Yamaha ha recuperado un nombre legendario de un modelo legendario para crear una de las motos más auténticamente trail y aventureras del mercado. Probamos la Yamaha Teneré 700.

¿Qué te viene a la cabeza cuando oyes la palabra Teneré? Pues duros rallyes desérticos, y sobre todo el París Dakar, de aquella época en que cada carrera, y prácticamente cada jornada de cada carrera, era realmente una prueba de supervivencia. Corrían finales de los 80 y principio de los 90, y las marcas se dieron cuenta de la pasión que despertaba entre los aficionados de todo el mundo las motos que corrían este rally, que representaban como pocas la aventura pura que se iba perdiendo en un mundo cada vez más tecnológico. Así, presentaron espectaculares modelos con nombres que evocaban esas llanuras y esos insondables paisajes desérticos, como la Honda África Twin, la Suzuki Djebel , la Morini Camel o, la que nos interesa ahora mismo, la Yamaha Superteneré 750. Concretamente XTZ Super teneré 750.

Como cada vez las motos eran más grandes (las trail eran básicamente motos de enduro supervitaminadas con depósitos grandes con más capacidad de gasolina) y la gente las usaba por estética más que por uso normal, pasaban gran parte de su tiempo en carretera y en viajes. Por lo tanto, los motores bicilíndricos se impusieron pronto, y aquí Yamaha instaló el 750 “twin” paralelo que se usó también en motos como la deportiva “semi retro” TRX 850. Es decir, un potente bicilíndrico con cinco válvulas por cilindro (herencia de los motores Génesis de cuatro cilindros y 20 válvulas), más suave que parte de sus rivales que se convierte rápidamente en una de las motos más preciadas del segmento. Concretamente se comercializó de 1989 a 1994 Con la fiebre vintage que nos invade ahora mismo, su valor de segunda mano sube por momentos, y como ha pasado a otras marcas como Honda, Yamaha ha recuperado su estética y su nombre para desarrollar un nuevo modelo que seduzca las nuevas generaciones que parece seducidas con la estética trail.

Así, Yamaha ya presentó hace 10 años la gran Super Teneré  1200, una auténtica mega trail, mientras que para esta temporada ha desarrollado una trail que cumple sobradamente todo lo que una moto con ese nombre debe hacer y que además es asequible para los más noveles, puesto que con sus 73 caballos declarados es el limitable incluso para aquellos que tienen el carnet A2 recién sacado. Es decir, no es una trail puramente asfáltica con el que apenas puedas salir de la carretera, sino un modelo bien preparado para poder escaparte por buenos caminos y disfrutar de rutas off road.

Para ello, se ha usado el motor bicilíndrico paralelo de 689 centímetros cúbicos reales que ya hemos podido disfrutar en sus excelentes compañeras como Tracer o la retro XSR, con un diseño impactante mente endurero con su gran e impresionante frontal endurero con cuatro luces LED, y detalles como las grandes llantas de radios con 21 pulgadas delante y 18 detrás que ya declaran por si mismas las intenciones de esta Teneré 700.

PRUEBA YAMAHA TENERÉ 700: EMPEZAMOS

Iniciamos la prueba de esta moto bajándonos de una Ducati Diavel, una moto tan distinta de esta que no tiene un solo punto de comparación… aparte de ser una moto. Pasar de una “muscle custom” de diseño a una trail de este porte necesito una adaptación casi traumática, pero este hecho tintó los primeros minutos de la prueba. Siendo una persona de 1,84m de altura, inmediatamente me sentí cómodo en su posición de conducción. El asiento, plano, con su forma tradicional de moto trail, a 88cm de altura, puede parecer duro en el primer momento, pero cuando llevas kilómetros con ella te das cuenta de que tiene la consistencia y forma adecuadas para ser más que cómoda en largos trayectos. La altura, ciertamente, es un aspecto que va a resultar limitante para muchos pilotos más bajos, pero su geometría y la distancia libre al suelo son esenciales para mantener su naturaleza y su genética todoterreno, heredada directamente de la famosa Yamaha XT500 que, por otro lado, posiblemente sea la primera trail de la historia moderna nacida en 1975 y que duró hasta el 89… curiosamente el mismo año en que nació la primera Súper Teneré.

La primera parte de la prueba fue la bajada del Puerto de los Leones (antigua N-Vi). Aquí ya tuvimos la ocasión de comprobar la excelente estabilidad que esperábamos encontrar. Los que me conocen ya saben que soy más de asfalto que de tierra, pero no es esta ni mucho menos la primera moto de tipo trail que disfruto. Con esto vengo a decir que el paso por curva de una moto de estas características es diferente de cualquier moto puramente de carretera. No se conduce igual, no se tumba igual, no se traza igual… Pero teniendo, con todo y con esto y teniendo en cuenta su poco peso (unos admirables 204 kilos con todos los llenos, incluyendo el depósito) y la arquitectura CP2 de su motor (CrossPlane 2, heredada de CP4 desarrollado para la Superbike R1), el paso por curva de esta 700 es rápido y estable, aun con los neumáticos mixtos Pirelli Scorpion Rally (en muy buen estado, eso sí) que equipa de serie.

