Dos días después de conseguir su octavo Campeonato del Mundo de MotoGP en Tailandia (cuya crónica puedes leer aquí), Marc Márquez ha regresado a España haciendo una parada en Madrid, donde esta mañana ha visitado Campus Repsol.

Antes de ofrecer una multitudinaria rueda de prensa, el piloto del equipo Repsol Honda ha sido recibido por Begoña Elices, Directora General de Comunicación y de Presidencia de Repsol, además de ser ovacionado por los empleados de la compañía energética, que se habían acercado a felicitarle a su entrada al auditorio en el que le esperaban más de medio centenar de periodistas.

¿Cómo te sientes volviendo a casa con un nuevo título en tu palmarés?

“Llegué ayer por la noche a España y estoy muy contento de poder estar, todavía no en mi propia casa, pero sí en mi casa deportiva, porque hemos compartido muchos años junto a Repsol. Me ha acompañado en toda mi carrera deportiva y lo valoro muchísimo. Ha sido un año casi perfecto, porque siempre se puede mejorar. Un año de ensueño, donde hemos conseguido el título –que era el principal objetivo–, pero estamos muy orgullosos de la forma en la que lo hemos conseguido. Y hablo en plural, porque yo estoy aquí, pero falta todo mi equipo, toda la gente de mi alrededor, que me ayudan día a día”.

¿Cómo fue la celebración del título?

“La fiesta fue bien, ¡todavía estoy recuperando la voz! Celebramos el Mundial como se merece, porque es un Campeonato del Mundo y nunca sabes cuando se va a acabar este sueño, así que hay que celebrarlo al máximo. Pasamos la noche en Bangkok y nos lo pasamos bien con todo el equipo. No daré detalles, pero hubo bailes, gritos, fiesta, un poco de todo. Esta vez no hubo karaoke, pero no hizo falta”.

¿Cómo has vivido esta temporada tras la lesión que tuviste en el hombro?

“Está claro que en la vida de un deportista hay momentos duros y momentos buenos, como este. Las situaciones complicadas son las que te hacen fuerte y este invierno fue uno de los más duros de mi carrera deportiva, porque no podía hacer lo que más me gusta en este mundo, que es ir en moto. No podía entrenar, porque necesitaba operarme, pero lo superé con la ayuda de toda la gente que te empuja a salir hacia adelante y llegué a la primera carrera, quizás no al cien por cien, pero lo mejor que se podía. Siempre crees que todo ese trabajo tiene que tener su recompensa. Una vez empiezas y ves que los resultados llegan, te da todavía más fuerza”.

Has dicho que ha sido un año casi perfecto. ¿Por qué, casi?

“Porque cuando tienes un exceso de confianza es cuando llegan los errores. Sucedió en la carrera que menos lo esperábamos, que era la de Austin, donde me caí cuando iba liderando con cuatro segundos de ventaja. Era una victoria aparentemente casi hecha y, por exceso de relajación, me caí. Por eso siempre tienes que estar completamente concentrado, no puedes despistarte, y tienes que aprender de los errores. Ha sido un año muy bueno, pero no quita que hemos trabajado más que nunca”.

Hiciste sufrir mucho a tu madre al arriesgar en la última curva. ¿Te ha echado la bronca?

“¡Sí! Ya me había echado bronca el viernes, porque empezamos el fin de semana con un gran susto. Tú te llevas el golpe, pero la gente que está a tu alrededor sufre mucho más. Tanto la madre, el padre; toda la familia sufre. Llevan muchos años detrás de mí, ellos son la base y, cuando el niño de cuatro años pide la moto y el padre o la madre no se la da, es imposible llegar hasta aquí. Pero lógicamente lo sufren desde hace muchos años”.

Agostini ha dicho que cree que puedes superar sus 15 títulos. ¿Qué sientes al respecto?

“Me llevo muy bien con él y he escuchado estas declaraciones. No me gusta la palabra imposible, no la diré nunca, pero es casi imposible. Significa ganar el doble de lo que he conseguido hasta ahora. Cada uno ha vivido su época y no me he obsesionado nunca con un número ni con un nombre, sino de disfrutar de mi pasión, que tengo la gran suerte de que sea mi trabajo, donde trato de hacerlo lo mejor que puedo”.

Siempre dices que uno llega a donde llega gracias a sus rivales. ¿Cuánto necesitas a un Fabio Quartararo y a un Jorge Lorenzo fuertes la temporada que viene?

