La BMW K1600GT Gran América es la evolución más rutera-si eso era posible-de la BMW Bagger ¿¿Aún más rutera?? Pues sí, y si no te lo crees lee esta prueba.

Hace no mucho pudiste ver la prueba de la gigantesca BMW Bagger en nuestra web MotorADN.com. A su vez, era una evolución custom-es decir, estilo rutera americana- de la súper tecnológica BMW K 1600 GT  y GTL. Estas gigantescas 1600 se caracterizan por un impresionante motor de seis cilindros en línea de pura inspiración automovilística, y está claro que esa base está dando para mucho viendo la continua evolución de los miembros de esta familia 6C.

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Bueno, si queremos hablar realmente del origen de este motor, tendríamos que hablar de un espectacular prototipo naked que pudimos ver en el salón de Milán en el 2010, pero eso lo dejaremos para otro reportaje… De lo que ahora se trata es como va esta BMW K1600 GT Gran América.

Prueba BMW K1600GT Gran América 2018: el nombre no engaña

Desde luego, nadie puede acusar a BMW de engañar con el nombre de esta moto: Grand América. Solo escucharlo, aparecen en tu cabeza imágenes de largas carreteras que se pierden entre montañas de color rojo como el Colorado. Casi parece una película de John Ford… Y eso es precisamente lo que han pretendido los chicos de Bavaria.

A muchos les extrañó cuando el año pasado apareció la K 1600 Bagger, una versión claramente americanizada de su súper tecnológica y desmesurada k100 GT. Mucha gente se sorprendió y casi escandalizó pensando que BMW iba a pasar al segmento custom con sus súper ruteras, pero se equivocaban porque no era la primera vez, tal y como comentamos en el reportaje que edité este invierno. La BMW C1200 CL fue ya un excelente custom Touring hace unos años, pero con aspecto aún más custom y el gran motor bicilíndrico de BMW, así que ahora la cosa iba más lejos.

BMW Novedades 2017: K 1600 B, la primera BMW Bagger… ¿o no? Pues no, ya hubo otras.

Buscaban una digna rival de la simbólica moto gran rutera americana por excelencia, la Honda Goldwing 1800 de 6 cilindros bóxer. En este caso, BMW se decantó por un 6 en línea y aún más tecnología. Así, se ha llegado a su máxima expresión con esta Grand América.

La base es la misma de la Bagger, la cual probamos en su momento. Para que consultes todas sus características, te recomiendo que leas esa prueba pinchando aquí. No obstante, recordaremos los elementos más básicos. Como dijimos, su motor es un 6 cilindros en línea con un inconfundible sonido “turbina”, que lógicamente tiene un motor más largo (cuatro cilindros más que un bicilíndricos paralelo como el de una BMW 800 GT o dos más que un cuatro en línea como el de la BMW 1000 XR, por ejemplo) de la compañía y casi del mercado… En que es el único con esta configuración. Su cigüeñal debe ser tan largo como una pértiga olímpica para una cilindrada real de 1.649 cm³. Es decir, que podría denominarse 1.650.

PRUEBA BMW K1600 B 2018: B DE BAGGER

Delante incorpora amortiguación Duolever, heredera del famoso Telelever de la marca, que prescinde de una horquilla convencional cambiándolo por un sistema que comprime todo el esfuerzo en un amortiguador central delantero. De este modo, se limita el recorrido de la amortiguación y se evitan las transferencias de masas y los balanceos en las frenadas, algo muy importante en motos tan pesadas como esta con ni más ni menos que 364 kilos con los llenos hechos. Es decir, que con pasajero y maletas llenas es fácil situarse en 450, cerca de la media tonelada.

