¿Cómo vivir y disfrutar la Challenge (recuerda, significa “desafío”) más veterana de la península, y básicamente una de las mejores de Europa? Te lo cuenta el super rutero Mariano Parellada.
Este texto nos narra como fue la 25 edición del Lés a Lés, precursora de los hoy tan habituales (quizá demasiado, hoy día) Challenge motoristas. Comenzó en el año 1999 y su organización ha sido impecable desde el principio y se ha ido adaptando a las distintas tendencias del mercado y del mototurismo en general. Siempre se organiza el primer fín de semana del junio en tierras portuguesas, apoyado por su federación, y tiene varias etapas que cada año disfrutan de un recorrido distinto, de norte a sur o al revés. La narración y el reportaje han sido realizados por Mariano Parellada, organizador de la concentración y presidente Moto Club La Leyenda Continúa, en el pueblo segoviano de Cantalejo, la invernal más auténtica de las tres grandes invernales en España, Además de llevar desde finales de los 70 organizando grandes invernales en nuestro país, por lo que narración y opiniones de este evento en Portugal es mucho más que interesante
La lluvia y las tormentas fueron incapaces de diluir el éxito de participación y organización de la edición 25 Aniversario del Lés a Lés, lo que significaron sus Bodas de Plata.
Si el calor, muchas veces excesivo de la práctica totalidad de las ediciones anteriores de este Rally Maratón que atraviesa Portugal, en esta ocasión el invitado imprevisto fueron la lluvia, las tormentas y el barro; agua necesaria y urgente para el campo y para los embalses que se estaban secándose en toda la península y que pareció querer descargarla toda de repente en esos tres días del recorrido.

El agua quiso ser el protagonista negativo, pero no lo consiguió. Los protagonistas fueron los sufridos motoristas que no se acobardaron ante las condiciones adversas que presentaban las carreteras y pistas elegidas (con acierto por la organización) siempre buscando los más bellos parajes, los rincones más desconocidos y los pueblos más auténticos, siempre logrando dar a conocer y mostrar el paisaje, la historia y la gastronomía del vecino país hermano.

El protagonista fue la organización que, a cargo de la Federación Motociclista Portuguesa, en el último instante tuvo que cambiar el lugar de encuentro de los más de dos mil motociclistas (si, más de dos mil) que llegaban a Bragança para pasar las verificaciones, recoger la documentación de su participación en este rally, así como otros problemas a solucionar a causa de la “bendita lluvia”, mostrando en todo momento su impecable experiencia y profesionalidad.

Protagonistas fueron los siempre entregados y colaborativos Moto Clubes Portugueses que preparan distintas teatralizaciones en los puntos de control para animar, entretener y divertir a los esforzados participantes, eligiendo el lugar de fichaje y un motivo para sus siempre originales y divertidas coreografías. El Moto Clube Cruzeiro, el Moto Club de Porto, los Moto Galos de Barcelos, el Moto Club Estarreja, el Moto Club de Prado, el Mototurismo do Centro, los Conquistadores de Guimaraes, el Moto Club de Gois, el Moto Club Albufeira, los Motards of the West, el MK Makinas… unos veteranos y otros noveles que cumplieron a la perfección (algo desde luego especialmente admirable es estas lluviosas circunstancias) en su labor de controles de paso y de entretenimiento en los pequeños- pero que se hacen grandes cuando los disfrutas tras horas sobre la moto- descansos de la inmensa caravana.

Si los puntos de control son siempre un éxito de la organización, no olvidemos los oasis, tan necesarios para paliar el hambre y la sed de todos los participantes que, colocados estratégicamente en el recorrido, ofrecen ricas biandas y bebidas en las cortas paradas de descanso en la conducción. Allí nos encontramos con los oasis de diferentes marcas de motos: BMW, Honda, Yamaha, Indian y Suzuki, además de otras empresas del mundo motorista que también colaboran con el evento y que han entendido la importancia de este evento mototurista, como BP, Dunlop, VÍA VERDE, Nexx y Abreu.

