Cuando observamos a los pilotos en carreras, tienen hombros anchísimos, grandes espaldas, codos abultados, y a muchos les sale una aparatosa joroba ¿Son monos… o visten un mono?

MULTIMEDIA: enfoqueatres.com. Mark Berdomas. Marcas

Realmente, como te podrás imaginar, ni Marquez (ninguno de los dos) ni Valentino Rossi ni ningún otro piloto son así por naturaleza, ni por haber sufrido mutaciones extrañas por su adaptación al medio. Todo ello es a causa de las protecciones insertadas en la prenda de protección más importante para poder disfrutar de una de las cosas que más nos gusta en el mundo; montar en moto, claro. Los tradicionalmente llamados monos de cuero, aunque con la aparición de nuevos materiales (como el kevlar) deberíamos simplemente denominarlos monos de protección, tienen además una función fundamental en la supervivencia del piloto, y no nos referimos solamente desde un punto de vista estrictamente físico. En él se reflejan todos los patrocinadores tanto personales como del equipo, y ya sabes lo importantes que son para poder pagarse las carreras…

Pero como la mayoría de nosotros nos pagamos nuestras motos, nuestras ruedas, nuestro equipo y todo lo demás, centrémonos en lo que nos interesa: la parte técnica del diseño y la fabricación de un mono de carreras.

Las corazas de esos gladiadores de hoy día que llamamos pilotos.

MONOS DE CUERO: MATERIALES

Como decíamos antes, los monos no se llaman de cuero por que se fabriquen de tergal o algodón, sino porque se usa piel curtida. Este material ha sido usado desde siempre para deportes o actividades en que se necesitase protección ante impactos, rozamiento o bajas temperaturas. De todos son conocidas las cazadoras “tres cuartos” usados por los aviadores antiguos forradas con lana por dentro , que en ese caso era para proteger también del frío

Esto es un detalle muy a tener en cuenta, pues existe la creencia popular de que el cuero protege de las bajas temperaturas, y no hay nada más alejado de la verdad. Con una simple cazadora de cuero notas como su capacidad de aislamiento térmico es casi nula. Por ello, y para intentar combatir el ataque de nuevos materiales, muchas de ellas tienen un forro térmico interior desmontable para poder ser usada en invierno. Conclusión: para usar prendas de cuero con frío, has de procurarte protección térmica extra.

Por otra parte, este material siempre ha tenido un problema, y es la falta de adaptabilidad y flexibilidad frente a otros tejidos más recientes como la Cordura. Eso hacía que en cuanto se engordaba o ensanchaba por el motivo que fuera (como tener más masa muscular por acudir al gimnasio o simplemente ponerte debajo prendas de abrigo) te resultara difícil moverte con él, y eso se convierte en un verdadero problema para montar en moto. Y especialmente si ésta es una hiperdeportiva. La forzadísima posición de conducción que exigen ciertos modelos se convierte en un verdadero calvario si estás con una funda rígida que te envuelve el cuerpo, y que cada vez que mueves una extremidad, te tira de otra. O que cuando intentas subir las piernas para poner los pies en las estriberas, te cuesta llegar a los manillares por que el rígido cuero te tira de la espalda y apenas puedes mover los brazos. En fin, muy incómodo.

Esto puede parecer una nimiedad cuando no se ha sufrido (o sea, básicamente si usas habitualmente monos de cuero), pero los fabricantes lo saben bien, así que intentaron solucionarlo tratando mucho la piel, suavizándola y protegiéndola para hacerla más flexible y estable contra agresiones externas como tu propio sudor, agua, nieve, frío… Así se ganó mucho, pero seguía teniendo básicamente los mismos problemas.  Por eso es muy importante una buena limpieza y mantenimiento siguiendo una serie básica de ideas y productos, como puedes leer en nuestro reportaje pìnchando aquí.

Pero de repente llegaron las fibras de nueva generación.

MONOS DE CUERO:  TEJIDOS DE ÚLTIMA GENERACIÓN

De repente, a finales de los ochenta llegó un nuevo material llamado a revolucionar las prendas de protección: el kevlar.  Se trata de aramida tratada a un proceso de texturización por lo que cada una de sus hebras es mucho más gruesa y por lo tanto mucho más resistente, tanto es así que su uso se extendió en prendas tan necesariamente resistentes como cascos o chalecos anti balas. Hay básicamente dos tipos de Kevlar, el 49, que se puede aplicar a planchas en composites como la fibra de vidrio que se usa mucho en cascos, pero el otro tipo de kevlar en el 29. Con este, mezclándolo con una base elástica como la licra, se lograba un tejido perfecto para combinar protección con elasticidad como nunca antes. La protección de un mono de cuero tradicional se combinó con una comodidad y una capacidad de adaptación sin precedentes porque las piezas elásticas de kevlar se colocaban en las zonas más críticas para la movilidad como entrepierna, axilas, gemelos, etc..

