La Harley que nunca te hubieras imaginado, con la dinámica que nunca esperarías y atributos suficientes para complicarle la vida a las reinas de la clase maxi-trail, empieza a verse entre el tráfico.

Esta prueba está realizada por nuestro gran amigo, polivalente y con mucha, mucha más cultura motorista y mecánica de la que te imaginas, Javier Galilea, que además es poseedor de una gran trail que usa a diario y en grandes viajes. Por eso es perfecto para escribir esta prueba. Aquí la tienes.

Hemos probado a fondo esta nueva y gran trail viajera americana en una larga ruta, y aún nos dura la sonrisa. Acostumbrados como estamos a cruzarnos con 25 ge-eses por cada 30 motos en los tramos clásicos del ruteo en cualquier sierra, salteados apenas por unas pocas representantes austríacas, británicas o japonesas, lo que nadie esperaba era la llegada de aire fresco ¡desde Wisconsin! Suena a broma, pero después de 2.000 kilómetros a ritmo ligero, más les vale a los líderes del sector de la trail grande de turismo rápido, fijarse en la Pan America 1250.

Prueba ruta Harley Davidson 1250 Pan America: dudas y esperanzas

Y es que, aunque habíamos empezado a leer de ella en la presentación estática a finales del año pasado, y leído de las primeras pruebas en Europa, ha sido llegar al parque de prensa nacional y despertar una corriente de opinión positiva desde todos los rincones de la profesión. Parecía que todo el que la cogía, salía hechizado cuando la retornaba a la base. Dudábamos hasta el último minuto de si realmente la recién llegada a un sector trillado iba a ser para tanto… Y realmente lo es.

De entrada y sin valorar el estilo de la estética, al natural gana muchos enteros. Nuestra unidad en negro “Vivid Black”, el tono de serie, reduce notablemente la sensación de anchura desproporcionada que devuelve de alguna forma el gris “Gaultlet Metallic” y sobre todo el tono blanco-anaranjado de la Edición Especial. La forma del faro de inspiración todo terreno (incluso la barra metálica está colocada ahí como reminiscencia del paragolpes del Ford Bronco), pasa desapercibida porque no te tiras todo el día mirándola en plano contrapicado desde el suelo. Y la línea horizontal que describen los protectores del radiador, el depósito y el asiento, redondeada por la curvatura de la pantalla, transmite un aroma nada desagradable… a Harley custom.

La parte trasera, construida sobre un chasis tubular atornillado al motor (sí, al motor; comentaremos más adelante esta particularidad) carenado en su interior, deja el espacio justo bajo el asiento del acompañante para la documentación, un sobrecito de herramientas y un pulpo a lo sumo, aunque al hilo de los tiempos tiene integrados los soportes de las maletas y el baúl. Donde se juntan ambas partes, sorpresa agradable. La Harley Davidson Pan America 1250 resulta súper estrecha y no pone en apuros para echar el pie al suelo ni a los menos habituados a manejar armarios de este tamaño, amén de que se conduce de pié para los que gusten de ir adelantando el paisaje, de maravilla: buena base para la bota y el rebaje en el depósito donde debe de estar para empujarla con la rodilla.

Prueba ruta Harley Davidson 1250 Pan America: motor a fondo

En el centro visual de la moto, el corazón en uve a 60 grados es como se espera de una HD: cantoso, apretado, voluminoso, con sus escudos y loguitos comentando que se llama Revolution MAX, que tiene 1250 centímetros cúbicos. Tradicional en la forma de las abrazaderas del escape, old style, y al tiempo súper moderno en su distribución variable con taqués hidráulicos para no tener que ajustar las válvulas nunca, árbol de levas fácilmente intervenible si el dueño quiere cambiarlos por otros de dibujo más caprichosos, y estructura autoportante porque a él se sujeta el basculante trasero, la pata de cabra (dudoso beneficio), y la tija delantera mediante un travesaño longitudinal superior. Un conjunto cuya sofisticación deja a las claras que Harley se ha tomado el centrado de masas, la reducción de peso y el rendimiento dinámico, más en serio que nunca.

Las cotas del motor, 105x72mm, lógicamente autorizan unos bajos buenísimos pero es que con una elevada relación de compresión de 13:1 y la distribución variable comentada antes, tira además hasta las 9.500 revoluciones con una viveza, espectacular. Un poco áspero, sin vibraciones molestas cuando está trabajando duro, es una delicia contundente de 150 caballos que corre mucho ¡y gasta poco!. Nada que ver, por ejemplo, con lo penúltimo que Harley presentó antes de la pandemia: el Milwaukee-Eight 107, que giraba como máximo a 5.500 revoluciones. ¡Explotaría donde sube como un diablo el nuevo Revolution Max!

