Los días 18 al 20 de mayo estuvimos en la II Vuelta Mototurística a Valladolid 2018, un evento muy esperado por los motoristas que desean descubrir sus tesoros culturales, paisajísticos y gastronómicos.

II Vuelta Mototurística a Valladolid 2018: UNA ORGANIZACIÓN MUY EXCLUSIVA

Nada menos que 41 ediciones de eventos mototurísticos abalan a este gran equipo humano que constituye el Motoclub La Leyenda continúa. Un rutómetro que abarca un programa turístico muy equilibrado con más de 500 km de ruta donde se visitan los 5 puntos clave más importantes de las distintas regiones, disfrutando a su vez de diversos y pintorescos parajes: densos pinares, interminables viñedos, verdes campos de trigo, castillos, ruinas y restos de construcciones que asoman por encima del firme, todo ello nos muestra la gran riqueza histórico-cultural que atesora Valladolid a lo largo de las 52 poblaciones por las que pasamos.

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II Vuelta Mototurística a Valladolid 2018: LLEGADA E INSCRIPCIONES

El recibimiento a los motoristas se realizó en las instalaciones de la recepción del Hotel Lasa Sport, que goza de unos buenos accesos y parking donde poder hacer cómodamente el despliegue de motos. La cita para las inscripciones se realizó de 19:30 a 21 h durante el viernes 28, donde se recibió a los participantes con un detalle que incluía ¡cómo no! una estupenda botella de vino blanco “Clauma” variedad Verdejo. Además de un muy bien elaborado rutómetro impreso, buff amarillo flúor, pin y varios mapas de rutas alternativas cedidos por la Diputación de Valladolid para los que quieran repetir, ya por su cuenta.

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Una vez recogidos los datos necesarios para el control de la Organización, se sirvió un vino en la terraza jardín posterior del Hotel Lasa Sport, para romper el hielo e ir conociendo las caras de los allí presentes, antes de ser cubiertas por los cascos… A continuación, se dio paso a los motoristas al salón donde cenamos -mejor imposible- y tras los postres el Director Técnico del Evento, Mariano Parellada, dio el briefing con la previsión de ruta y normas de conducción.

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Los más marchosos bajamos a la discoteca del hotel para tomar una copa entre amigos y camaradas del asfalto, donde además tuvimos la gran suerte de bailar bajo la exquisita selección de temas musicales de una pareja de Djs “muy especiales”.

II Vuelta Mototurística a Valladolid 2018: DE LOS MONTES TOROZOS A LA BUSCA DEL VERDEJO

El sábado a las 9 h salía el gran grupo de motoristas compuesto por todo tipo de vehículos de dos ruedas: grandes ruteras, trail, semideportivas, scooters, etc. La ruta recorría 174 km partiendo del Hotel Lasa Sport en dirección Medina de Rioseco – Villagarcía de Campos – San Cebrián de Mazote – Torrelobatón – Tordesillas – Rueda – Palacio de las Salinas.
La idea de esta vuelta mototurística es precisamente eso, descubrir los tesoros turísticos sobre dos ruedas, de manera que la ruta se traza para no saltarse ningún monumento imprescindible. Tal es el caso de la iglesia mozárabe de Ntra. Sra. de La Asunción que se alza en Wamba, una joya románica del siglo XII con claustro mozárabe del siglo X.

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De especial mención es el recorrido por la arteria principal de Medina de Rioseco, la calle Lázaro Alonso, custodiada por decenas de pilares de piedra y algunos de madera, que conservar la arquitectura y materiales indestructibles de aquella época. Conocida como “La Ciudad de los Almirantes”, Medina de Rioseco fue declarada “Conjunto Histórico” precisamente por esta emblemática calle, conocida como Rua.
De ahí fuimos rumbo a la Dársena del Canal de Castilla, donde se alza la Fábrica de Harinas de San Antonio, haciendo un alto en el camino.

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En sus antiguas instalaciones nos esperaba la guía que nos fue explicando paso a paso, todo el proceso desde que entraba el trigo, hasta cuando salía convertido en harina. Es un museo viviente donde las máquinas, engranajes, pilares y herramientas parecen no haber perdido la magia que antaño les permitía laborar una de las materias primas más básicas e importantes para el hombre.

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Tras la visita, nos prepararon un enérgico aperitivo compuesto de unos blancos mantecados de Portillo, -zapatillas, para los lugareños- y un vino dulce “Sansón”, que nos fortaleció para continuar con el periplo turístico.
De nuevo en ruta, podemos avistar el Castillo de Torrelobatón desde la carretera, centro de interpretación del “Movimiento Comunero”. A pesar de que pasamos por Tordesillas, en esta edición no nos detuvimos ya que nuestro destino estaba en Rueda.

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La segunda visita de la mañana fue a la Bodega Palacio de Bornos, donde pudimos conocer las variedades de uva que se emplean para la fabricación del vino de Rueda, las instalaciones donde se fermenta el vino, su increíble cementerio y la zona de embotellado. Tras la visita, fuimos agasajados con una degustación de vino y embutidos ibéricos tan ansiada por los allí presentes.

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La parada para el almuerzo fue en el fantástico Gran Hotel Balneario Palacio de las Salinas, un balneario que goza de unas aguas de inigualable calidad -cuyas propiedades ya eran conocidas en 1832- y que por Real Orden del 3 de marzo de 1893 fueron declaradas de “Utilidad pública”.
En sus señoriales instalaciones degustamos un espléndido almuerzo y de una sobremesa rodeados de bellos jardines.

