Amortiguación y chasis, lo tiene todo

Continuamos con nuestra prueba de la KTM SuperDuke 1290 GT. Tras la primera parte donde te conté todo sobre la técnica y sus «interiores», llega montar el momento de montar en ella y contarte… ¡qué se siente!

El chasis tubular tiene un comportamiento absolutamente perfecto. Buscar una crítica sería simplemente querer ganar algún punto como periodista especializado, porque os aseguro que básicamente es impecable.

Pero claro, el chasis no lo es todo, y en este caso la amortiguación acompaña porque, como seguro que sabrás, una de las mejores fábricas de amortiguadores del mundo pertenece al grupo austriaco. Así, tanto la horquilla como el amortiguador trasero son WP, que se caracterizan por su muelle de color blanco. En el momento de la presentación de la SuperDuke 1290 naked, la fábrica desarrolló una exclusiva horquilla con las regulaciones de los hidráulicos en la parte superior con  pequeñas ruedas para poder hacerlo con las manos. En cambio, no equipaba la regulación básica de cualquier amortiguación que es la dureza de muelle, por lo que cuando comenzaba se rodar rápido terminabas notando que le faltaba dureza. En cambio, en este caso, cuenta con amortiguación electrónica regulable, y su eficacia, sobre todo teniendo en cuenta su perfil GT, es perfecto. La innovadora suspensión semiactiva WP incluye tres opciones de configuración: Comfort, Street y Sport. Esto permite adaptar la amortiguación en tiempo real según la superficie por la que se conduce y según la distribución de peso de la motocicleta. El amortiguador trasero y el necesario de dirección son, como es normal, de la misma marca, y dejan  presente su calidad… ¡que bueno es lo bueno!

Y llegamos a la electrónica. Por supuesto, cuenta con acelerador electrónico “Ride by Wire” para poder combinar el giro del puño derecho con todos los controles que hacen falta para no salir despedido cada vez que roscas la muñeca. Efectivamente, a través de su gran pantalla a la izquierda del cuadro puedes ver todo el doble ordenador de a bordo con temperatura ambiente, consumos, autonomía, velocidad media, etc. Y todo ello puedes regularlo fácilmente por un mando tipo “joystick” situado en la piña izquierda, sin duda también uno de los grandes méritos de esta moto: diseñar un sistema de navegación del menú electrónico fácil de entender y manejar.

Si quieres ir a por faena, puedes también ver en esa pantalla y regular el ABS y el control de tracción (MTC) en dos niveles, calle y Supermotard que te deja derrapar un poco… o mucho si lo desactivas. También tienes la Suspensión semiactiva, en que puedes elegir el punto de la amortiguación presionando el botón, y que además irá adaptando sus hidráulicos según tu pilotaje y el estado del asfalto.

En cuanto los frenos, me encanta el tacto de las manetas regulables, de los frenos con pinzas radiales Brembo (tacto perfecto sin ser demasiado agresivo y con ABS de lo último, Bosch 9M+ doble canal) y de las bombas Magura, su agilidad felina y su fuerza demoledora.

Esta GT no es una moto precisamente baja, como buena KTM, y necesitas medir al menos 1,75 para poder apoyar los pies con una mínima seguridad. Por otro lado, además, la herencia “off road” les ha llevado a instalar una pata de cabra muy larga que a veces deja la moto demasiado vertical cuando la aparcas.

Y además, es una GT

Su comodidad te hace pensar que podrías irte de viaje con ella… y es que por eso se apellida  GT. Todos los fabricantes llevan unos cuantos años creando versiones turísticas de sus naked sport, pero posiblemente aquí nos encontremos con la mejor del mercado. El manillar está un poco más elevado que en la naked, lógicamente, e incorpora una pantalla elevada que es algo estrecha, pero que si desvía aire del pecho del piloto. Por otro lado, por supuesto cuenta con unas maletas bien efectivas y diseñadas para el modelo en concreto (no como otras marcas, que tienen las mismas maletas para varios modelos y no termina de encajar ni ir bien, y se integran perfectamente) las líneas de esta  SuperDuke. No son tan grandes como en una super rutera, pero desde luego si tienen buena capacidad y cabe dentro de ellas un casco integral.

Nuestra unidad también contaba con puños y asientos calefactables, incluso en el trasero que es desmontable y se une al sistema eléctrico por un cable de tomar rápida como puedes ver en las fotos de la galería.

Conclusión

La KTM SuperDuke 1290 GT es, simplemente, la moto total. Con ella te atreves con total seguridad tanto a afrontar un largo viaje al norte de Europa-o dónde te dé la gana, vamos-como a disfrutar de un entrenamiento libre en cualquier circuito, porque no habrá muchas deportivas capaces de rodar tan rápido como tú. Tiene lo mejor de una deportiva y lo mejor de una turística, y además un diseño bonito, agresivo y que gusta a todo el mundo.

Poco más puedo decir de una moto que, me temo, no se venderá como se merece porque la imagen de KTM no suele estar en la mente de los que buscan motos polivalentes, pero si eres inteligente te recomiendo que si lo quieres todo, vayas a verla y probarla a algún concesionario de la marca.

Y espero que cuando lo hagas, recuerdes esa prueba que leíste en que un probador te dijo que la mejor moto que te podías comprar era una KTM SuperDuke GT.

KTM Superduke 1290 GT

FICHA TECNICA BÁSICA KTM SuperDuke 1290 GT

Motor: V2 a 75º, 4 tiempos

Cubicaje: 1301 cm³

Potencia: 173 CV

Peso: 189 kg.

Precio: 18.586 eur.