Muchos nos preguntábamos porque no teníamos una Suzuki “retro vintage” o “café racer” que atrajese todas las miradas. Pues lo ha hecho, y de la mejor manera posible. Aquí tienes la Suzuki GSX8TT.
Os voy a contar una anécdota. Hace unos siete años recogía una unidad de prensa en un concesionario Suzuki de Madrid, y el dueño me preguntó que qué me parecía la SV650, en aquel momento ya bastante en declive. No pude menos que decirle que me encantaría si tuviese un toque retro o café racer, porque además yo siempre había considerado que era una base perfecta para hacerlo. Entonces, el me confesó que estaba totalmente de acuerdo conmigo, y que me iba a enseñar una cosa. Así, entramos en el almacén-taller y me abrió una caja con carteles en francés. Efectivamente, en Suzuki Francia habían creado y comercializaban una versión denominada SV650 Café Racer, o algo así, que era la moto de serie personalizada con piezas Ermax. El resultado era una moto preciosa, y pensé que ese era el camino de ese modelo, y un modelo que Suzuki necesitaba. Poco más tarde, pudimos probar una variante que si se vendió aquí, denominada Suzuki SV650X, que ya apuntaba esas tendencias “café racer”.
Así, cual fue mi sorpresa cuando, como sustituta de la saga 650 aparecieron las GSX8, con un estupendo bicilíndrico twin, y este año hemos podido ver y probar esta maravillosa mezcla entre naked sport ligera con inspiración café racer o directamente vintage, muy estilo años 70.
Prueba Suzuki GSX 8TT. Como es
Nada más aparecer, ya publiqué un reportaje sobre esta preciosa Suzuki GSX8 “setentera”, por lo que todos los detalles puedes verlos pinchando aquí. No obstante, en líneas generales equipa el motor bicilíndrico medio de 800 cc declarados, que son 776 reales (sin duda para poder ir incrementándolo en sucesivas evoluciones) y 83 CV con el cigüeñal calado a 270°.
Desde luego, no es una potencia desbordante, pero os aseguro que cuando te montas sobre una de estas Suzuki GSX8, parecen muchos más. Por otro lado, la decoración, como veis, debe de las fuentes de las motos deportivas y sport de los años 70 y principios de los 80.
Manillar bastante alto y un pequeño cupolino delante, con una carga electrónica (como viene siendo habitual en Suzuki) bastante corta, pero muy efectiva y tremendamente sencilla de ajustar. Básicamente, tiene 3 modos de potencia y niveles de control de tracción, además del obligatorio ABS de serie, cambio automático bidireccional, arranque rápido con un solo toque y un detalle que no se valora lo suficiente hasta que no ruedas con ella en ciudad a diario: sistema de ayuda a bajas revoluciones a estar motor frío, la electrónica compensa aumentando ralentí para que no se te cale hasta que coja su temperatura. No muy destacable para el gran público como argumento de ventas, pero tremendamente eficaz, como otros detalles como la toma USB en el frontal o los faros LED.

En cuanto al chasis, es un multi tubular de acero con basculante de aluminio con la horquilla invertida y el amortiguador trasero (sólo regulable en dureza del muelle) KYB, dos buenos discos delante y llantas de 17 pulgadas con gomas Dunlop SPORTMAX Roadsport 2 de 120 mm de ancho delante y 180 detrás.

Prueba Suzuki GSX 8TT. ¿Cómo va?
Las Suzuki GSX8 transmiten desde el primer instante esa maravillosa sensación de ser amiga de toda la vida. Acaricias el botón de arranque y el motor gira por si solo hasta que cobra vida, y él ronroneaba del bicilíndrico casi parece el ronroneo de tu mascota favorita. Embrague suave, metes primera y el embrague es fantásticamente dosificable. Con la ergonomía de esta TT es aún más fantásticamente cómoda, porque manillar alto y las estriberas conforman una posición prácticamente Scrambler, en que todo parece bajo control y es tremendamente relajada.
El motor es exactamente el mismo de sus dos hermanas S y R, y por mi experiencia puedo decir que me parece un motor fantástico. De bajo consumo, que responde maravillosamente a cualquier requerimiento del acelerador y capaz de aguantar carros y carretas. Recuerdo estar rodando con la GSX-8S en el circuito de Almería a 43° ambientales y el motor a una temperatura que no la pongo aquí… porque si no los chicos de Suzuki se me van a enfadar, pero lo cierto es que el bicilíndrico no dio ni un problema, ni una sola queja tras un día rodando en el infierno, como puedes ver pinchando en la prueba que edité en su momento.
Bueno, pues en esta TT me invadido de nuevo esa sensación de estar absolutamente encantado con su comportamiento y de tener siempre ganas para poder rodar con él con cualquier disculpa, no solamente la prueba, sino para cualquier desplazamiento. Además, tanto los frenos como la amortiguación cumplen, aunque está claro que cuando comienzas a rodar un poco rápido o con pasajero (o sea, con bastante peso detrás) si te gustaría que la amortiguación fuera de mayor calidad o, mejor dicho, con más posibilidades de regulación. No obstante, con las prestaciones de esta moto, este detalle no es que desequilibre mucho la eficacia del conjunto.

