Hay motos BMW con motor de avión y también de coche. Puede que no supieras, pero es una de las  historias curiosas de la industria. Aquí os la contamos.

LA PRIMERA BMW

Muchos sabréis que BMW originalmente se dedicaba a fabricar fundamentalmente motores de avión. De ahí que su escudo simule las hélices de un avión en movimiento (aunque algunos  aseguran que sus colores están basados en la bandera de su región, pero eso es otra historia) Por lo tanto, si se dedicaba los aviones, ¿cómo empezó a fabricar motos? Porque esa es otra, que quede muy claro que BMW fabricó motos mucho antes que coches, aunque mucha gente piensa lo contrario.

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Pues para contaros esta historia tenemos que remontarnos a principios del siglo XX. En 1919, cuando BMW llevaba solamente unos dos años la actividad, se firmó la paz de Versalles tras la Primera Guerra Mundial. Este tratado prohibía a Alemania fabricar cualquier producto armamentístico, que por otro lado era una de las grandes bazas de de la fortísima industria alemana. Lógicamente, los aviones eran considerados armas, por lo que BMW vió cortada su actividad de raíz. Por ejemplo, fabricaba grandes motores de 19.000 cm³ y 226 caballos.

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Estaba claro que tenía que cambiar su concepto, y comenzaron a fabricar motores de 500 cm³ y 6,5 CV para fabricantes de motos como Victoria (sita en Numermberg), con un gran éxito de ventas. En ese momento, el director general de BMW Franz-Josef Popp pensó lo lógico. Es decir, ¿por qué BMW no fabricaba su propia moto?

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Así, después de trabajar para Mercedes, el ingeniero Max Fritz comenzó a trabajar para BMW en 1917. En la marca ya tenían un pequeño motor de avión tipo IIIa que era el más moderno de ese segmento en la época. Así, otro compañero de la marca desarrolló con esa base el motor M 2 B 15 pensado para moto, pero con una evidente base de motor de estrella que eran los que equipaban todos los aviones de la época. Estos motores son los característicos que todos hemos visto en fotografías o películas antiguas que se sitúan detrás de las hélices y tienen varios cilindros seguidos en forma de, efectivamente, una estrella. De esa forma, en un motor de seis cilindros se quitaron los dos superiores y los dos inferiores, quedando los dos laterales que dejaban un motor bóxer, denominado así porque los pistones iban izquierda derecha como los de un boxeador.

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Pero había que diseñar todo lo demás. Es decir, la moto que rodea al motor. Así, Max Fritz desarrolló un modelo a tamaño real en que el motor se situó transversal, con lo que los cilindros salían uno por cada lado aprovechando perfectamente la refrigeración del aire de la marcha. También fue característica la transmisión, que era por cardán, un tipo de transmisión habitual en grandes mecanismos interiores y también en las transmisiones de coche.

Lo cierto es que en aquella época ya existían varias motos con motores de cilindros opuestos tipo boxer como la inglesa ABC, y también otras que llevaban cardán como las belgas FN o las americanas Pierce, pero ninguna que combinará ambos detalles. Max Fritz lo hizo y creó la primera moto BMW, la R 32.

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Se presentó en el Salón del Automóvil Alemán en Berlín el 28 septiembre de 1923. Este motor boxer fue evolucionando y equipando todas las motos de la gama BMW hasta muchos años más tarde, y creando a su alrededor una leyenda que se alarga hasta nuestros días.

Fotos MOTOS BMW CON MOTOR DE AVIÓN Y DE COCHE (30 imágenes)

MOTOS BMW K: IDEAS DE COCHE

A finales de los 70 las ventas de las motos BMW no eran todo lo buenas que debieran. Por otro lado, ya estaban apretando algunas normativas antipolución en mercados como el americano, lo que obligó a los directivos de BMW a plantearse una gran evolución. Por un lado, necesitaban desarrollar motores más potentes y de cuatro cilindros, que era lo que exigía el público de la época empujado por la industria japonesa.

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BMW era muy poderosa en coches ya en aquel momento, por lo que lógicamente empezaron a investigar también con tecnología e ideas automovilísticas. Así, pusieron en marcha el proyecto BMW K 589 en 1977, en que al ingeniero Josef Fritzenwenger se le ocurrió montar un motor de coche en una moto a ver si podían desarrollar un buen producto. En aquel momento todos los motores de los coches BMW eran muy grandes, por lo que probó con uno de Peugeot 104, mucho más pequeño y compacto.

Lo montó de forma longitudinal en un chasis de moto y le unió un cambio de moto BMW. Por su tamaño y diseño, este motor se podía montar de forma horizontal, lo que era perfecto para bajar el centro de gravedad y mejorar la manejabilidad en una moto. A este invento lo denominaron cariñosamente en la propia fábrica alemana como PMW, cambiando el nombre original de la marca Bayerishe Moptoren Werke por un nuevo Peugeot Motoren Werke. Tras la prueba, ese proyecto se destruyó.

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No obstante, la idea sigue adelante y en 1979 BMW desarrollaron varios motores para moto con varios cilindros horizontales, no solamente dos como era lo habitual en BMW hasta aquel momento. De hecho, la idea era sustituir toda la gama boxer por los nuevos motores y jubilar ya el famoso motor de cilindros opuestos. De hecho, tras la aparición del primer motor K se hizo, pero el público exigió su vuelta y los motores bóxer siguieron impulsando la nueva generación de BMW

Todos tenían una clara inspiración automovilista (de ahí los cilindros horizontales) porque también facilitaría mucho la fabricación y el diseño al combinarlo con el departamento automovilístico. Además, también tenían la idea de poder instalarlo en algún coche de cilindrada más pequeña para completar la gama „grande“ de BMW con coches más pequeños, compactos y urbanos que la marca también necesitaba.

 

Hacia el final se decidieron por un diseño con la culata al lado izquierdo, el cigüeñal al derecho mientras que los pistones se movían horizontalmente de izquierda a derecha, no de arriba hacia abajo como los cuatro cilindros en línea habituales de las motos japonesas. Desarrollaron dos prototipos, denominados K3 y K4, dependiendo de si tenían tres o cuatro cilindros.

Así, en 1983 apareció la primera casi 100 de 977 cm³ y 90 CV de potencia. Tenía el doble de cableado que cualquier modelo boxer e inyección electrónica, porque no lograron desarrollar y fabricar unos carburadores que pudiesen funcionar bien con esta disposición de motor con espacio disponible. De esta forma, instalaron una inyección electrónica  Boch que supuso la implantación definitiva de la inyección en las motos. Además, poco más tarde también serían los primeros modelos en instalar ABS, como verás todo con inspiración automovilística.

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Dos años más tarde, en 1985, apareció su hermana pequeña la K 75, que con el mismo bloque motor se le quitaba un cilindro y se quedaba en 750 cm³.

Así que, como ves, en BMW han aprovechado toda la tecnología de su empresa para impulsar sus motos, desde los aviones de combate hasta los coches más deportivos.