Prueba ruta Harley Davidson 1250 Pan America: rodando

Yendo suave, se encuentra muy bien entre cuatro y seis mil vueltas, donde se entrega el 90% de sus 128 Nm, erogando un calor bien canalizado hacia atrás porque, salvo a muy baja velocidad en tráfico urbano, no molesta. Canalizada aerodinámicamente, pero también hidrodinámicamente, la refrigeración y el engrase movilizan media docena de bombas de aceite y casi cinco litros de fluido, por lo que es de esperar realmente una longevidad de motor notable, y ausencia de averías incluso montando pistones forjados sin segmentos. Lo último de lo último.

Yendo suave… ¡yendo suave no aguantas ni medio paseo! Larga, más larga aún que una GS 1250, con un manillar alto y una lanzada de dirección que la hace muy fácil de negociar cambios de apoyo, la Pan America 1250 es tan sorprendente por su aplomo en línea recta a alta velocidad, como sobre todo por lo que permite en curva media. Con un peso a medio camino entre las BMW y las KTM equivalentes (229 kg, seca), el trabajo que se ha realizado en el tren rodante, es como en el caso del motor, sobresaliente. Y lo hace en esta versión básica, tirando de elementos conocidos pero bien coordinados: horquilla Showa invertida delantera de 47 milímetros y amortiguador trasero ajustable en precarga con la típica rosca. Tirando a duros, sujetan los 248 kilos de la moto en orden de marcha, de maravilla. No hay rebotes traseros ni dando gas fuerte en apoyo, y aunque lleva plataforma inercial y control de tracción, proporciona sensaciones puras y fácilmente interiorizables. ¡Atención, teleleverístas!. Aquí hay una horquilla normal y unos frenos Brembo generosos, amén de llantas de aluminio y neumáticos Michelín puestos a punto en exclusiva. Así que cuando se frena sin contemplaciones, el morro se hunde como el Titanic y hay que saberlo… porque inmediatamente el gas de vuelta, la levanta al cielo.

Prueba ruta Harley Davidson 1250 Pan America: complementos y chucherías variadas.

Siendo una moto americana, el número de chucherías tanto de la marca como de especialistas independientes, dará para montar una página web entera. De serie para el europeo común que paga unos 16.000 euros por la moto de sus sueños, no se echa en falta nada serio. Lleva crucero, cuatro programas de conducción, arranque sin llave, iluminación led, manos libres bluetooth y un derivabrisas frontal ajustable en marcha que, aunque parezca pequeño, lanza el aire un palmo por encima de la visera de un casco de enduro a un piloto de 1,75 metros de altura.

Destaca por lo positivo, el sistema multimedia que se conecta a través de una App propia de Harley (HD Connect) y sincroniza las rutas diseñadas en Google fácilmente, así como el teléfono y la música con mandos en la piña derecha. Para sorpresa y envidia de otros motards, en los briefings y puntos intermedios de las rutas, dicha pantalla es táctil y se ve estupendamente. En su función de instrumentación, reúne todos los sistemas o simplifica la visualización al máximo, según se escoja, aunque se echa en falta un indicador del excelente consumo medio que se puede conseguir. Ah, y los espejos retrovisores, deberían ser la norma para el resto de marcas: grandes, ajustables y sin parecer de un motocultor.

En lo negativo, una iluminación en curva decepcionante porque para acceder al faro pata negra (con haz adaptable a la inclinación) de la Edición Especial, hay que incrementar la tarifa hasta una cota donde hace menos gracia meterse. El de serie, ofrece buen ancho y notable profundidad en autopista, pero se queda muy escaso en curva lenta, hasta el punto de obligar a reducir la marcha e ir pensando qué tal le quedarían unos faros auxiliares aftermarket donde ahora están los intermitentes de serie.

Prueba ruta Harley Davidson 1250 Pan America: Conclusión

Llamativa como se espera de una Harley Davidson grande, pero razonable como lo pudiera ser cualquier opción japonesa o europea, la Pan America debería llenar de alegrías a nuevos usuarios y a una marca que se la juega muy seriamente, ahora que el segmento custom sigue menguando y la electrificación en las dos ruedas parece que llegará al final de la cola de la movilidad. Esta cerda lo tiene todo para triunfar.

Prueba ruta Harley Davidson 1250 Pan America: LIKE-NO LIKE

LIKE: precio. Parte ciclo. Motor.

NO LIKE: pata de cabra fijada al motor. Iluminación en curvas (faro de serie).

Fotos prueba ruta Harley Davidson PanAmerica 1250