El Kymco SuperDink se ha convertido en todo un símbolo de urbanidad y modernidad durantlos últimos años. Ahora tenemos las nuevas 125 y la musculosa SuperDink 350 para mantener sus privilegios.
Si, privilegios, porque hace ya muchos años que Kymco entró en el mercado español, y no siempre fue considerada como una marca puntera ni tuvo la excelente imagen que tiene ahora. Llegó en el 1995, y poco a poco se fue reconociendo como fábrica de modelos buenos y baratos, pero con diseños orientales (eficaces, pero poco atractivos) que se mantuvieron hasta prácticamente el 2005 en que llegó la gran Xciting 500. A partir de ahí, Kymco entró en una vorágine de diseños modernos, afilados y que encajaron en el público perfectamente. Y ahí llegó el 2010 cuando, curiosamente en plena crisis económica, la SuperDink presentó sus 125 y 300, cilindrada novedosa en su momento y que evolucionaba desde los clásicos 250 para hacerse con el mercado de las motos urbanas y media cilindrada.
La reina
Lo cierto es que, teniendo muchos elementos en contra, la SuperDink estableció un estándar conceptual de scooter GT que quizá no era nuevo, pero que desde luego Kymco supo asentar y crear toda una referencia del mercado, y de paso a la reina de las ventas desde aquel momento. Claro que los líderes no pueden dormirse, y en Kymco lo saben bastante bien. Por eso, para este 2017 la marca organizó una presentación en un coto privado hasta con aeropuerto propio para que los periodistas pudiéramos probar y cubrir a fondo todo el tema multimedia sin problemas.
En sus dos cilindradas, 125 y 300, la SuperDink había alcanzado un éxito sin precedentes. Algo curioso puesto que el perfil de los usuarios es bastante diferente. Ten en cuenta que a la 125 accede todo aquel que tiene un carnet de coche con más de dos años, mientras que el grande es preferido por aquellos que hacen distancias medias a diario, y que buscan prestaciones y elegancia. Así las cosas, nos pusimos a rodar un grupo de periodistas a ver si realmente las nuevas Kymco SuperDink habían mejorado tanto como decían. Empezamos con la 300, que ahora es la SuperDink 350.
50 centímetros cúbicos más
Bueno, no son realmente 50 sino 22. Se pasa de los 299 reales anteriores a 321 actuales. Estos crecimientos de cilindrada, bastantes habituales este año, están determinados por la necesidad de compensar las canalizaciones y demás medidas para pasar las normas Euro4, increíblemente respectivas para las motos.
Con este “ciclo de anabolizantes”, la nueva SuperDink 350 mantiene la potencia de su antecesora con 28,8 CV pero realmente se nota una mejor aceleración, recuperación y curiosamente también mayor suavidad. Esto pudimos probarlo bien a fondo en las revisadas y estrechas carreteras que rodeaba la gigantesca finca donde estábamos, entre las provincias de Ciudad Real y Jaén.
En cuanto a pasar la dichosa normativa Euro4, Kymco lo hace con nota. Bueno, incluso con Matrícula de Honor, diría yo. Para que os hagáis una idea, los monóxido de carbono del nuevo motor se han controlado hasta los 746,2 mg/kilómetro, que es un 65,5% de lo que exige la Euro4, y la de Nitroxido en 36 mg/km, que es un 40% de lo exigido. En fin, un excelente trabajo de ingeniería, y más teniendo en cuenta la excelente respuesta que durante la prueba hemos comprobado del nuevo motor.