Aparte, tenía una gran ventaja añadida que es la estabilidad frente a ataques externos y la posibilidad de lavarlo como otra prenda normal (o sea, en la lavadora), algo que con el cuero es imposible.

A pesar de todo, su aspecto y la poca confianza que inspiraba al gran público no lograron superar a sus numerosísimas ventajas, y los modelos integramente fabricados en kevlar fueron un fracaso comercial básicamente por cuestiones estéticas. Aparte, habría que contar con que las grandes marcas del sector se mostraban reacias a su éxito pues hubiera supuesto cambiar todo su sistema de producción y proveedores. No obstante, quedó clara su efectividad y supuso un salto cualitativo fundamental en la comodidad en los monos de protección, por lo que actualmente prácticamente todos los de medio y alto nivel llevan incorporadas piezas  de kevlar elástico en las zonas más críticas de flexión como las axilas, las lumbares, gemelos y muy especialmente la entrepierna. Los más baratos suelen “engañar” y coser solamente piezas de licra… algo muy peligroso en caso de caída porque te puedes quedar con el culo al aire (literalmente)

MONOS DE CUERO:  PROTECCIÓN ANTE IMPACTOS

El cuero ó el kevlar tienen una gran capacidad resistencia a la abrasión, pero de por sí son incapaces de absorber la energía producida por el impacto de una caída. Para ello, se insertan unas piezas capaces de ello en las zonas más expuestas a golpes como puedan ser hombros, codos y rodillas (donde aparte se incorporan velcros para unir arrastraderas). Estas piezas constan básicamente de dos partes:

Externa: se trata de una carcasa rígida o semirígida que define la forma de la zona que protege (hombreras, coderas, etc.) y que en los modelos buenos es inastillable. Su misión es darle consistencia y proteger de una posible abrasión. También distribuye con cierta homogeneidad el impacto a lo largo de toda la pieza y algunos tienen tomas de aire que ayudan a la ventilación interior.

 Y no olvidemos que da un aspecto bastante “galáctico”, por lo que estéticamente es necesario en los modelos “racing” para estar a la moda.

Interna: Aquí es donde se ha avanzado mucho en los últimos años. Los monos, y actualmente casi todas las prendas de motorista como chaquetas o pantalones, tienen unas bolsas en codos, hombros y espalda que son parte del forro. Se cierran con velco, y en estos alojamientos es donde se colocan las piezas encargada de amortiguar y absorber el golpe casi a modo de forro de las protecciones externas.

Hace años el material utilizado era simple goma espuma de alta densidad, para más tarde añadirles una pieza de plástico rígido cosida, pero eso está ya desfasado tecnológicamente y solo se usa básicamente en algunos modelos (muy) baratos.

Ahora se usan piezas anatómicas (es decir, que siguen la forma del hombro, codo, etc) llamadas viscoelásticas o de alta resilencia, que tienen una altísima capacidad de amortiguación superior al 90% y también una sorprendente resilencia, que es el poder de recuperación su forma original y su capacidad de amortiguación. Es decir, que no se comprime ni pierde cualidades amortiguadoras con el uso. Tanta es su importancia que las grandes marcas tiene una colección completa exclusiva de estas piezas.

Aparte, se suelen incorporar espalderas incorporadas elásticas en el forro,que se suman a espalderas con vértebras de plástico, carbono, etc, que suelen vestir los pilotos.

 La última moda al respecto, aunque no es propiamente protección ante impactos son las arrastraderas. Las de rodilla son muy famosas hace ya décadas, pero desde que Márquez roza el codo en todas las curvas (no es nada nuevo porque Jean Phillipe Ruggia ya lo hacía en los 80, pero…) los modelos más altos de gama ya incorporan velcros en los codos para fijar pequeñas arrastraderas en los brazos.

Y aún más reciente (sobre 2013) es la incorporación de los AirBag en las prendas de moto, y más en los monos. Se activan por medio de plataformas inerciales  y se inflan en el instante en que el sistema detecta una caída brusca. Esto se está perfilando como un sistema de protección fundamental para reducir espectacularmente la gravedad del golpe y salvando a pilotos como Marc en si caída del año pasado en Tailandia o la de este 2020 en la primera carrera MotoGP en Jerez.