En esta edición tocaba un recorrido del país en dirección Norte-Sur. Así, nada mejor que elegir la ciudad de Bragança, punto más cercano a la salida de la primera edición, allá por el año 1999, en que esta loca idea original de cinco motoclubes, partió desde el emblemático puente de Río de Onor para terminar en el cabo de San Vicente tras 24 horas ininterrumpidas; durante tres ediciones ese formato se mantuvo inamovible, para ya en 2003 repartir todo ese kilometraje en dos intensas jornadas, logrando así hacer este reto más accesible a más aficionados. En 2007 se añadió la etapa prólogo, y desde 2017 se pasó a tres jornadas, logrando así tener más tiempo para las numerosas visitas mototurísticas que puedes encontrar repartidas en el camino.

En la jornada inaugural, tras recoger las acreditaciones y pasar todas las verificaciones, los más de 2000 motoristas partieron bajo una intensa lluvia para realizar la etapa prólogo inaugural. Durante más de tres horas los llevó por las preciosas y reviradas carreteras del Parque Natural de Montesinho, pasando por el histórico puente frontera de Río de Onor que divide al pueblo en dos mitades, una portuguesa y otra española. Aquí se habla el Rionorense, un dialecto local que entienden tanto portugueses como españoles.

Desde Bragança a Viseu, desde Viseu a Ourém y después de Ourém a Vila do Bispo. Esas fueron las tres etapas del recorrido que, salvo la última, estuvieron protagonizadas por la interminable lluvia y las fuertes tormentas que lograron que la ropa de agua fuera imprescindible en todo momento. Finalmente, la tercera y última, como “No hay bien que dure para siempre, ni mal que nunca termine” se pudo recorrer totalmente (y afortunadamente) en seco, y así disfrutar un poco más de la conducción de esta larga etapa que nos llevó a terminar hasta el Océano Atlántico en el Algarbe portugués, donde en Vila do Bispo finalizaban las 60 páginas del bien, diría que perfectamente, “roadbook” elaborado por la organización de este Rally Maratón, el rally Mototurístico más importante de Europa.

Por nuestras retinas pasaron algunas ciudades, y muchos recónditos pueblos y aldeas, puentes pintorescos, de piedra y metálicos (como el Ponte Rainha D. Amélia de 1904), antiguas quintas, palacios, murallas y castillos, iglesias y dólmenes, ermitas, casas solariegas, presas, pantanos, montañas y ríos, mucha cultura e historia y, sobre todo, soberbios paisajes de un Portugal desconocido para la mayoría de nosotros, perfectos para los que disfruten viajando y conociendo sitios nuevos, especialmente en moto; tesoros de la historia de Portugal en unas estudiadas disfrutables rutas de aventura y descubrimiento por algunas de las carreteras municipales y regionales más escondidas y bellas, así como diferentes pistas “off road” escogidas para la ocasión, dejando las vías rápidas, autopistas y carreteras nacionales para el regreso a casa de los satisfechos y cansados motoristas participantes en esta edición que se recordará más por las interminables inclemencias que nos trajo la borrasca “Óscar” en el 25 Aniversario de esta prueba del Lés a Lés, un rally que deberías hacer al menos una vez en tu vida para disfrutar del mejor mototurismo que puedas imaginarte.

Aquí os paso algunas cifras de lo que fue esta edición 25 Aniversario y de la historia del Lés a Lés
Primera edición en 1999: 120 participantes
Edición 2023 25 Aniversario: 2.185 participantes
Recorrido oficial: 1.085 km
Piloto más joven en 2023: Madalena, 18 años, con Yamaha 125
Kms. recorridos en las 25 ediciones: 25.631 (sin contar los realizados para llegar y volver a casa)
Participantes en las 25 ediciones: 29.736 motociclistas
Nacionalidades de los participantes: 14
Motociclistas que han realizado las 25 ediciones: 4
FOTOS COMO SE VIVE EL LÉS A LÉS, EL RALLY MOTOTURÍSTICO MÁS IMPORTANTE DE EUROPA


