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II Vuelta Mototurística a Valladolid 2018: DEL VERDEJO A TIERRA DE PINARES

Tras el almuerzo, la ruta de la tarde era de tan solo 60 km pero llena de riqueza histórico-cultural debido al paso por La Seca – Serrada – Villanueva de Duero – Simancas – Hotel Lasa Sport.
La primera escala de la tarde tuvo lugar en uno de los centros históricos de la región, Simancas. Aparcamos las motos en la hermosa Plaza Mayor de Simancas, villa declarada “Conjunto Histórico Artístico”.

Desde allí recorrimos sus calles de piedra con nuestra guía, quien nos condujo hasta el mirador que permite una bellísima panorámica del puente románico que atraviesa las aguas del Pisuerga, salpicado de islotes ocre y verde que contrastan con el azul de la superficie.

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Tras las fotos de rigor, fuimos paseando hasta el Castillo Archivo Nacional, fortaleza del siglo XV. Un increíble y mágico lugar en penumbra que atesora en su interior joyas en papel, registro de artistas que representaron gracias a la pluma y los colores, la realidad de un mundo aún por descubrir.

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Ilustraciones de batallas, planos arquitectónicos de construcciones, perfiles geográficos, mapas casi surrealistas… todo un lujo de sensaciones para los sentidos.

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De regreso al hotel, durante la ruta pudimos disfrutar de unos maravillosos pinares en perfecto estado, con tallas de tronco espectaculares y copas que desbordan a salvo de las dañinas talas, donde las águilas surcaban el cian cielo. Naturaleza en estado puro. Ha sido una gran suerte poder venir a este lugar en primavera, ya que verdes y amarillos están salpicados de rojas amapolas que contrastan con el gris oscuro del asfalto.

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De regreso al hotel, los participantes tuvieron algo de tiempo libre para luego “prepararse” para otra gran comilona en el Hotel y después bajar a la discoteca para realizar el sorteo de regalos. La Organización tiró la casa por la ventana, pues lo curioso de este sorteo es que ¡todos recibimos un premio!

II Vuelta Mototurística a Valladolid 2018:POR EL VALLE DEL CERRATO A LA RIBERA DEL DUERO

La ruta del domingo por la mañana cierra la II Vuelta Mototurística a Valladolid, con 189 km de recorrido desde el hotel a Valoria La Buena – Baltanás – Encinas de Esgueva – Valdearcos – Pesquera de Duero – Valvuena de Duero y San Bernardo.
La parada de la mañana estuvo protagonizada por el gran Monasterio de Santa María de Valbuena, en San Bernardo.

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Un monumento cisterciense español, fundado en el siglo XII y que en la actualidad está ocupado por la sede de la Fundación Las Edades del Hombre. Tras aparcar las motos de forma ordenada en la entrada al monasterio, recogimos los dispositivos guía y cada uno de nosotros de manera libre íbamos recorriendo los pasillos, salas, jardines, iglesia y demás tesoros artísticos. Numerosas pinturas y esculturas decoran cada rincón del monasterio, siendo un buen lugar para perderse con o sin la cámara fotográfica.

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Al salir del monasterio, la Organización nos esperaba con un completo y espectacular aperitivo de ibéricos que pudimos degustar en una pradera junto al Duero. Un idílico paisaje nos rodeaba en esos momentos de refrigerio, donde muchos de nosotros aprovechamos a conversar e intercambiar impresiones sobre el monasterio recién visitado.

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Otra vez subidos en la moto nos dirigimos hacia Peñafiel donde avistamos por nuestro lado derecho, el famoso Castillo del mismo nombre coronando una pequeña colina.

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Continuando la ruta, terminamos en las curiosas e impresionantes instalaciones de la bodega Cepa 21, muy famosa por su restaurante mirador con vistas a los viñedos. El tiempo acompañó afortunadamente hasta finalizar el exquisito menú y fue entonces cuando las nubes comenzaron a verse por las cristaleras del restaurante.

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Mientras los cafés eran servidos, tuvimos la entrega de los Diplomas de Participación y también los de Buen Conductor, que otorga la Organización a sus participantes merecedores de los mismos.
El acto tuvo una emotiva clausura protagonizada por uno de los participantes más veteranos de todos los saraos motorísticos organizados por Mariano. Nada menos que José Luis Zazo, quien con sus 28 años cumplidos participó en la I Motoconcentración Internacional de Valladolid Hipoconcentración 77 -que fue el primer evento que organizó Mariano- y que tuvo lugar en la emblemática localidad de Simancas, a orillas del Pisuerga en 1977. Es posible que los motoristas más veteranos recuerden esta edición por la mítica mascota en forma de gran hipopótamo que amenazaba con caer en la piscina, debido a la gran juerga que se celebraba aquella fría noche de sábado.
A partir de ahí, Zazo acompañó en cada uno de los eventos moteros a “Mariano y sus secuaces”, participando lógicamente en la mítica “Pingüinos” -cuando era la verdadera y genuina Pingüinos   ,no el evento político en que se ha convertido-, “Motauros” y en la actualidad “Cantalejo: La Leyenda continúa”.

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Tras leer un poema donde rememoraba todas estas batallas e intentado expresar con palabras sus emociones más íntimas, los aplausos ensordecieron el restaurante para acompañar a ese emotivo y sincero abrazo entre Mariano, su mujer Maite y Zazo.
Gran momento para el recuerdo donde generaciones de moteros han ido haciendo el diverso y gran expediente de una organización que lleva nada más y nada menos que 36 años siendo el referente de motoconcentraciones en España.
Y desde estas líneas, deseamos a Mariano y a su gente toda la suerte que se merecen para que la “Leyenda siga continuando” durante muchos años más. ¡Nos vemos en Cantalejo el próximo año!