Hombres, mujeres… no diferencio pilotos ni “paquetes” masculinos o femeninos en moto, aunque la realidad y las estadísticas a día de hoy nos marcan a las mujeres como habituales copilotos, aunque todo llegará.

TEXTO: EVA PATRICIA PINGARRON

MULTIMEDIA: MARK BERDOMAS , @enfoqueatres , MARCAS

Pero centrémonos no es estadísticas, sino en técnica. ¿Qué ha de hacer y debe saber alguien que se monta en el asiento trasero de tu moto? O sea, lo que normalmente se llama pasajero o simplemente “paquete”.

Esta es mi primera colaboración en www.MotorADN.com, y cuando me sugirieron que presentase posibles reportajes, pensé: “¡qué mal y que bien lo he pasado hace años cuando iba de pasajera!” Y lo mismo le está pasando ahora mismo a amigas mías, así que, ¿qué mejor tema ahora que empieza el buen tiempo, aunque estemos aún confinados? Todos estamos loc@s porque esto llegue a su final y podamos montar de nuevo, así que…

Yo misma he tenido varias motos propias y decidí en su momento eliminar el asiento trasero de mi Yamaha YZF Thudercat, colocando en su lugar un (precioso, por cierto) colín monoplaza.  ¿El motivo? los constantes “compromisos” de personas que te preguntan si puedes darles una vuelta, les hace ilusión montar en moto, etc. etc.

Ante la duda de llevar o no pasajero, ¡el piloto siempre decide! Eso nunca debes olvidarlo.

Pero lo que está claro, y debe primar en ambos casos, es que los dos (piloto y pasajer@) tengan en cuenta una serie de premisas básicas que hagan de esta experiencia de compartir un vehículo de dos ruedas algo muy diferente a hacerlo en uno de cuatro, donde te acomodas en el asiento del coche y te pones cómodo y relajado, por ejemplo. Hay que tener claro que una moto no es sinónimo de: “Me monto y a dormir…”

Esta “tontería” no lo es tanto cuando te enfrentas a una ruta o viaje largo, o virado, o con mal tiempo, o con demasiado calor… son muchos los factores a tener en cuenta. También el tipo de moto y si el piloto tiene experiencia y si, además, está acostumbrado/a a llevar paquete.

Ahora vamos con algunas preguntas básicas…

-Primero: ¿El copiloto lleva el correspondiente casco adecuado y de su talla o es prestado? Esto implica normalmente que, primero, no se lo sabe poner bien, y también que suele no encajar bien, se le moverá y se le irá subiendo a partir de cierta velocidad hasta que la mentonera esté en la nariz.

-Segundo: ¿El copiloto va adecuadamente equipado, sea mono de cordura, cuero, tejano de kevlar, guantes, protecciones, etc.? ¿O va (O quiere ir) en chanclas, pantalones cortos, etc. como en algunas inauditas ocasiones he podido ver?

-Tercero: el paquete, ya antes de subir a la moto modelo X (el que sea), ¿ha de recibir un briefing sobre el modelo, en base a las necesidades/dificultades/comodidades que va a tener sobre ella? Importante detalle, porque si montas a una persona acostumbrada a montar de pasajero en una BMW K1600GTL hace lo mismo sobre una BMW S1000RR, se encuentra con otro mundo de prestaciones, reacciones (del piloto y la moto) ergonomía, etc. En resumen, ¿Tiene experiencia montando en moto, o solo ha montado en la que tiene un amigo suyo, el verano pasado un día que hacía bueno y le venía bien?

Por ejemplo, es importante contar con los asideros (donde se agarra el pasajero, si la moto los tiene): si son traseros, si van cómodamente insertados o están bajo el colín o si, en este caso, le llegan bien las manos a ellos.

Otro dato: si la moto tiene instaladas maletas laterales (a veces complica la tarea de subir y bajar de la moto, pero a veces sirve para apoyar las manos), si lleva maleta trasera donde apoyar la espalda, si se trata de una moto deportiva o R donde los asientos traseros son poco más que un colín monoplaza ligeramente acolchado.  Efectivamente, suelen ser pequeños, altos y con asideros minúsculos o inexistentes. Si la moto es custom normalmente lo tendrá más fácil (aunque hay excepciones muy, muy complicadas), al igual de si la moto es más touring.

Las estriberas: donde están ubicadas (si están muy altas y la persona es alta, lo pasará mal a los pocos kilómetros), como y cuando subir y bajar de la moto, según el piloto le dé instrucciones para hacerlo y no entorpecer el estacionamiento, la arrancada, o apoyando o enderezando desde la pata de cabra, lo que puede incluso provocar una caída en parado.

-Cuarto: puede ser que el piloto prefiera ser agarrado por la cintura o que el copiloto vaya con las manos sobre el depósito… pero en ningún caso, hará aspavientos bruscos que puedan desequilibrar la conducción.

Muy importante, también es NO hacer contrapeso- lo que es girarse en contra del sentido de la curva-, absurda teoría que aún hoy día muchos “paquetes” (con poca o ninguna experiencia) tienen como una verdad absoluta.

Si no sabemos montar en moto o somos noveles, lo ideal es quedarnos relativamente estáticos, aunque un buen paquete irá a merced del piloto, adaptándose siempre al trazado y con el punto de mira en el infinito, al final y salida de cada curva, como si la moto fuera propiamente dicha, conducida por él.

-Quinto: los intercomunicadores son útiles, pero no para ir contándole el cuento de Caperucita al que conduce, sino más bien para preguntar si todo va OK o comunicar cosas breves e importantes.

Es importante escuchar el sonido de la moto y de lo que nos pueda venir por detrás, por ejemplo.

Si no se dispone de intercomunicadores, un leve gesto en la cintura o pequeños toques en la espalda o el hombro pueden ser la señal para que el piloto perciba que hay que parar o que algo ocurre. Bien, esto realmente cuando se ha rodado un poco de tiempo con la misma persona pilotando y se coge cierta confianza, se convierte en algo casi instintivo.

-Sexto: confiar en la persona con la que subes en la moto y a la inversa, es fundamental. Esto realmente es una comunión entre dos, lo que lo convierte en un medio no apto para much@s.

Aquí os doy un consejo: Si no te ves capaz de continuar la ruta por cansancio, miedo, malestar o lo que sea, es mejor que se lo comuniques a tiempo al piloto. Una excursión llena de golpes en el casco del piloto por frenadas (o lo que sea), movimientos bruscos por parte del paquete en momentos inoportunos, etc. etc. pueden hacer que nunca más en la vida desees ni ser paquete, ni tampoco asumir la responsabilidad de llevarlo. Y en caso de que todo vaya bien, sea una gran, gran experiencia. Que ambos quieran repetir.

-Séptimo: ¡No todo es malo! Cuando salgamos de esta cuarentena seguro que a todos nos seguirá gustando pilotar motos, y también ser paquetes de pilotos magníficos y experimentados.

La afición, al final, es la misma: Lo importante es que te guste lo que haces y con quien lo haces.

Un saludo y ráfagas