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Y también incorpora muchas cosas nuevas. Por ejemplo, para tanto peso es normal que incorporase una marcha atrás, que ya vimos en modelos antiguos como la K 1200LT pero que ahora es mucho más fácil de accionar. Con el motor en marcha y el punto muerto, presionas el botón R situado en la piña izquierda. Se te ilumina la misma letra en el cuadro totalmente digital y entonces, cada vez que presionas el botón de arranque, el motor subirá hasta las 2.000 revoluciones y te irá tirando progresivamente hacia detrás. También incorpora el botón y sistema de emergencia E-Call, del que también hicimos un reportaje en su momento y puedes leer aquí. Presionando el botón o en cualquier caída, que se activa la automáticamente, se emite una llamada de emergencia para que puedas ser atendido en cualquier circunstancia.

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Además, incorpora plataformas adelantadas para poder rodar en autopista con las piernas totalmente estiradas (con la ayuda de la velocidad de crucero), pantalla regulable electrónicamente, cambio semiautomático bidireccional (Asistente de cambio Pro) con lo que puedes subir y bajar marchas sin embragar, completo sistema de audio con altavoces laterales, calefacción de asientos y puños… Y un motor perfectamente equilibrado que no vibra absolutamente nada ¿Qué más se puede pedir para viajar en moto como si no hubiera un mañana?

Por cierto, el motor es prácticamente igual que el de la Bagger, con 160 CV de potencia máxima pero en este caso está limitado a 162 km hora por, teóricamente, las turbulencias que produce a partir de esa velocidad el gran baúl trasero. Por cierto, este es básicamente el gran cambio respecto a la Bagger, que sólo tiene las maletas laterales. En la parte trasera del baúl se incorporan luces de posición, que consiguen una visión impresionante.

Prueba BMW K1600GT Gran América 2018: gran rutera, pero no sólo para autopistas.

A ver, seamos sinceros: la BMW K 1600 GT Gran América es muy grande, pero que muy grande. Si vienes de otra moto, que en mi caso era de una naked deportiva italiana de 800, la impresión es aún mayor. Presionas el botón de arranque y el sonido turbina de los seis cilindros moviéndose acompasadamente que proporciona sensación de calidad, como todo el resto de la moto lleno de buenos detalles, con la gran pantalla digital central y las piñas saturada de botones con una lista de funciones que te llevará a estudiar el libro de usuario durante un buen rato. El manillar está elevado con una especie de torreta curva muy curiosa, que ya habíamos visto en la Bagger. Desde luego, un toque de personalidad para esta BMW.

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Nada más ponerla en marcha, intente salir a carretera abierta que, lógicamente, es su medio natural. ¡Exacto!, ¡aquí es donde debe estar! El motor recupera espectacularmente desde las catacumbas del tacómetro, incluso por debajo de los 2.000 revoluciones los 6 cilindros empiezan a trabajar conjuntamente como si fueran remeros de las traineras en Bermeo para empujar los más de 360 kilos más mi peso, el del pasajero y los que llevaban las maletas con una progresividad absolutamente increíble y, lo que es muy importante para hacer kilómetros, sin una sola vibración que termine molestando.

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Bueno, lo del motor lo esperábamos, pero hay que meterse en zonas de curvas y montaña para ver realmente si los ingenieros de BMW han hecho bien su trabajo. Pues sí, porque realmente frena mucho y bien con la ayuda de pinzas radiales y manetas regulables. Además, por mucho que abuse de ella no parece perder mordiente. Por otro lado, el limitado hundimiento de la amortiguación delantera y la eliminación de los clásicos balanceos al frenar o cambiar con una moto tan pesada gracias al cambio semiautomático, te proporcionará confianza la entrada y salida de las curvas que es difícil de creer en una moto con este peso y este aspecto tan masivo.