Eso si, está claro que, si quieres explorar un poco sus posibilidades sport, sus 83 CV son el colmo de la dulzura y eficacia, pero hay momentos en que se te quedan cortos respecto otros modelos que se pueden considerar competencia más o menos directa como la Yamaha XSR900 o la Kawasaki Z 900. Eso si, es cierto que su eficacia es absolutamente deslumbrante porque en cualquier momento te sientes capaz de girar el acelerador y que la moto vaya exactamente hacia donde tú quieres y de controlar su trazada combinando dosificación de embrague y giro acelerador.
Además, ten en cuenta que este respecto, su calado a 270° aumenta todavía más la famosa capacidad de tracción clásica de los bicilíndricos (lo que los de Ducati estas toda la vida han denominado “ducatear”). Aquí entra también el embrague tan efectivo como es habitual y “marca de la casa “en Suzuki, suave y aquí con el cambio bidireccional que te permite cambiar subir marchas como una ametralladora sin embrague no es el más rápido del mundo, pero si muy efectivo y yo, desde luego, no fallecen ni un sólo cambio. Por otro lado, el embrague es también anti rebote, por lo que te evitas sustos en la rueda trasera si bajas varias marchas de golpe.

Es bastante polivalente, porque desde luego en el modo más tranquilo es una perfecta urbanita que te sirve perfectamente cómo moto para todos los días, en carretera frutas de ella como ya te contado y, si quisieras viajar, es fantásticamente cómoda y el único problema será la falta de protección del aire, aunque la pequeña máscara frontal ayuda a desviar el aire al menos del pecho del piloto. A este respecto, os interesará saber el consumo medio, Suzuki declara en 4,2 en su ficha técnica y bueno, esto es algo bucólico y supongo que se podrá conseguir a velocidades muy, muy tranquilas.
No obstante, mantenerse en el umbral de 5,2 es fácil, y si en algún momento histérico de tu puerto de montaña exprimes las marchas, mantenerse debajo de 6,5 es lo normal. O sea, no es nada bebedora, y con una capacidad razonable depósito de 16,5 l, realmente su autonomía es elevada. Además, los datos que necesites como la autonomía y el consumo están muy bien reflejados en su pantalla TFT.

Prueba Suzuki GSX 8TT. Conclusión
A mi me parece preciosa, polivalente, vale para todo, todo lo hace bien y con estilo. Tremendamente suave como moto de diario y con un buen toque sport o rutero si lo necesitas. Me ha encantado y, desde luego, sería una de las motos que tendría en mi lista de deseos. Eso si, como detalles secundarios y me gustaría tener más posibilidades de regular la amortiguación, y quizá también algo más de potencia. Por otro lado, su precio desde luego no se puede considerar bajo, aunque tampoco disparado: 11.760 €. Por ejemplo, las rivales que hemos citado antes están en 12.299 y 13.775. Es decir, la Suzuki es la más barata de todas, aunque otros rivales los tendrán en la invasión de las motos chinas que aparecen por todos los lados, aunque éstas claramente tienen otras calidades de terminación y menos tecnología y ayudas electrónicas, y como colofón final recordad que ahora Suzuki ofrece unos demoledores 8 años de garantía, con lo cual tendrás moto para mucho, mucho tiempo.

Resumiendo, os puedo decir, de corazón, que esta Suzuki me ha enamorado y es de las motos que ha costado devolver la cuando se te ha terminado el tiempo de cesión. Dulce, bonita, cómoda, rápida… Y Suzuki. Una preciosidad.

Prueba Suzuki GSX 8TT. LIKE-NO LIKE
LIKE: motor. Comodidad y polivalencia. Diseño.
NO LIKE: amortiguación con pocas posibilidades de ajuste. Precio algo elevado. Potencia justa.
FOTOS PRUEBA SUZUKI GSX 8TT










































