Corría el año 2009, y en el salón de Milán vimos algo increíble. La próxima moto de BMW iba a ser una futurista y musculosa naked con un espectacular motor de 6 cilindros en línea. Allí estaba.
Era la época de una serie de naked gigantes y espectaculares que buscaban la potencia, el par y una pegada de acelerador como nunca se había visto antes. La más “manga” de todas, la epatante Suzuki B-King 1300 con motor Hayabusa, la fallida Honda X11 con motor Blackbird 1100, Kawasaki ya tenía la Z1000, por no hablar de la propia BMW ya tenía su propia “cybernaked” de diseño agresivo y futurista (de hecho, la recién tenía unas líneas muy cercanas) con la BMW K1200-1300 R. Incluso Harley con la VRod podía entrar en este grupo, y mucho más con la “casi naked deportiva” Street Rod, posiblemente la mejor Harley de todos los tiempos, aunque hoy esté casi totalmente olvidada. Incluso Buell ya tenía las 1125 con motor Helicon V2 con la naked CR.
Por otro lado, ya se sabía que los alemanes tenían la mejor superbike de todos los tiempos ¿BMW y Superbike en la misma frase?, pues si… pero eso es otra historia, porque la S1000RR aún no había sido probada por la prensa (lo sería poco después, en Portimao), aunque si habíamos ido a presentaciones estáticas y ya corría en el WorldSBK con el australiano Troy Corser y “nuestro” Rubén Xaus.
Lo cierto es que, si lo de la Superbike era cierto, todo podía pasar… y pasaba, porque allí le teníamos, en vivo. Era la BMW Concept 6 ¿En que cabeza de la, hasta entonces conservadora, fábrica de motos germana podía haberse cocido semejante idea? La Concep Six era espectacular, repleta de tecnología y con un 6 cilindros en línea que recordaba a la era de los gigantes, dinosaurios como la Honda CBX 1100, la Benelli 900 Sei o la Kawasaki X 1300… ¡NO OS DIGO NADA!
Motos con un sonido imbatible, un par demoledor, pero anchas, problemáticas y pesadas, aunque BMW, por supuesto, podía superar todos esos “detallitos” técnicos… o no. No lo sabíamos, pero lo cierto es que declaraban un propulsor 100 milímetros más estrechos que cualquier anterior y “tan solo ligeramente” más ancho (sin más datos) que un 4 en línea tradicional, con cotas internas supercuadradas, aunque en aquel momento no nos dieron ningún dato más
Claro que, pensándolo bien, BMW jugaba en otra liga, porque con un público de poder adquisitivo medio alto, de cierta edad y la mayoría apasionada también de los coches deportivos, se combinaba con toda la tecnología que la marca tenía sobre motores de 6 cilindros. Vamos, que era una maravillosa locura que, desde un punto de vista de marketing, debía funcionar. Además, llevaba el nombre y el “estigma” de la serie K que en aquel momento combinaban tres modelos de tres segmentos diferentes (naked, sport turismo y GT) con éxito comercial. También se aplicaban ideas de las K “pequeñas” (ejeeem… de 1.300 cc) como los cilindros inclinados 55 grados hacia delante para mejorar la admisión. Ya se anunciaba su cilindrada de 1600 cc, y que sería muy ligero comparado con otros motores similares porque, entre otras cosas, no necesita contrapesos ni tonterías para controlar las vibraciones ¡Seis cilindros ya te dan para equilibrar lo que quieras!
Lo cierto es que en el mismo dossier de prensa que los alemanes nos entregaron ya pudimos leer “La serie K se ampliará en un futuro previsible con modelos equipados con el nuevo propulsor de seis cilindros de BMW. El primer modelo en llevar este motor será una motocicleta de turismo BMW, que brillará por sus innovaciones y su lujo.” Esto nos dejaba un poco descolocados, porque desde luego aquella “maxi power naked” no era una moto de turismo, pero en otro párrafo ya se citaba que “Gracias a esta configuración, el motor de la BMW Concept 6 es, en principio, apropiado para el montaje en una amplia variedad de conceptos diferentes de motocicletas.” Vamos, que harían varios modelos diferentes. Desde luego, la moto buscaba lógicamente un público pasional que ayudase a quitar la eterna imagen de “moto de padre” que hasta eso momento tenía la alemana, porque también decían que “no solamente debe atenerse a criterios funcionales, sino que además debe ser capaz de despertar emociones”
La tecnología estaba al mismo nivel de su futurista diseño. Chasis de (según el dossier) material ligero, que dedujimos que era aluminio, Duolever y Paralever, acelerador wireless, y otros ejemplos de modernidad como un cuadro digital bastante curioso. Tenía velocímetro, pero no tacómetro, porque con las reservas de par que, según la marca, ofreció el motor, no hacía falta. Sin embargo, sí que incorporaba una escala luminosa por la que indicaba el par de motor disponible… Que no sé muy bien qué quería decir.
Sin embargo, ahí quedó el sueño. Al año siguiente se presentó este motor, pero en los modelos GT que todos conocemos, y más recientemente en modelos “super cyber custom” como la Bagger y GrandAmérica… pero nada de esta maravillosa y loca naked sport futurista.
No obstante, desde aquel salón de Milán del 2009 he soñado con que, en algún momento, BMW del paso adelante que muchos ansiamos y presente está Concept 6- con el nombre comercial que sea-para la calle. Ya tienen la base, ya tienen la tecnología y han probado todo lo que tenían que probar de electrónica, motor, chasis y todo lo demás. Por si fuera poco, los proyectos de estética desorbitada y desorbitadamente pasionales, como toda la nueva gama R 18, hacen pensar que alguna mente privilegiada hace latir el corazón más adrenalínico de BMW. Por lo tanto, esta moto sería perfecta para qué, si alguno que todavía no se haya enamorado profundamente de una M1000RR, de una R18 o de cualquier NineT (por no hablar de la eléctrica CE 04) caiga a las redes de la marca bávara.
Yo, desde luego, lo haría ¿La veremos renacer dentro de poco? ¡Siiiii, chicos de BMW Motorrad, por favor!!!
FOTOS BMW Concept 6