Fotos BMW K1600GT Gran America prueba MotorADN (75 imágenes)

Cuesta coger confianza, porque el peso se nota, pero terminas aprendiendo el truco: es una moto que se conduce con el acelerador y con mucha ayuda de todos los inventos electrónicos como ese cambio que no necesita embrague o la amortiguación auto regulable. ¡Y eso yendo sólo a “buscar las cosquillas” a la parte ciclo! En curvas se anula gran parte del “bamboleo” de las motos ruteras al entrar en curvas, pero te tienes que acostumbrar a que estas inclinando casi 400 kilos de moto. No obstante, el comportamiento es tan neutro y eficaz que terminas disfrutando, siempre que sepas que desde luego no es una deportiva ni mucho menos. Eso sí, tiene tanta sección lateral  (grandísimo frontal, maletas, baúl, mucho carenado…) que es bastante sensible al viento lateral.

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En cuanto a la limitación de velocidad a 162 km hora, nuestra unidad pasaba ligeramente de 170. Notas que a poco menos de 5.000 revoluciones, cuando llegas esa velocidad, el motor simplemente deja de empujar. Debe ser buena idea, porque a partir de 150 notas como el “culo” empieza a flotar un poco debido al empuje del viento sobre el top case y su respaldo, que debe aumentar ligeramente las turbulencias.

Viajando, poder olvidarte en gran parte del embrague, de apurar las frenadas o de tener problemas de tracción gracias al DTC (Control Dinámico de Tracción) te fatiga la mitad respecto a una moto que no tenga nada de esto. Por supuesto, siempre hablando de grandes motos ruteras con maletas y baúl, pasajero y mucho peso, y todo esto sin hablar del empuje inacabable y suave del motor que también tiene tres curvas de potencia: Rain con respuesta más suave abajo, Road algo más consistente (es la que casi siempre terminas usando para poder tener buen empuje incluso en esquinas o atascos) y Dynamic, por si quieres disfrutar de una conducción moderadamente sport. El tacto del acelerador inalámbrico es tan suave y neutro que te tienes que acostumbrar a dosificarlo.

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El asiento se sitúa en 750,780 o 810 mm, dependiendo del que elijas. No obstante, llegas al suelo bien incluso para alturas medias. Además, no olvidemos el gran invento de la marcha atrás que te permitirá salir de cualquier hueco aunque aparques de frente, cosa que siempre ha de cuidar cuando llevas motos grandes. Cierto que te tienes que acostumbrar a que una moto vaya marcha atrás, aunque sea pocos metros, pero lo logras pronto y realmente es una grandísima ayuda en una moto de este calibre. Además, nuestra unidad también incorporaba luz autoadaptable en curvas y faros antiniebla, por lo que veíamos perfectamente en la carretera incluso en las curvas más cerradas por muy de noche que fuera. Aquí si echamos de menos que las luces de la piña estuvieran retroiluminadas. Esperemos que en la próxima versión…

Prueba BMW K1600GT Gran América 2018: conclusión

Desde luego, todo aquel que le gusta el estilo custom, busque recorrer kilómetros sin descanso todos los fines de semana y meterse varios grandes viajes al año con pasajero, que ni se lo piense: esta es su moto.

Su calidad general, su gran capacidad de carga incluso en las maletas que tienen estética custom pero los que sí cabe un casco, su inacabable motor y su cantidad ayudas electrónicas inteligentemente enfocadas para un uso turístico, permiten hacer de esta K1600 Grand América una moto con la que sueña es estar haciendo la ruta 69 aunque estés yendo a Cádiz o a La Coruña… Que por cierto están bastante mejor que muchos destinos en los Estados Unidos.

Si te gusta el estilo custom y viajar, pero también las motos que vayan realmente bien y la tecnología, aquí tienes la prueba de que todo se puede conseguir… por 29.316 €.

Prueba BMW K1600GT Gran América 2018: LIKE-NO LIKE.

LIKE- calidad general. Ayudas electrónicas. Comodidad y capacidad de carga.

NO LIKE- peso en parado. Botones de piñas no retro iluminados. Precio elevado

Fotos BMW K1600GT Gran America prueba MotorADN (75 imágenes)