Su amortiguación, con sus 210 y 200mm de recorrido delante y detrás respectivamente, está lógicamente diseñada para un terreno mucho mas rugoso que el asfalto, pero tiene la consistencia suficiente para darte la confianza que necesitas en curva.

En un uso urbanita, autovía y ciudad, tiene un comportamiento y consumo (5,2l/100km) mas que aceptable y, de nuevo, su altura se convierte en una ventaja, ya que te permite otear por encima de los coches. Para este uso es recomendable, como siempre, evitar el uso de las maletas laterales que nuestra unidad de pruebas traía de serie. La contundente respuesta de su bicilíndrico de cuatro tiempos es ciertamente otra ventaja en el tráfico matutino a la ciudad, permitiéndote adaptarte con rapidez a la cambiante situación del tráfico.

En plan rutero, ya sea autovía o autopista, el generoso frontal protege bastante bien, aunque con mi tamaño el viento si me daba en parte de la cabeza y los hombros, pero realmente te protege razonablemente bien de los elementos. Además, con 350 km de autonomía que declara Yamaha, desde luego puedes hacer etapas interminables.

Las maletas son, por buscarle un pero a esta moto, su punto mas débil. Mientras que son robustas y tienen el tamaño necesario, no tienen el enganche mas sencillo del mundo y sus cerraduras, aunque protegidas, parece que sufren enseguida las inclemencias del tiempo. Además, las que venían instaladas no tenían capacidad para un casco, que como bien sabes es la medida “estándar” de medida de las maletas de moto.

PRUEBA YAMAHA TENERÉ 700: EN SU ENTORNO

Aprovechamos la oportunidad que se nos brindaba al realizar la prueba de esta unidad, para llevarlo a su entorno mas natural. Teníamos pendiente realizar la comprobación de la ruta off-road, que forma parte de las actividades de la Concentración Invernal Mamuts, y no perdimos la ocasión de poder matar dos pájaros de un tiro y, por qué no, ¡disfrutar como enanos!

De nuevo, en carretera, de camino a Ayllón, pudimos disfrutar de su comportamiento en carretera de curvas, esta vez por carreteras secundarias, ¡nuestro entorno preferido! Lógicamente sobre el asfalto bacheado o y roto su comportamiento mejora mucho comparativamente con una moto puramente de carretera. Se lo traga todo y casi no pierde la trazada, además de ser mucho más cómoda cuando pillas buenos baches o arrugas en la carretera.

En nuestra misión mixta de hoy, disfrutamos de la compañía de nuestro compañero Terrón en la comprobación de ruta. Era un día lluvioso, y tenía la doble finalidad de comprobar la ruta en sí, y su viabilidad para cualquier piloto iniciado o no en rutas off-road (si un inexperto con una moto desconocida puede completarla, cualquiera debería poder… ¡y así fue!). Y, como las ocasiones las pintan calvas, acompañado de un piloto que se conocía bien todo el trazado y los caminos, que es como uno debería siempre iniciarse en nuevas experiencias en moto.

En un terreno embarrado, deslizante, como fueron las pistas alrededor de Ayllón ese día, lo primero que había que hice es desconectar el ABS, algo que se pueda hacer en marcha sobre la Teneré 700. Ya rodando, el control sobre el potente par de su motor de 689cc y casi 73cv (68Nm a 6500 rpm) fue esencial. En todo momento tuve la sensación de controlar completamente la descarga de potencia, pudiendo dosificar la justa para cada situación. El grupo de todas sus partes bien desarrolladas y conjuntadas- larga suspensión, neumáticos estrechos de 90 y 150 de ancho (llantas de 21 pulgadas delante con 18 detrás), el diseño absolutamente trail de su chasis multi-tubular de doble cuna, de su depósito y asiento estrechos, excelentes para controlar la moto con las rodillas en posición levantada sobre los estribos e incluso el diseño de su manillar- hicieron mucho más accesible el control de la moto en las peores circunstancias, que llegaron a ser realmente malas. Incluso en la peor zona, una arcillosa cuesta empinada, que puso en serio jaque a la moto que montaba mi compañero Terrón, nos hizo sentir como si fuéramos ya pilotos experimentados, subiendo el desnivel con la moto completamente cruzada hasta salir del barro, sin perder el control en ningún instante, aún con la muy complicada tracción del terreno.

Su consumo, en este tipo de conducción se mantuvo en un mas que razonable 6,4l/100Km teniendo en cuenta el constante uso de marchas cortas y el “abuso” (¿abuso? Realmente está diseñada para esto…) de su motor, típico de esta conducción.

Un último detalle que nos gustó fue el compacto display, diseñado para que en todo momento tengamos la información esencial sobre la configuración de la moto, parciales, etc. Parece que los diseñadores en Yamaha ciertamente han hecho los deberes para hacer de esta una excelente heredera de su original XT500 y la XTZ 750, abuela y madre de las actuales Teneré y Super Teneré.

PRUEBA YAMAHA TENERÉ 700: LIKE-NO LIKE

LIKE: Potencia, control, agilidad, ergonomía.

NO LIKE: Maletas mejorables.