Ya hemos probado la Harley Davidson Livewire eléctrica y, para desesperación de los más puristas, tiene muchas cosas muy buenas… Y otras no tanto.

Parecía que nunca llegaría el momento, pero desde luego ha valido la pena. Recuerdo como un pequeñísimo grupo de periodistas españoles fueron hace ya muchos años a la primera presentación de una Harley eléctrica que apenas era un prototipo. Sobre esta anécdota y la historia de la LiveWire hablamos en nuestro reportaje que editamos hace pocos meses sobre las novedades y prototipos de Harley Davidson para un futuro próximo y que puedes leer pinchando aquí.

El caso es que, como te puedes imaginar, esta Harley Davidson propulsada por una gran batería era una de las motos más esperadas de los últimos tiempos y una especie de “Unicornio azul” (o sea, una de esas motos que siempre parece estar a punto de aparecer pero nunca llegan realmente a comercializarse) que por fin en este 2019 ha comenzado a fabricarse.

Así, ya muy cerca de las Navidades, los chicos de Harley nos convocaron en Barcelona para probar esta moto que mezcla las formas de la legendaria V Rod con líneas aún más futuristas dignos de la nueva serie de Star Wars, The Mandalorian, que incorpora novedades difíciles de asimilar cuando has estado casi toda la vida probando motos convencionales (aunque no siempre, porque eléctricas ya hubo alguna). Esto es, con motor de explosión y sus cilindros, pistones, cigüeñales, etcétera. Porque seguro que una de las cosas que más interesa es saber como es realmente la nueva, revolucionaria e impactante Harley Davidson LiveWire.

PRUEBA HARLEY DAVIDSON LIVEWIRE. LA PRESENTACIÓN ¿CÓMO ES?

Pues en vivo su estética es, más que impresionante, epatante. Sus líneas son bastante fluidas y la moto en general bastante estrecha, algo que se enfrenta directamente con las líneas habituales de las motos de Milwaukee. La batería es bastante más delgada que los aparatosos cilindros de los V2 Big Twin, pero tiene bastante más volumen, por lo que no hay nada de espacio entre motor y chasis, por ejemplo. Es como una gran caja aleteada encajada dentro de un chasis perimetral, algo también novedoso en Harley Davidson.

Siguiendo con la parte ciclo, incorpora amortiguación Showa de muy alto nivel: horquilla BPF (Big Piston Fork) de 43 mm invertida y mono amortiguador trasero multi regulable detrás, aunque con la precarga de muelle por tuercas dentadas. Una moto de este calibre y precio debería incorporar un pomo remoto.

El basculante es de doble brazo reforzado y la trasmisión trasera, como siempre Harley, es por correa dentada, aunque su tradicional capacidad de absorción de las violentas pistonadas de los Big Twin aquí no sirven de mucho…

La óptica delantera incorpora una pequeña mascarilla tipo dragster y su iluminación como la de los intermitentes (los traseros verticales, por cierto) son LED.

¿Y cómo se llena el depósito? Vale, lo reconozco: es una pregunta trampa. El depósito sí que tiene, pero eléctrico. Donde normalmente está el de gasolina, mantiene un tapón que no da acceso al clásico agujero para echar combustible si no a un gran enchufe de cinco puntas que se puede conectar a la red convencional. La autonomía que te permite en cada momento te es indicado en el gran cuadro digital mediante una barra como el que solemos ver en motos convencionales.

Pero claro, esta pantalla nos indica mucho más. Por ejemplo, los cuatro modos de conducción- ECO, Rain, Road y Sport, cada cual con respuesta más poderosa en bajos y medios– también auto regulan detalles como el ABS, el control de tracción o el freno motor. Por supuesto, cuanto más freno motor, más recarga la batería. De serie viene regulado con el modo ECO casi sin freno motor, mientras que en el Sport lo notas claramente.

PRESENTACIÓN HARLEY DAVIDSON LIVEWIRE. COMO Y CUANTO RECARGAR LA BATERÍA.

Y aquí llegamos al gran secreto de cualquier modo eléctrica, pero mucho más de una potente y grande como esta. La gran batería que hace de motor en la LiveWire proporciona 78 kW, que es el equivalente a 105 caballos, pero ya te aseguro yo que como se trasladan a tu acelerador no tiene nada que ver con ningún motor de esa potencia que hayas conocido hasta ahora, aunque de esto hablaremos más tarde.

