlo guardados para cuando lo necesites. Has de tener especial atención a la marcha que llevas engranada y a las revoluciones.
O sea, básicamente igual que una moto con embrague convencional pero en el que has de apretar el botón de subida o bajada de marchas según lo necesitas, en lugar de apretar el embrague y presionar y pedal del cambio. Es capaz de cambiar en un lapso de tiempo declarado absolutamente ínfimo de ¡1 décima de segundo!, más rápido de lo que ninguno podríamos hacer con un cambio manual, incluso con cambio semiautomático deportivo. El problema es acostumbrarse a las reacciones de una moto a la entrada y salida de la marcha en cuestión, sobre todo en zona de curvas cerradas… pero, como todo lo bueno, te acostumbras con mucha rapidez.

El caso es que, en este escenario, pierdes la capacidad de «dosificar» el embrague para mantenerla trazada o para entrar exactamente con el tacto que quieres, pero también te acostumbras a ello si así lo deseas. Otros comentarios: en el cambio automático AT también puedes cambiar de marcha si ves que entras a una curva o en la situación que sea, si ves que necesitas una marcha menos, lo cual es una ayuda definitiva para disfrutar de este modo.

Por ejemplo, cambio automático en un puerto revirado, con pasajero, peso y la moto “quiere” entrar en una curva cerrada en cuarta. Pues presionas el pulsador del cambio de marchas, y baja a tercera, lo que combina de forma perfecta la comodidad de un cambio automático con la eficacia y el tacto personal del piloto que buscas en un cambio manual.
¿Hay alguna crítica, o detalle mejorable? Hay algún “pero” dentro de tanta perfección, pero difícil de encontrar. El tacto de entrada de la marcha, sobre todo cuando metes primera para comenzar la marcha desde parado, es bastante tosco. Oyes un gran “clonk” y te da la sensación de que el sistema mecánico sufre un poco, pero la verdad es que no da ningún problema ni nada parecido. No obstante, por cuestiones sobre todo de marketing y de la impresión, irán suavizándolo en siguientes generaciones o, seguramente se reducirá con más rodaje de este motor, que no tenía muchos kilómetros.

Más detalles. Cuando la dejas aparcada, puedes dejar la primera metida para inmovilizarla, lo cual es un buen sistema de seguridad por si sopla viento, alguien le da un pequeño toque o, simplemente, has de pararte en la rampa de un garaje o en un sitio inclinado. Por otro lado, como antirrobo tampoco está nada mal porque sin la llave wireless no puedes arrancar el motor y, por lo tanto, tampoco poner el punto muerto, excelente detalle que se echa de menos en la mayoría de los scooters cuando llega esta situación de aparcar en alguna cuesta.
PRUEBA DE LA YAMAHA MT-09 Y-AMT: CONCLUSIONES.
Francamente, yo tenía mis dudas sobre la eficacia de estos sistemas, del Y-AMT en este caso en especial- en un pilotaje más o menos deportivo. Precisamente Yamaha ya tuvo un sistema parecido en la FJR 1300 YCC-S —Yamaha Chip Controlled Shift– que os comenté al principio, en el 2008, y era muy cómodo pero el control de la tracción en curva era prácticamente nulo y, con todas sus ventajas, no me gustó demasiado. En este caso, aunque necesitas dos o tres días para coger el tacto y dejar de buscar instintivamente una maneta de embrague que no existe, lo cierto es que es especialmente eficaz. Por supuesto, en un uso urbano y turístico es prácticamente perfecto por la facilidad y eficacia que permite. Aquí, además cuenta con el «extra» (ya habitual, pero que Yamaha ha hecho especialmente bien) de un sistema «wireless» de contacto que funciona a la perfección y que hace muuuucho más cómodo el uso de la moto, especialmente en invierno con guantes gruesos.

Por otro lado, y aunque ya lo hemos visto en anteriores modelos de Yamaha, me encanta el diseño y la tecnología del cuadro donde puedes colocar los diferentes parámetros que necesitas consultar-autonomía, capacidad de gasolina, consumo instantáneo, temperatura ambiente, etc.- según lo necesites. El mando tipo joystick de la piña izquierda es toda una ayuda y fácil de manejar como de nuevo cuando le coges el truco después de un par de días de uso desde luego, de esta forma se permite tener una excelente urbana y moto tranquila, a la vez que una gran deportiva, o al menos Sport naked como es este caso, con toda la facilidad y eficacia que nos ofrece la tecnología moderna.

Sin duda, un gran paso adelante, y a un precio espectacular – 11.799 €- teniendo en cuenta de la excelencia del modelo en general y con tecnología exclusiva. Una de las grandes opciones de la temporada.
PRUEBA DE LA YAMAHA MT-09 Y-AMT: LIKE-NO LIKE
LIKE: comportamiento general. Comportamiento Y-AMT y relación calidad precio.
NO LIKE: protección aerodinámica. Cierta rudeza al meter primera en parado. Amortiguación trasera mejorable.
FOTOS PRUEBA DE LA YAMAHA MT-09 Y-AMT

