“Cuanto más flojos, ¡mejor! Estamos en una época en MotoGP en la que la igualdad mecánica, aunque los números finales de este campeonato no lo reflejen, es de las más ajustadas. Lo digo porque hay cuatro fábricas capaces de ganar carreras y luchar por un Mundial. Esto significa que hay como mínimo ocho motos con posibilidades de ganar carreras, y es algo que antes no pasaba. Te tienes que saber reinventar, aprender de los veteranos como Valentino [Rossi], Jorge o ‘Dovi’ y también de los jóvenes, como Fabio o Viñales”.

¿Qué se puede mejorar al año que has hecho?

“Ha sido un año muy bueno y será difícil mejorarlo. Pero uno de mis ídolos es Rafa Nadal y cuando le ves en un partido y te preguntas qué puede hacer mejor, él siempre da un nuevo paso adelante. O cuando Messi marca un gol, vuelves a pensar que no se puede hacer mejor y luego va y marca otro todavía mejor. Intento tener mi espejo en ellos; siempre mejoran. Intentaré aprender de los errores. Los rivales te marcan el nivel y es ahí donde intentaremos seguir creciendo”.

¿Sería un sueño para ti que tu hermano vuelva a ser campeón, ahora en Moto2?

“Mi hermano está trabajando, haciendo un año muy bueno. Se lo está ganando a pulso, pero quedan cuatro carreras en las que tiene que sacar lo mejor de sí mismo, gestionar la presión. Por mi parte no le voy a poner más de la que ya tiene; sencillamente que lo disfrute, que se mantenga lo más concentrado posible y que lo intente. Si lo intenta y luego no sale, tendrá la conciencia tranquila”.
 

Después de la caída del viernes, ¿no pensaste en bajar el ritmo? ¿Por qué querías ganar el título en Tailandia?

“Tenía ganas de conseguir el título en Tailandia porque era el primer match-ball. Cuando tienes cierta ventaja en el campeonato, buscas motivaciones nuevas. Me gusta vivir el presente e ir carrera a carrera. El jueves antes de empezar el Gran Premio ya dije que mi intención era ganar este fin de semana, o al menos intentarlo. Luego los rivales te dicen si puedes o no, te dan la respuesta inmediatamente en la pista. Por eso lo intenté hasta la última curva, porque es más bonito lograr el campeonato ganando la carrera. Lo mejor es en Valencia, eso no lo cambio, pero cuando tienes la primera bola de partido, poco a poco vas asimilando que puedes ser campeón y tienes que buscar la motivación para tener esa euforia cuando cruzas la línea de meta”.

¿Cuál fue el punto de inflexión de la temporada en el que viste que podías lograr el título?

“Ha habido dos momentos importantes. El primero fue en Jerez, después del error de Austin, cuando ganamos de la misma manera como la que pretendíamos ganar en Texas. Son 25 puntos, pero demuestras a tus rivales que tu confianza es la misma, que las ganas y mentalidad son las mismas. Y el otro fue en Barcelona. Ganamos la carrera y varios rivales para el título pincharon. Fue una lástima, porque no fue un error propio, pero son puntos de inflexión en el campeonato”.

¿Honda hace una moto para Marc Márquez, o Marc Márquez es el piloto que mejor entiende la Honda?

“Honda hace una moto y el piloto tiene que tener la capacidad de adaptación. Lo positivo para nuestro equipo y nuestra estructura es que los tres pilotos que llevamos la misma moto, Jorge [Lorenzo], Cal [Crutchlow] y yo, tenemos los mismos comentarios y directrices de cara a la evolución. Hay todo un grupo técnico detrás, que son humanos, y con el resultado de su trabajo es donde te tienes que saber adaptar y sacar el máximo de cada situación”.

¿Qué motivación tienes para las cuatro carreras que quedan?

“La primera motivación que tengo en Japón es intentar terminar la carrera, porque después de ser campeón, todos los años me he caído en la siguiente prueba. Ya dije en Aragón que mi intención era intentar acabar en el podio todas las carreras que quedaban y sigue siendo la misma, sin olvidar que hay un campeonato de constructores que tenemos bastante encarrilado y uno por equipos, que ahora está liderando Ducati, pero el equipo Repsol está cerca, a 19 puntos, y lo intentaremos también”.