Lo cierto es que, como se hemos dicho, el enchufe está en lo que sería la boca de un depósito de gasolina convencional mientras que el cable de carga se transportaría en el alojamiento que tiene bajo el asiento. Se declaran tiempos de carga de unos 40 minutos para un 80% y de una hora para el 100%… ¡Pero en un punto de carga rápida que dan 24 kilovatios hora!! Como de eso no tenemos ninguno cerca, y mucho menos en nuestra casa, lo conectaríamos a un enchufe convencional que apenas alcanza 2 kW. De este modo, una carga completa sería aproximadamente de 15 horas siempre y cuando no haya bajada de tensión, algo normal si, por ejemplo, todos los enchufes de un gran edificio estuvieran cargando baterías.

Por otro lado, la autonomía declarada varía de los 235 a 150 km más o menos, dependiendo si ruedas en ciudad y en modo ECO o en carretera girando el puño con alegría a la salida de cada curva.

También puedes personalizar las ayudas y asistencia electrónica en cada modo, aparte de conectar tu smartphone a la LiveWire, de modo que verías en la pantalla todo lo que quisieras, desde llamadas, mensajes o GPS integrado.

PRESENTACIÓN HARLEY DAVIDSON LIVEWIRE ¡montemos ya!

Cuando llegamos las motos estaban cargando, por lo que esperamos un rato tomando café. Entre medias hice algún vídeo y estudié a fondo todos los detalles que pude de las nuevas y esperadas Harley eléctricas. La terminación general es buena, y el diseño es bastante más atractivo en vivo que lo que pueda parecer en las fotos. ¡Ver una gran Harley sin un gran bicilíndrico aleteado en el medio me desconcertó desde el principio hasta el final de la jornada!

Cuando presionas el botón ON… ¡No pasa nada! Claro, si no roscas el acelerador, la moto no se mueve porque no hay corriente, no hay potencia y, por lo tanto, no hay movimiento. No obstante, los chicos de Harley que son muy listos para esto, cuando el motor está “conectado” pero la moto parada, cada ciertos segundos notas una especie de “palpitación” que te indica que la moto está lista para moverse. Algo así como el ralentí. Sin embargo, con el botón “off” no sentirás nada porque la batería está desconectada.

Sí, sé que todos os parece muy raro, pero cuando vas a una presentación de una moto así tienes que aprender de todos estas extrañas características rápidamente explicadas en inglés por el director de la presentación, un británico de excelente acento. Así que, apreté el botón adecuado y giré el acelerador ¡CUIDAADOO!!!!!

Instintivamente, cualquier motorista tiene grabado en su cerebro la sensación de roce del acelerador que aquí es nula (no tiras ni de un cable ni de nada, simplemente giras un potenciómetro), el palpitar y sonido del motor y las vibraciones. Aquí nada de eso ocurre, por lo que tienes que cogerle muy bien el truco a que el impulso hacia delante está única y directamente relacionado con el giro acelerador, pero nada más. No hay sonido, vibraciones, retumbar… Nada. Sólo un ligero zumbido electrónico y, dependiendo del asfalto, el rozar de las ruedas contra la carretera.

Para la ciudad comenzamos con el modo Rain, muy bien dosificable y relativamente suave en aceleración… A pesar de que ya acelera muchísimo más que una moto equivalente. A veces instintivamente aprietas la maneta del embrague y buscas bajar una marcha presionando el pedal. El problema es que no hay ni palanca, ni embrague ni pedal, por lo que tienes que reprogramarte y llevar una gran custom como si fuera un gran scooter, pero sin sonido, retumbar ni mirar el tacómetro, porque aquí no hay revoluciones. Solamente tensión eléctrica.