MONOS DE CUERO:  OTROS DETALLES, AIREACIÓN Y MÁS COSAS

Los monos, y especialmente los de cuero, son bastante aislante sobre todo en lo que a transpiración se refiere y si hace calor, dentro de ellos te recalientas como un cocido madrileño. Si el cuerpo, ante un esfuerzo físico, no puede evacuar el calor que produce, se llega a un recalentamiento que podría llegar a producir un “golpe de calor“ o hipertermia en condiciones extremas, algo muy conocido es deportes de fondo como el ciclismo, la maratón o el fútbol americano… precisamente porque las corazas que llevan los jugadores no dejan transpirar. Por ello, los monos de gama alta suelen contar con unos sistemas de aireación regulables en los hombros, similares a los que llevan los cascos.

Los pilotos de nivel tienen dos tipos de monos: los lisos y los calados, con todo el frontal lleno de pequeños agujeros que hacen de “poros” por los que entra aire fresco del sentido de la marcha. Para un usuario de calle, elegir uno de estos es una apuesta arriesgada pues, mientras en verano son una solución óptima, en invierno el aire frío que entra y la escasa capacidad térmica del cuero te puede hacer pasarlo mal.

Por otro lado, casi todos tienen el forro interior de rejilla y los modelos más avanzados además desmontable, para que puedas lavarlo en la lavadora después de sesiones en que hayas sudado mucho. Para que no pierda flexibilidad ni se agriete después, las mejores marcas incorporan un pequeño kit de mantenimiento con unas pequeñas cajas con hidratante, además de una bolsa transportable pensada para ser colgada con una percha por una apertura externa en tu casa o en el circuito.

La ergonomía es fundamental, por lo que todos los monos incorporan cremalleras y ajustes en los puños o en las perneras (sobre todo para actualmente poder ponerte las botas por fuera, o lo más actual, por dentro con botas de caña baja), y ajustes en el cuello con velcro.

Tampoco olvidemos la joroba, que en un principio- en los 90- tenía una función básicamente aerodinámica, pero con el tiempo se dieron cuenta que, aprovechando su interior, podían instalar una bolsa con líquido para que el piloto pueda beber en las largas carreras conectando un tubo instalado en el casco y que lo conecta con la boca del piloto, al estilo de los “camelback” de los ciclistas.

MONOS DE CUERO:  UNA O DOS PIEZAS, CUESTION DE USO

A nivel de diseño, básicamente tenemos dos elecciones a la hora de elegir uno: de carreras o dos piezas. El primero tiene la característica de ofrecer un nivel más alto de seguridad al llevar las dos partes- cazadora y pantalón- unidas en una sola pieza, por lo que se separen o se rompan en una caída es prácticamente imposible. En cambio, en el de dos piezas estas partes van unidas por una cremallera y pueden ser utilizadas de forma independiente. Obviamente, esto tiene grandes ventajas en un uso de calle pues tienes una cazadora para usar a diario o en tu sitio de destino tras un viaje, y además un mono para carretera o circuito. Todo es cuestión de decantarte por lo que más te convenga

Por último, un consejo. En nuestro país nos solemos dejar llevar por un marquismo que nos lleva a gastarnos más dinero en un mono de ciertas marcas aunque sea de calidad inferior a otras más baratas, aunque éstos últimos sean mejores. Curiosa ironía.

MONOS DE CUERO:  A MEDIDA, COMO LOS PILOTOS

 Sin duda, la mejor opción es hacernos uno a medida en un centro especializado– atención a esto, pues han aparecido muchas peleterías que proclaman como especialistas en prendas para motoristas, y los confeccionan como si fueran de calle con los consiguientes problemas de diseño- en que nos tomarán todas las medidas necesarias para que se adapten a nuestra fisonomía y a la posición de la moto sin problemas, además de costarnos menos que muchos modelos de gran serie. ¡Y además podemos diseñarnos un modelo único!

Por otro lado, grandes marcas como Dainese ya han visto esta necesidad en el mercado y también te puedes hacer tu modelo favorito enviando vía web las medidas a su taller

Lo más difícil en este caso, aparte de usar materiales de primera calidad y muy especializados, a veces difíciles de conseguir, es un buen patronaje. Por ello, en un mono de carreras “de verdad” se toman hasta 70 medidas distintas, que después hay que convertir en patrones, cortar en piezas de cuero y kevlar, para después ser unidas de forma que resulten lo más cómodo posible al piloto o motorista que lo vista. Mucho más difícil de lo que parece, os lo aseguro.