Triumph ha pasado de la noche a la mañana a ser una de las principales fuentes de rumorología en el mundo motorsport, porque parece que ni más ni menos va ser una de las principales protagonistas del Mundial de Velocidad. Si, como lo oyes.

Bueno, de momento nada que ver con MotoGP, pero parece que la fábrica inglesa va ser el proveedor oficial de motores para la categoría de Moto 2 ¿cómo es posible que una fábrica que sólo compiten el mundial de Supersport, sin haber ganado nunca, puede convertirse en el fabricante más importante de la categoría? Veamos por qué.

Hace ya seis años…

No parece que haga tanto, pero ya en el 2010 comenzó la categoría de Moto 2, que se creó como sustituta de la antigua 250 (“dos y medio”, para los aficionados) que tantos éxitos había dado históricamente a los pilotos españoles. No obstante, los antiguos motores de 2 tiempos no tenían ya representación en el mercado y los nuevos organizadores (Dorna) querían crear una categoría más “real” y cercana al público. Como verás, lo que ya llevaban tiempo haciendo los mundiales de Superbikes y Supersport con las motos de calle… Mundiales con los que años más tarde también se apoderaría Dorna, por cierto.

El caso es que ya se había creado una categoría bastantes años antes llamada Thunderbikes, que no tuvo larga vida pero ya mostraba el interés del todopoderoso Mundial de Velocidad de acercarse a la fórmula de las Superbikes. En el caso de Moto 2 se creó una fórmula que se quedará a medio camino entre las Supersport (motos de cuatro cilindros de 600 o bicilíndricas de siete y medio con base de serie y preparación limitada) y las totalmente experimentales MotoGP. Por eso, se buscó un motor 600 tetracilíndrico deportivo de calle para desarrollar chasis y parte ciclo experimentales que supuso toda una revolución en el sector e incorporó muchas empresas de ingeniería al mundial de motos. Se desarrolló una reglamentación para controlar los costes que controlaba la electrónica y respetaba la mecánica de serie. En su momento, varias marcas japonesas fueron candidatas, y de hecho se desarrollaron muchas Moto2 con distintos motores de Suzuki y Kawasaki, por ejemplo, pero al final la elegida fue Honda con el motor de la legendaria CBR 600.

Todos estos años han demostrado la efectividad de la fórmula Moto2 y la robustez de los motores CBR. Entonces, ¿qué pasa ahora?

Año 2017 y EURO4

Básicamente el problema viene de que, con la instauración mundial de la normativa EURO4 desde el 1 de enero de este 2017, hay muchas motos que necesitarían mucha inversión para pasar esa normativa y  seguir siendo vendidas. Entre ellas está, precisamente, la CBR que además llevaba muchos años estancada y sin desarrollo, y ahora mismo no es rentable comercialmente. En el mismo caso están otras gloriosas fábricas y sus respectivas supersport de calle, como Suzuki con su GSXR. El caso es que Honda no va seguir fabricándola y por lo tanto ya no puede surtir de motores al Mundial. Entonces, hay que buscar una solución.

Y la solución parece buscarse en las fábricas europeas. Por lo visto, la renovación y el impacto mediático que supondría meter un motor europeo y de tres cilindros en Moto2 ha animado a los chicos de Dorna, tras ver su buen comportamiento y su carisma en el mundial de Supersport, a pensar en un principio en el tricilíndrico de las MV Agusta F3, pero actualmente la marca se encuentra sumida en una crisis que todos esperemos que se resuelva pronto y que no la hace un proveedor fiable para este Mundial. Por lo tanto, parece que la opción final se ha decantado por Triumph, que ofrece varias ventajas. La primera es que es inglesa, un mercado de motos deportivas muy importante nivel mundial y que en el mundial de Velocidad (al contrario que en las Superbikes) no cuenta con ningún piloto carismático y ganador, y esta incorporación de Triumph serían una excelente publicidad para potenciar este Mundial en las islas británicas. La segunda es que el motor ha dado muy buen resultado mecánico, tiene carisma, un sonido precioso e inyecta un nuevo aliciente a la categoría de Moto 2.

Parece que la última prueba del Mundial en SilverStone hubo una reunión definitiva al respecto, y con la base del actual 675 de la Daytona, que de forma inminente presentará una nueva generación de 750 cm³ (en principio parece que para la Street Triple), con unos 160 CV  que impulsará a las nuevas Moto 2.