En todo este proceso de “aprendizaje dinámico”, algo delicado cuando estás en medio del tráfico, llegamos a las habituales carretera reviradas y en buen estado que rodean Barcelona. Allí teníamos un tramo de varias curvas a cada cual más revirada para que nos hicieron las fotos. Las primeras las hice en modo Road, donde hay bastante más empuje y algo más de freno motor, pero a partir de la segunda no pude evitar disfrutar del salvaje modo Sport. Aquí tiene más freno motor, pero llegas a unas velocidades inimaginables en un tramo cortísimo porque la su capacidad aceleración es simplemente indescriptible, como ya dije en los videos y en este que puedes ver aquí. La sensación es exactamente igual a ver al Halcón milenario adentrarse al hiperespacio cuando Han Solo ha conseguido las coordenadas. Todo lo que tienes alrededor se convierte en una especie de línea de luz que se pierde detrás tuyo mientras ves subir la velocidad como si el velocímetro digital no tuviera suficientes números. Es simplemente alucinante. Me encontré un coche superdeportivo, cuya marca no digo para no crearme enemigos, e intentó rebasarnos al ver que llevamos unas “tranquilas custom grandes”. Gran error, porque con un simple y leve giro acelerador, simplemente se perdió en mi retrovisor como si le hubiera quitado las llaves. Sin duda, es su brutal poder aceleración el gran arma con el que esta Harley puede ganarse adeptos en el mundo de los motoristas habituales, la mayor los cuales están en contra de las motos eléctricas. Si os dijera las burradas que nos han escrito en redes cuando sacamos el video de esta presentación, ¡no os lo creeríais!

Sin embargo, cuando llega a la curva, incluso en el modo con “freno motor” que recarga la batería, llegas sin la sensación de seguridad de poder controlar la tracción que tienes con el embrague de una moto con marchas convencional. Así que tienes que intentar no cortar de todo el acelerador y seguir tu trazada a base de dosificar gas… ¡uy, perdón!, quería decir corriente, y empuje a la rueda trasera. Aquí juega a su favor que en Harley han tenido la gran idea de instalar unos neumáticos de medidas perfectas para combinar agilidad con estabilidad. Es decir, como cualquier moto de media cilindrada con 17 pulgadas, 120 de ancho delante y 180 detrás. Han evitado caer en gigantismos y excentricidades de gigantescos 240 traseros o 150 de 15 pulgadas delantero, por ejemplo. Además, la amortiguación es de buena calidad, y prácticamente sin tocarla parecía tener una regulación perfecta para no hundirse demasiado incluso en frenada muy fuertes (pinzas radiales Brembo, recuerda) y tragarse bien los baches que nos encontramos por el camino.

El asiento es algo duro y la protección aerodinámica escasa, como gran custom con aspecto cruiser que es esta LiveWire, pero tampoco te permitirá hacer etapas maratón precisamente. Durante nuestra prueba calculé tras el tramo de zona revirada y autopista bastante rápida, que la autonomía real sería de unos 120 km. Por cierto, en el adrenalínico modo Sport, que es el que más consume por sus prestaciones estratosféricas, entré en un puerto con unos 60 km de autonomía y lo terminé con 80 gracias a su mayor freno motor que recarga más la batería. ¡Que curiosidades tienen estas motos eléctricas!

PRESENTACIÓN HARLEY DAVIDSON LIVEWIRE. Y FIN.

Llegamos a las instalaciones de ATP, donde mantienen las Harley de prensa la Ciudad Condal. Me bajé con la extraña sensación de haber entrado en un mundo nuevo al que tendré que acostumbrarme, además de absolutamente embriagado por una capacidad de aceleración que hace parecer” perezosa” a prácticamente cualquier otra moto. Te lo explico en este video

Su precio es elevado y también tiene los contras de cualquier otro vehículo eléctrico. Es decir, autonomía y tiempo real de carga, pero sin duda apunta a un futuro que llegará. Además, con toda la tecnología y detalles que incorpora, su precio no podía ser si no muy elevado, con sus 33.700 €. De momento, creo que se convertirá en una “joya tecnológica de la corona“ de la marca de Milwaukee, pero cuando comiencen aplicarlo otros modelos, veremos cómo evoluciona la cosa. Si además tuviera marchas, ¡sería una bomba!

PRESENTACIÓN HARLEY DAVIDSON LIVEWIRE. LIKE-NO LIKE.

LIKE- Tecnología. Aceleración. Amortiguación.

NO LIKE-No tiene marchas. Autonomía y velocidad de carga. Precio elevado